La EPO sigue funcionando: sancionado Marius Kimutai, ganador del Maratón de Barcelona 2023

La EPO, siglas que esconden la palabra eritropoyetina, una hormona de síntesis que aumenta la cantidad de glóbulos rojos y facilita la circulación del oxígeno en la sangre, sustancia reina en el pelotón ciclista internacional y en algunos atletas de fondo en los años 90 y principios de este siglo, sigue funcionando en el deporte de resistencia pese a su fama de producto anticuado y ya fácilmente detectable.

gettyimages-666456170

El último en ser cazado con la sustancia es Marius Kimutai, destacado maratoniano de 31 años nacido en Kenia y que compite por Baréin desde el pasado 7 de agosto de 2021, ganador del prestigioso Maratón de Rotterdam en 2017, y también de los de Liubliana (Eslovenia), Taiyuan y Hangzhou (China) en 2019 y del Maratón de Barcelona el año pasado, una cita en la que consiguió su mejor marca personal de 2 horas, 5 minutos y 6 segundos.

Aunque compita por un país de petrodólares como Baréin, Kimutai sigue haciendo vida de keniano, y allí en Kapsabet fue pillado el pasado 2 de febrero, cuando un control de orina y sangre fuera de competición que fue analizado después de un largo viaje hasta el laboratorio de Lausana (Suiza) y en el que se encontró valores analíticos anormales con presencia de EPO.

Kimutai buscó una sanción temprana y el 4 de abril admitió su trampa sin ninguna reclamación, y por eso su sanción de cuatro años se redujo a tres y estará suspendido los próximos tres años, hasta 2027.

El atleta es uno de esos buscavidas de carreras comerciales por todo el mundo que no ha representado ni a Kenia ni a Baréin en ninguna gran competición. En 2021, corrió en España el 15K Nocturna Valencia Medialanum (4º) y la Zúrich Maratón de Barcelona (6º).

Aunque lleve la bandera de Baréin, su caso es otro más del goteo constante, prácticamente semanal, de atletas que entrenan en Kenia y hacen trampas. Su premio es muy jugoso, los premios económicos de las carreras de los países desarrollados les permiten salir adelante con comodidad en su país.

Los atletas kenianos sancionados actualmente por dopaje superan ya los 80 de diferentes niveles. De momento, Kenia ha esquivado la sanción internacional de World Athletics, como ocurrió entre 2015 y 2023 con Rusia, por el compromiso gubernamental de invertir 28 millones de euros hasta 2028 para reforzar su sistema antidopaje.