Prueba del Aston Martin DB12 Volante: un GT para volar sobre el asfalto

Es habitual que las versiones descapotables de los coches deportivos no sean tan buenas como las originales. Sí, es un punto positivo poder disfrutar de sus cualidades a cielo abierto, pero a menudo esto hace que el rendimiento en carretera no sea tan bueno. Ahora bien, esta prueba del Aston Martin DB12 Volante me ha dejado claro que no siempre debe ser así.

Es innegable que Aston Martin está trabajando con intensidad en los últimos años. Tras un aumento de la inversión, hemos visto cómo se han concebido modelos como el DBX707 y recientemente se desveló el nuevo Vantage. Eso sí, algunas claves de este último modelo provienen del Aston Martin DB12, su nuevo GT de referencia.

Hablamos del sustituto del DB11, un coche que ya se presentó el año pasado y que pudimos probar como uno de los primeros medios acreditados para ello. Si aún no lo has hecho, te invito a que leas la prueba del DB12 aquí, pero ya te adelanto que me dejó muy buenas sensaciones. Ahora bien, su antecesor contaba con una versión descapotable y aquí no estaba presente… Hasta ahora.

Me encuentro con el DB12 Volante, apellido que identifica a los modelos descapotables de la firma británica. A simple vista, es un coche espectacular, pero lo cierto es que no hay muchas sorpresas una vez que ya se ha mostrado al mundo la versión coupé convencional. Aquí están presentes las mismas claves que las de aquel coche, pero eso no es nada malo.

En el apartado de diseño, la apariencia es muy similar a la del DB11 (y su variante descapotable) y, de hecho, la trasera es idéntica. Así, el mayor cambio está en el frontal, que aumenta su agresividad con una parrilla más grande, nuevos paragolpes y faros, así como con una mayor altura. Con todo, es un coche más imponente.

Además de todo esto, también hay unas nuevas llantas de aleación de 21″ envueltas en unos neumáticos Michelin Pilot Sport S 5 AML de 275/35 ZR21 delante y 325/30 ZR21 detrás. Es lo mismo que puedes ver en el coupé, con unas gomas que se han ajustado en especial para este modelo.

Aun así, antes de que me abandones al pensar que no tengo nada nuevo que contarte, lo cierto es que sí hay algo del diseño del Aston Martin DB12 Volante que llama la atención y que no verás en el modelo convencional. Hablo, cómo no, de la capota de lona. Según la firma, tarda 14 segundos en abrirse y 16 en cerrarse, así como cuenta con ocho capas de aislamiento.

Prueba del Aston Martin DB12 Volante

Esto último es lo que te permitirá disfrutar del habitáculo con el cielo como techo o con un silencio similar al del coupé si decides cerrarlo. Y no, no lo digo porque sí. Te aseguro que las capas de aislamiento se notan al cerrar el techo y casi parece que vayas en el convencional, aunque este no sea tan bonito para mí con la capota puesta.

Sin duda, te recomiendo abrir el techo en todas las ocasiones en las que sea posible, ya que así podrás disfrutar de un interior del DB12 Volante que, como ya mostró el coupé, supone un gran paso adelante para la marca. Si bien hasta ahora era habitual encontrar en la compañía de Gaydon habitáculos algo anticuados, ahora hay algo mucho mejor.

En esta ocasión, la estampa tradicional de la marca se ha dejado de lado y ahora destacan novedades como un cuadro digital de 10,25” y una pantalla central de infoentretenimiento de las mismas dimensiones. Además, hay botones para manejar cuestiones como el climatizador, modos de conducción, sonido del escape, dureza de la suspensión… Muchas marcas deberían tomar nota de ello.

Asimismo, como era de esperar, otra de las claves del habitáculo de este modelo es la sensación de lujo y calidad que transmite. El cuero está muy presente, así como el aluminio en elementos como las levas tras el volante. Incluso hay madera, algo muy poco habitual hoy en día y que hace que te sientas de maravilla sentado en el interior. Eso sí, te sentirás mucho mejor al conducir.

¿Cómo se conduce?

Prueba del Aston Martin DB12 Volante

Dado que hablamos de un GT, conducir el DB12 Volante también debe ser una experiencia positiva en trayectos convencionales y en un ritmo relajado. Esto es algo que se cumple con creces, ya que se trata de un modelo que transmite mucha suavidad desde el primer momento en su respuesta del motor, tacto de la dirección y tarado de la suspensión.

