Yamaha desplazó un nuevo motor a Portimao que Quartararo no pudo probar

La marca de los diapasones, al igual que Honda, se beneficia esta temporada de las ventajas operativas y técnicas aprobadas a finales del curso pasado, para tratar de echar una mano a los fabricantes más necesitados desde el punto de vista de los resultados.

Un aspecto muy beneficioso de estas concesiones es la posibilidad de que los pilotos titulares puedan llevar a cabo jornadas de ensayos privadas, solo limitado por la cantidad de neumáticos disponibles, que, evidentemente, también ha aumentado. Otro, no menos importante, pasa por poder evolucionar el propulsor, que, a diferencia de los constructores sin concesiones, no están congelados.

Desde principio de año, Honda sigue un extenso programa de ensayos, con alrededor de 22 eventos privados que, sin embargo, difícilmente llegarán a cumplirse. Básicamente, porque las ayudas a las dos firmas niponas se recalcularán durante el parón veraniego, en función de los resultados obtenidos hasta entonces.

Hasta el momento, quien más partido ha sacado a esas concesiones ha sido Luca Marini, que antes del Gran Premio de Portugal estuvo rodando en Jerez, para tratar de acelerar su adaptación a la RC213V. Yamaha no fue tan agresiva de entrada. La compañía de Iwata marcó una hoja de ruta con el calendario europeo como referencia.

Fabio Quartararo, Yamaha Factory Racing

Fabio Quartararo, Yamaha Factory Racing

Foto de: Gold and Goose / Motorsport Images

De esta forma, Fabio Quartararo y Alex Rins permanecieron en Portimão, el lunes posterior a la última carrera, con la finalidad de mejorar las prestaciones del prototipo que, hasta el momento, no ha permitido que ni el francés ni el español terminen entre los cinco primeros en ninguna de las dos citas celebradas hasta la fecha. Uno de los aspectos que en los últimos años más ha lastrado a Yamaha es la falta de pegada del propulsor de sus motos. De hecho, en ese sentido se contrataron los servicios de Marmotors, la consultora de Luca Marmorini, un reputado ingeniero especialista en motores, conocido por su paso por Ferrari y Toyota, en la Fórmula 1, y Aprilia, entre otros.

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En Portimão, tras cruzar la meta el séptimo, a Quartararo se le preguntó si podía dar alguna pista de los elementos que debía probar al día siguiente. “Esperemos poder probar varias cosas. Creo que tenemos muchísimas piezas. Confiemos en que le tiempo nos respete. No sé si puedo decir qué probaremos exactamente, de modo que prefiero no decir nada”, convino el Diablo.

Alex Rins, Yamaha Factory Racing

Alex Rins, Yamaha Factory Racing

Foto de: Gold and Goose / Motorsport Images

Según ha podido saber Motorsport.com, uno de los componentes más relevantes que el corredor de Niza iba a probar es una nueva especificación de motor. Se trata de una especificación distinta a la que han empleado hasta ahora, pero con la configuración de cuatro cilindros en línea, característica de Yamaha. En ningún caso un V4, que no parece encajar en los planes de la fábrica japonesa, al menos a corto plazo.

No obstante, el mal tiempo que hizo ese lunes en la zona del Algarve, especialmente el fuerte viento, impidió que Quartararo y Rins completaran el programa previsto. El campeón del mundo de 2021 solo pudo dar seis vueltas, las mismas que su nuevo compañero. En esas condiciones, los técnicos de Yamaha optaron por no montar el nuevo motor en la moto de Quartararo, y dejar su evaluación para más adelante. Está por ver, en cualquier caso, si esa unidad de potencia se incorporará en las motos del #20 y el #42 este mismo fin de semana, en Austin.

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