La infusión milenaria que reduce el nivel de triglicéridos, fortalece el sistema inmunológico y mejora la piel

Tomar una infusión ofrece numerosos beneficios para nuestra salud por su aporte de vitaminas y nutrientes. Y entre la gran variedad existente, aparece una poca conocida que entre sus beneficios se encuentra la reducción del nivel de triglicéridos.

Esta infusión milenaria ha sido objeto de estudio por parte de investigadores, quienes han encontrado que su consumo regular puede además fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la salud de la piel.

Cuál es el delicioso té milenario que está lleno de beneficios para la salud 

Se trata del té de granada, una infusión de muchos años de historia que ha estado presente en diversas culturas a lo largo de la historia. En la actualidad, está cobrando cada vez más relevancia en nuestra rutina alimentaria.

Originaria de Persia y trasladada por los fenicios a los países del Mediterráneo, la granada es una fruta valorada por su textura rugosa y su parte carnosa repleta de pequeñas semillas rojizas.

Según informa un artículo en el portal de la Universidad de Harvard, el té de granada no solo promueve la relajación, sino que también puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar diabetes o enfermedades cardiovasculares, como amplía el sitio Harvard Men’s Health Watch.

Entre sus principales aportes para la salud, la infusión de granada se destaca por lo siguiente:

• Los compuestos antioxidantes y antiinflamatorios presentes en el té de granada pueden ayudar a aliviar el dolor y la irritación en la garganta, proporcionando alivio en caso de inflamación o infección.
• La acción diurética del té de granada puede contribuir a regular la presión arterial, ayudando a mantenerla dentro de niveles saludables y reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
• Consumir té de granada regularmente puede ayudar a mejorar los perfiles lipídicos al reducir los niveles de triglicéridos y aumentar los niveles de colesterol HDL, conocido como el “colesterol bueno”.
• Las propiedades astringentes y antiinflamatorias de la granada pueden ayudar a reducir la inflamación en el tracto gastrointestinal, aliviando los síntomas de la diarrea y la disentería.
• El té de granada puede contribuir a prevenir y tratar afecciones bucales como la gingivitis, periodontitis y estomatitis, gracias a sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias.

• Los compuestos antiinflamatorios presentes en el té de granada pueden ayudar a reducir la inflamación y el dolor asociados con la artritis y la gota, mejorando la calidad de vida de quienes padecen estas condiciones.
• La acción diurética y antioxidante del té de granada puede contribuir a la eliminación de toxinas y la reducción de la retención de líquidos, facilitando la pérdida de peso cuando se combina con una dieta equilibrada y ejercicio regular.
• Los antioxidantes presentes en el té de granada pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, protegiendo el cuerpo contra enfermedades e infecciones.
• Los compuestos antioxidantes del té de granada pueden ayudar a proteger la piel contra el daño causado por los radicales libres.
•  Algunos estudios sugieren que los antioxidantes presentes en el té de granada pueden ayudar a proteger contra el deterioro cognitivo asociado con el Alzheimer, aunque se necesitan más investigaciones para confirmar estos beneficios.

Cómo preparar el té de granada: qué ingredientes se necesitan para esta exquisita infusión

Para preparar el ascendente té de granada, serán necesarios los siguientes ingredientes:

• 10 gramos de piel de granada.
• 1 taza de agua. 

La preparación de la infusión, paso a paso, se realiza de la siguiente manera:

• Colocar los pedazos de cáscara de granada en una cacerola con agua y llevar a ebullición.
• Una vez que el agua esté hirviendo, dejar que las cáscaras de granada burbujeen durante aproximadamente 5 minutos y luego apagar el fuego.
• Tapar la cacerola y permitir que el té repose durante otros 5 minutos.
• Después de que el té se haya enfriado, puedes disfrutarlo bebiéndolo de 2 a 3 veces al día.

Antes de realizar o modificar un plan alimenticio, se recomienda consultar con un especialista.