La infanta Cristina ya es una mujer divorciada: una casa con jardín en Ginebra, viajes a Barcelona, el apoyo de su hija Irene y ¿adiós a su alianza de casada?

La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ya han firmado el divorcio. Según anuncia ¡Hola!, los ex duques de Palma habrían firmado su divorcio de mutuo acuerdo casi dos años después de que salieran a la luz las fotografías del exdeportista paseando por la playa cogido de la mano de Ainhoa Armentia. Lo han hecho en Barcelona, en absoluto secreto y han optado por el divorcio notarial, la vía más rápida para poner fin al matrimonio. En los términos del acuerdo, ni la infanta Cristina ni Iñaki recibirán pensión o indemnización y será la hija de don Juan Carlos la que corra con los gastos de sus cuatro hijos hasta que los jóvenes sean independientes económicamente.

La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ya están oficialmente divorciados.

Después de 26 años casados y dos años después de que anunciaran su separación pocos días más tarde de la publicación de las fotos de Iñaki Urdangarin, la infanta Cristina ya es una mujer divorciada. Hasta ahora, doña Cristina ha seguido luciendo el anillo de casada y se desconoce si tras la firma del divorcio seguirá llevándolo, ya que la hija de doña Sofía es una mujer muy religiosa y se ha explicado que ese era el motivo por el que seguía llevándolo.

La vida de la hermana de Felipe VI ha dado un gran cambio a nivel personal pero no tanto a nivel vital ni profesional en estos dos últimos años. Sigue viviendo en Ginebra, ciudad en la que se instaló junto a su entonces marido y sus hijos hace más de una década y donde tras la separación encontró además su refugio lejos del foco mediático. Trabaja desde hace casi 20 años para la Fundación La Caixa. A principios de 2021, la infanta se convertía en presidenta del Patronato de IsGlobal, el Instituto de Salud Global de Barcelona, una organización sin ánimo de lucro que nació fruto de la colaboración de la Fundación La Caixa con otras instituciones.

Doña Cristina en la graduación de su hija Irene.

Desde Ginebra trabaja como enlace con diferentes agencias de las Naciones Unidas y a tiempo parcial en la Fundación Aga Khan, íntimo amigo del Emérito. En la ciudad suiza se ha ido quedando sola en los últimos años. Sus hijos mayores, Juan Valentín, Pablo y Miguel, han ido marchándose a otros países para estudiar y en estos últimos dos años tan solo ha contado con la presencia diaria de su hija menor, Irene Urdangarin, que ha sido su gran apoyo en sus peores momentos personales.

La joven cumplió 18 años el pasado mes de junio y ese mismo mes terminó sus estudios en la Escuela Internacional, conocida como Ecolint. Aunque parecía que Irene estudiaría en una prestigiosa escuela de hostelería en Suiza, en septiembre del año pasado se supo que la joven había decidido tomarse un año sabático para decidir mejor qué es lo que quiere hacer en un futuro próximo.

En Ginebra, doña Cristina e Irene siguen residiendo en una bonita casa con jardín en uno de los barrios más exclusivos de la ciudad y donde la privacidad y la seguridad están garantizadas. La vivienda está situada además a pocos pasos de la sede suiza de la Fundación Aga Khan, en la avenue de la Paix. Madre e hija comparten paseos por las zonas verdes de la ciudad con vistas al lago Lemán y les gusta salir de compras o a cenar a algún restaurante alejado de las zonas más turísticas.

La infanta Cristina, una madre orgullosa viendo jugar a su hijo Pablo.

Viajes frecuentes a España

Cada 15 días, la infanta toma un avión y viaja a Barcelona para cumplir con sus compromisos profesionales, pero también para visitar a su hijo Pablo Urdangarin, al que está muy unida. Es habitual verla en la grada tomando fotos de su hijo mientras juega al balonmano y cuando el partido termina, Pablo siempre se acerca a su madre para darle un cariñoso beso. La infanta se lleva además de maravilla con Johanna Zott, la novia de su hijo desde hace un año. En los últimos meses, sus viajes a España han sido más frecuentes y siempre por motivos personales o familiares. El último fue el 20 de diciembre para celebrar el 60º cumpleaños de su hermana, la infanta Elena, que organizó una comida para toda la familia en la que también estuvieron don Felipe y doña Letizia, sus padres, sus hijos (Victoria Federica y Felipe de Marichalar) y algunos de sus sobrinos.

