El buen menú: ingredientes para una alimentación sostenible y saludable

¿Cómo podemos estar sanos si nuestro planeta está enfermo? Es la pregunta que se hicieron los responsables de WWF al observar cómo crece cada día más la preocupación de las personas por tener una dieta saludable. Hay múltiples opciones: dietas bajas en grasas, con menos calorías, sin alimentos ultraprocesados, vegetariana, vegana…

¿Cuál es la mejor? Los médicos aseguran que hay una dieta para cada ser humano y por eso aconsejan consultar a un nutricionista. Pero sí es cierto que hay ingredientes que permiten elaborar menús saludables a la vez para el ser humano y para el planeta.

WWF ha elaborado un documento en el que se encuentran los principales datos del impacto del sistema alimentario en nuestra salud y en la del planeta, así como soluciones que se pueden aplicar para contribuir desde los hábitos diarios a reducir los impactos de la alimentación en el planeta.

Según los cálculos de WWF, el 30% de la energía que se produce en el planeta se emplea en el sistema alimentario, el 70% del agua se destina al riego de cultivos y el 40% de la superficie terrestre está dedicada a la agricultura y la ganadería.

“Nuestra salud está directamente ligada a la de la naturaleza y la de los animales que nos rodean, tenemos ‘Una Sola Salud’. Y la mejor forma de cuidarla es elegir un menú sano y sostenible”, destaca.

Escoger una alimentación sostenible y saludable, conduce a gozar un mundo sano con gente sana, y ese, según la ONG, ha de ser el objetivo en un momento de crisis ambiental como el actual. El trabajo cuenta con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Sobrepeso y desnutrición

¿Qué es una dieta sostenible? Según el informe, “aquella que genera un impacto ambiental reducido, que contribuye a la seguridad alimentaria y nutricional y a que las generaciones actuales y futuras lleven una vida saludable. La que protege y respeta la biodiversidad y los ecosistemas, es culturalmente aceptable, accesible, económicamente justa y asequible, nutricionalmente adecuada, inocua y saludable, y optimiza los recursos naturales y humanos”.

En el mundo 1.900 millones de personas sufren sobrepeso, y 783 millones, desnutrición crónica. “Los hábitos alimentarios actuales contribuyen a fomentar la obesidad. Una dieta desequilibrada aumenta el riesgo de padecer enfermedades de corazón, diabetes o cáncer”, recoge el texto.

“En la Unión Europea (UE), cerca de dos millones de personas mueren al año por enfermedades atribuibles a una alimentación inadecuada. En España, más de 2.000 millones de euros al año del presupuesto sanitario se destinan a tratar enfermedades relacionadas con la mala alimentación”, añade.

Más: El sistema alimentario es responsable del 34% de las emisiones de gases de efecto invernadero, el 24% de la superficie total de España está contaminada por nitratos de origen agrario, y la UE es responsable del 16% de la deforestación tropical vinculada al comercio internacional de productos básicos como la soja o el aceite de palma.

“Si todo el mundo viviese como la población española, necesitaríamos 2,8 planetas para satisfacer la demanda de recursos naturales. Aunque no todo corresponde a los alimentos, el dato muestra que estamos viviendo por encima de los límites planetarios”, apuntan los autores, que resaltan también que en Europa y Estados Unidos se come de media muchas más de las 2.500 calorías recomendadas.

Pero es que, además, la huella de carbono del consumo de carne es muy elevada, muchísimo más que el consumo de vegetales. Evitar los alimentos procedentes de lavandería industrial es el principal consejo en este punto. Otro fundamental es evitar tirar comida a la basura: en España se desperdician cada año más de 1.245 millones de kilos de alimentos.

Las ‘sugerencias del chef’

Según la ONG, las ‘sugerencias del chef’; esto es, los principios del buen menú para conseguir personas más sanas y, a la vez, un planeta más sano, son los siguientes:

–Comer más vegetales. Disfrutar de verduras, fruta, cereales y legumbres.

–Comprar alimentos certificados. De agricultura ecológica o comercio justo.

–Comer menos carne. Más vale calidad que cantidad. Elegir de pastoreo y probar otras fuentes de proteínas como legumbres y frutos secos.

–Comer más variedad. Un plato variado sabe mejor.

–Comer menos alimentos procesados. Suelen contener niveles altos de grasas, azúcar y sal.

–No malgastar alimentos. Planificar mejor las compras para no tirar nada.

–Comprar local. Elegir alimentos locales y de temporada.

Macrogranja industrial en Castillejar (Granada). / EFE / Greenpeace España

El texto incluye también consejos dedicados a los diferentes sectores implicados en el sector alimentario. ¿Que puede hacer cada uno de ellos? Lo siguiente:

–Sector agrario. Elegir buenas prácticas a pie de campo, como las de producción ecológica.

–Industria. Asegurar el empleo de materias primas y alimentos producidos de manera respetuosa con la naturaleza y las personas. Ofrecer precios adecuados a productores y productoras.

–Distribuidores. Incluir variedad de alimentos sostenibles a precios adecuados en los lineales e informar a su clientela de aspectos ambientales y nutricionales.

–Restauración. Ofrecer y dar relevancia a los menús sostenibles a precio asequible.

–Administraciones. Impulsar políticas de apoyo a dietas sostenibles, considerando todos los eslabones de la cadena e incluyendo herramientas como la compra pública responsable en comedores públicos, políticas agrarias adecuadas o sensibilización a consumidores y consumidoras.

–Organizaciones y profesionales de la nutrición, salud y consumo. Considerar en las recomendaciones nutricionales los aspectos ambientales.

Informe de referencia: https://wwfes.awsassets.panda.org/downloads/el-buen-menu-wwf_1.pdf

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: [email protected]

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