Aunque este sea un coche con aptitudes deportivas, lo cierto es que no es una tortura circular con él por núcleos urbanos con el asfalto destrozado por los muchos autobuses que circulan por la zona a lo largo del día. Esto no es algo que puedan decir todos los modelos con unas capacidades similares a este.

De esta forma, lo único a lo que te tendrás que acostumbrar es a las dimensiones del DB12 Volante, que pueden complicarte la vida si quieres pasar por calles más estrechas. Mide 4.725 mm de largo, 1.980 mm de ancho y 1.295 mm de alto. No es precisamente un utilitario, pero cumplirá bien para hacer cualquier recorrido convencional de forma relajada. El problema es, eso sí, que no querrás relajarte.

En los primeros minutos a bordo de este GT británico te puede sorprender lo civilizado que es, pero el sonido de su V8 biturbo de origen AMG con 680 CV y 800 Nm de par se hace notar incluso en el modo GT de conducción. Se trata de un rugido atractivo y que te invita a hundir un poco más el pie derecho. ¿Y si lo haces? La historia cambia por completo.

Prueba del Aston Martin DB12 Volante

Al pisar a fondo es cuando se desata la sorprendente potencia que se percibe al conducir el DB12 Volante. Especialmente a partir de 5.000 rpm, el empuje se vuelve firme y el sonido te envuelve con independencia de la posición en la que hayas dejado el techo, haciendo que sientas una emoción adictiva. Eso sí, es una emoción ajustada a lo que uno espera de un coche de la firma de Gaydon.

Me explico: aunque la entrega de potencia es espectacular, no es tan brusca como la de otros deportivos, sino que es más lineal. Es algo diferente a lo que puede ofrecer, por ejemplo, un Mercedes-AMG GT. Eso sí, no te creas que este es un coche menos entretenido, ya que te deja boquiabierto con sus capacidades.

Al hundir el pie derecho, las revoluciones suben y el par no parece tener fin, algo que combina de maravilla con un cambio automático de ocho velocidades que va de maravilla por defecto y que también cumple bien en modo manual. Eso sí, agradecería que el tacto de las levas al cambiar de marcha no fuera tan suave, pero eso son cosas mías.

En realidad, pocas pegas se pueden poner a la conducción y esto también se aplica a las curvas, donde uno esperaría que una versión descapotable mostrase debilidades. No obstante, me sorprende la poca diferencia que existe entre esta versión y la coupé. Los frenos tienen una gran efectividad, el eje delantero entra en las curvas al instante y la estabilidad es sorprendente en todo momento.

Según Aston Martin, han trabajado mucho en compensar la falta de techo con diversos refuerzos. Es así, por ejemplo, con un refuerzo transversal del motor. Por ello, la conducción no presenta grandes diferencias y tampoco se dejan notar realmente los poco más de 100 kg que ha ganado esta versión (1.898 kg el Volante y 1.788 kg el convencional).

Prueba del Aston Martin DB12 Volante

Así, esta nueva variante me confirma lo que ya pensé en su momento con el DB12 normal: qué buen coche ha hecho Aston Martin. Más allá de las novedades tecnológicas y estéticas, se trata de un GT que equilibra de maravilla la comodidad y la deportividad. Si no quieres decantarte más por una u otra cualidad, pocas opciones hay mejores, porque te dará siempre lo que necesites y no te decepcionará.

Con todo, esta prueba del DB12 Volante me demuestra que una configuración sin techo puede ser buena si realmente se configura bien. Sin duda, es un gran coche para conducir, aunque seguiría decantándome por el coupé por dos defectos que le veo a esta versión: su pequeño maletero (206 litros frente a los 262 del coupé) y la instrumentación digital, que no se ve demasiado bien cuando le da el sol.

Precio y rivales

Sin tener en cuenta elementos opcionales que pueden subir con creces la factura, el precio del Aston Martin DB12 Volante es de unos 246.537 euros. Sin duda, una cifra cercana a las de rivales como el Ferrari Roma Spider, que se ofrece por unos 250.000 euros. Mientras tanto, otros como el Bentley Continental GTC pueden ascender a unos 290.000 euros.