El 1 de octubre, la ex duquesa de Palma estuvo en Cádiz y allí la vimos muy sonriente y elegante en la boda de Catalina Vereterra Gastearen y Javier Prado, el segundo hijo del entonces presidente de Mediaset España Borja Prado, a la que asistieron personajes de la política y la aristocracia como José María Aznar, Inés Domecq o Carla Bruni y Nicolás Sarkozy. El 31 de octubre, la infanta Cristina no se perdió la cena organizada con motivo de la celebración de los 18 años de la princesa Leonor que tuvo lugar en el palacio del Pardo. Allí se reencontró con su hermano don Felipe y con su padre, al que visita con frecuencia en Abu Dabi. Por supuesto, tanto Cristina como doña Elena estuvieron presentes en la fiesta de celebración del 86º cumpleaños de don Juan Carlos en Emiratos el pasado 6 de enero.

la infanta y doña Sofía en el 60º cumpleaños de doña Elena.

Sus mejores aliados

En cuanto a sus vacaciones, la infanta podrá seguir pasando parte del verano en la casa de Bidart, que tras el divorcio seguirá siendo de su propiedad, aunque cuando sus hijos quieran ir con su padre podrán hacerlo sin ningún problema. Sus cuatro vástagos son su gran apoyo desde hace dos años. Juan Valentín, el mayor, vive en Madrid desde que su padre ingresara en prisión en el año 2018. De su madre ha heredado la pasión por el mundo de la cooperación y ha viajado en varias ocasiones para colaborar en proyectos humanitarios en Asia.

Pablo Urdangarín vive en Barcelona desde 2020 después de pasar un tiempo en Alemania y en Francia, donde jugó en varios equipos de balonmano. Es el único que sigue los pasos de su padre en el mundo del deporte y desde el año pasado juega en el Granollers, además de seguir con sus estudios en una Escuela de Negocios en la Ciudad Condal. Miguel Urdangarín terminó el año pasado sus estudios de Ciencias del Mar en Londres y allí podría estar llevando a cabo un postgrado. Irene Urdangarin es la única que vive en Ginebra con su madre y suele acompañarla en sus viajes a Barcelona.

La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin anunciaron su separación en enero de 2022.

¿Iñaki se casará con Ainhoa?

Aunque hace unos meses se rumoreó que doña Cristina podría estar de nuevo ilusionada, son muchas las personas cercanas a ella que han explicado que ahora mismo no tiene ninguna intención de volver a enamorarse. El que sí podría volver a casarse sería su ya exmarido. Iñaki Urdangarin continúa con su vida en Vitoria y sigue manteniendo una relación sentimental con Ainhoa Armentia, a la que conoció en el despacho de abogados en el que ambos trabajaban.

Parece que la pareja estaría ya preparando su nuevo hogar para irse a vivir juntos y no descartarían incluso casarse ahora que los dos están divorciados. En unas semanas, Iñaki Urdangarin perderá la protección oficial de los escoltas que le han acompañado estos años. Una vez firmado el divorcio y comunicado a don Felipe, la información debe llegar al Ministerio de Interior que será el encargado de retirar la seguridad al exmarido de la Infanta.

De Rosario Nadal a Marie-Chantal: recordamos los *looks* de la boda de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin 25 años después

La segunda hija de los reyes Juan Carlos y Sofía confió el diseño y la confección de su vestido a [**Lorenzo Caprile**](https://www.revistavanityfair.es/lujo/moda/articulos/los-rincones-favoritos-de-lorenzo-caprile-yo-me-compro-muy-poquita-ropa-nueva-en-cambio-soy-comprador-compulsivo-de-humana/50746). El creador madrileño ya contó con la confianza en 1993 de [Carla Royo-Villanova](https://www.revistavanityfair.es/galerias/el-estilo-de-carla-royo-villanova-vestidos-looks-novia-lorenzo-caprile), a quien vistió de novia.   **La pieza estaba inspirada en el modernismo catalán, era de corte imperio, escote barco y manga francesa**. Se confeccionó con seda de la casa valenciana Rafael Catalá y viajó en furgón blindado de Madrid a Barcelona días antes de la ceremonia. La cola redonda medía tres metros y un cuarto y estaba labrada con dibujos de lirios, azucenas y estrellas de nieve. El Givenchy nupcial de la princesa Meghan Markle de Reino Unido recuerda al de la infanta.  El torso [Cristina de Borbón](https://www.revistavanityfair.es/realeza/articulos/infanta-cristina-inaki-urdangarin-como-se-conocieron-juegos-olimpicos-atlanta-1996/50799) estaba abrazado por unos bordados vegetales que hacían juego con la tiara de diamantes que tomó prestada de la colección personal de su madre. (Puedes conocer su historia [aquí](https://www.revistavanityfair.es/realeza/articulos/boda-infanta-cristina-urdangarin-joyas-reina-sofia-margarita-pilar-collar/51510)).  Después de las buenas críticas cosechadas por esta obra para su alteza, el creador, que se define con modestia como modista, aseguró que “se me fue la olla. Tenía 29 años”.  De la joya nacía otra: **un velo que estrenó la archiduquesa Isabel Francisca María de Austria en la boda de su hija María Cristina de Habsburgo-Lorena con el rey español Alfonso XII**  que se celebró en la Real Basílica de Nuestra Señora de Atocha el 29 de noviembre de 1879. Este manto de corte triangular fue realizado en Bélgica en tul y bordado con encaje inglés. Lo compró el Museo del Pueblo Español (hoy Museo Nacional de Antropología) en 1981 por 200.000 pesetas y en 1997 le fue prestado a la infanta, que lo prefirió a uno más corto de la reina Isabel II, y que la galería había adquirido en la misma oferta hecha por Josefa Vilahur Ballester.

**Claire Liebaert Courtain** -madre de [**Iñaki Urdangarin**](https://www.revistavanityfair.es/articulos/inaki-urdangarin-respuesta-fotos-mujer-ainhoa-armentia) y a la que parte de la prensa, aprovechando su origen belga, emparentó con la aristocracia del país que reinó Fabiola de Mora y Aragón- vistió de largo, un beneficio que el protocolo otorga a quien acompaña al novio hasta el altar, pese a que el ceremonial se celebró a las 11:00 de la mañana.  El modelo de la hasta ahora suegra de la infanta Cristina era **de monocolor café con leche y estaba formado por una falda recta y una chaqueta de cuello redondo atravesada por una fila de seis botones y detalles de plumas al extinguirse las mangas**. La base de la copa del comedido sombrero estaba recorrida por una cinta de raso en tono más oscuro y rompía, por detrás, en un plumero. La cartera y los zapatos eran del mismo color que el atuendo, destacando sobre el lienzo un collar de perlas gruesas.

**La** [**reina Sofía**](https://www.revistavanityfair.es/articulos/reina-sofia-looks-oscar-de-la-renta-infanta-elena-cristina)**, del brazo de su hijo Felipe, entró en la catedral gótica de la Santa Cruz y Santa Eulalia vestida por Margarita Nuez**. Su modista de cabecera hasta que desaparecía el sol. Para la noche, la emérita ha preferido al italiano Valentino desde el comienzo del reinado de su marido, Juan Carlos I. Este conjunto rosado estaba hecho a medida y en exclusiva por la turolense para la consorte y lo formaba una chaqueta, un cuerpo y una falda. La americana, ajustada remarcando la cintura, contaba con una poco ortodoxa solapa redonda forrada en raso –como el bajo y los puños- y un falso cinturón que se extinguía en un gran botón. **El cuerpo era de escote recto dejando todo el protagonismo a** [**un collar de la joyería romana Bulgari**](https://www.revistavanityfair.es/realeza/articulos/boda-infanta-cristina-urdangarin-joyas-reina-sofia-margarita-pilar-collar/51510) confeccionado en oro amarillo de 18 quilates engarzando una sucesión de tres piedras de color; peridotos, amatistas y topacios La falda de corte midi con una gran abertura lateral dejaba entrever otra a la rodilla.  La reina de origen heleno detesta los sombreros, pero aquel día hizo un esfuerzo y se coronó con una pamelita con cinta berenjena y detalle de plumeti a juego con los salones.

[**La infanta Elena**](https://www.revistavanityfair.es/articulos/infanta-elena-looks-fiesta-nacional-12-octubre) deslumbró con un conjunto en rosa de su colega [**Christian Lacroix**](https://www.revistavanityfair.es/autor/cesar-andres-baciero/1805) y complementos en berenjena, incluida una pamela de rafia que sobrepasaba la anchura de sus hombros y que le tapaba la mitad del rostro convirtiéndola en la más chic del sacramento en todas las encuestas celebradas con posterioridad al evento real. **La chaqueta estaba inspirada en el siglo XVIII español**, que literalmente vuelve chalupa al diseñador francés, jugando con un derroche de picos para remarcar el cuello y la cintura y estaba decorada con botones joya. La falda recta de encaje, rozando las rodillas reales, también era rosada, como los guantes cortos de napa. Los *stilettos*, como los de su madre, eran morados. **Para muchos este 4 de octubre fue el principio de su gran cambio estético**, instigado, según parece, por su entonces marido, **Jaime de Marichalar**.

La presentadora Ana Blanco, que fue una de las encargadas de retransmitir el acontecimiento, destacó que **“una de las mayores aclamaciones las ha provocado la reina Noor de Jordania, a gritos de ‘guapa, guapa’ a su paso”**. La amiga personal de la reina Sofía visitó un conjunto floreado multicolor de [**Chanel**](https://www.revistavanityfair.es/realeza/articulos/infanta-elena-desfile-chanel-marichalar/51462)  de la colección Prêt-à-porter Primavera/Verano 1997 diseñado por Karl Lagerfeld y un abrigo de lana fría de colorines de la misma *maison*. La viuda de Huséin I se cubrió la cabeza con un velo rosado endulzando su alegrísima apuesta.

**La marquesa de Castelldosríus se confeccionó para sí misma, ya que es directora creativa de la marca que lleva su nombre, un vestido de escote redondo y manga corta con la Señera**, bandera autonómica de Cataluña, en cuya capital, Barcelona, se festejó la firma del amor de los duques de Palma (título del que los privó el Felipe VI en 2015). Original como pocas, [**Ágatha Ruiz de la Prada**](https://www.revistavanityfair.es/sociedad/articulos/agatha-ruiz-de-la-prada-luis-miguel-rodriguez-ruptura-entrevista-infidelidad/42289) se tocó con un sombrero *canotier*, dejando cristalino que es mujer cosmopolita y tiene piso en París. Las medias brunas estaban recorridas por una suerte de arbustos que recordaban, en su forma, a la flor de lis, emblema de los Borbones. A la boda de los príncipes de Asturias en 2004 acudió con un traje con los colores de la bandera republicana.

[**La princesa de Preslav**](https://www.revistavanityfair.es/sociedad/articulos/boda-rosario-nadal-kyril-de-bulgaria-vestido-reina-sofia-infanta-elena-cristina/51228) **acudió vestida del diseñador italiano del que fue musa, Valentino Garavani, en el color de la temporada: el lila.** Optó por no llevar sombrero, como la mayoría de damas. Su dos piezas lo formaban una americana de amplias solapas en pico, bajo redondeado  y un único botón metálico y una falda cercana a la minifalda. Como complementos eligió unos originales zapatos y bolso en efecto piel de cocodrilo.

**La mujer de Pablo de Grecia, sobrino de la reina Sofía, recurrió a la siempre exitosa fórmula de combinar abrigo con vestido en tono liso.** Los suyos eran verde, como la esperanza que no pierde su familia política de volver a reinar en el país de los helenos. Las amplísimas solapas del cubretodo morían en un botón forrado con la misma tela, dejando ver el vestido de cuello caja sombreado por un collar de dos hilos de perlas magnánimas. [**Marie-Chantal**](https://www.revistavanityfair.es/lujo/moda/articulos/marie-chantal-miller-estilo-vestidos-valentino/48899) es una de las mujeres más elegantes del planeta y lo demostró en esta boda real con unos complementos sencillísimos en tonos claros, destacando, por su tamaño, la pamelita en la que escondió su media melena rubia americana. Dadas las firmas con las que se relaciona el modelo podría ser de **Oscar de la Renta, Valentino o Chanel.**

En los círculos protocolarios cuentan que en una ocasión la Casa Real tuvo que advertir a la Moncloa de que la primera dama del Estado era la reina Sofía y no [Ana Botella](https://www.revistavanityfair.es/lujo/moda/articulos/invitadas-boda-ana-aznar-isabel-preysler-ines-sastre-reina-sofia/46567), esposa del presidente del Gobierno José María Aznar. **Para esta fiesta, a la que sí estaba invitada, Ana se vistió de verde botella, como su apellido.** El traje de chaqueta destacaba, además de por su tono, por una especie de peplum a la cintura. Lo más probable es que de su diseño y confección se encargase Aby Güemes, modista de confianza de Ana, de su madre Ana Serrano y de su hija Ana Aznar. La madrileña apostó por unas medias blancas en una época en la que ya sólo las religiosas las llevaban demostrando su fuerte personalidad.

**La primogénita de los reyes** [**Carlos Gustavo y Silvia de Suecia**](https://www.revistavanityfair.es/articulos/el-viaje-de-estado-del-rey-juan-carlos-a-suecia-donde-dona-sofia-lucio-por-primera-vez-la-tiara-floral-como-diadema-y-tambien-la-prusiana) **se vistió para la boda de Cristina e Iñaki de un azul tan claro que parecía blanco: el color reservado para la protagonista del día, la novia.** La joven, que acudió acompañada de **Beltrán Gómez-Acebo**, hijo de la infanta Pilar y primo de Felipe VI, se decantó por una chaqueta larga con falsos bolsillos y vestido por encima de la rodilla en una especie de tapizado barroco. Destacaba su sombrero de copa en níveo que le hacía parecer una amazona de otra época.

También te puede interesar:

• Todas las tiaras con las que se han ‘coronado’ las princesas europeas de la generación de Leonor: Elisabeth de Bélgica, Amalia de Holanda e Ingrid de Noruega
• Melanie Griffith y su vida 10 años después de separarse de Banderas: una mansión de estilo español cerca de su hija Dakota, retiros en plena naturaleza y la compañía de su inseparable amiga Jamie Lee Curtis
• El síndrome del impostor de Cary Grant: “un amigo me dijo que siempre quiso ser Cary Grant, y yo le respondí ‘pues ya somos dos”