¿Por qué a veces olvidamos lo que estamos por hacer? Un neurólogo explica cómo funciona el cerebro y qué es lo que pasa cuando no recordamos cosas de nuestra vida diaria

¿Alguna vez estabas caminando con un propósito claro en mente, para luego pararte en seco, incapaz de recordar qué estabas haciendo? Detrás de estos pequeños olvidos de nuestra vida diaria hay una explicación científica que radica en el complejo funcionamiento del cerebro.

El neurólogo Saul Martínez-Horta, especialista en neuropsicología, explica cómo este hecho que afecta a la salud de cada ser humano. A continuación, te contamos por qué ocurre esto en situaciones cotidianas de nuestro día a día.

Cómo funciona el cerebro: ¿por qué olvidamos pequeños hechos en la vida cotidiana, según un experto en neuropsicología?

Según La Vanguardia, el neurólogo Saul Martínez-Horta, reconocido por su trabajo en el Hospital de Sant Pau y su liderazgo en la Unidad de Neuropsicopatología del Centro de Diagnóstico e Intervención Neurocognitiva, profundiza sobre estos olvidos sobre nuestra memoria en su libro “¿Dónde están las llaves?”.

A través de su investigación, ilustró y dejó por sentado cómo la memoria prospectiva, esencial para planificar y recordar acciones futuras, puede verse afectada por interrupciones inesperadas, lo que explica por qué olvidamos estos hechos cotidianos.

En su libro, el doctor neuropsicólogo aborda varios puntos a tener en cuenta:

Definición de memoria prospectiva: es el proceso que nos permite recordar realizar acciones en el futuro, como recordatorios mentales para tomar medicación o realizar compras específicas.

Impacto de las distracciones: según Martínez-Horta, “normalmente lo que nos hace olvidar lo que debemos hacer es la saturación del sistema y la distracción mediada por otro acontecimiento”.Esto significa que nuestras mentes, cuando están saturadas o interrumpidas, pueden perder fácilmente el hilo conductor de nuestras intenciones originales.

Martínez-Horta enfatiza que estos pequeños olvidos son comunes y mayormente benignos, producto de la “saturación del sistema y la distracción mediada por otro acontecimiento”.

Además, brinda un par de ejemplos cotidianos de lo que él entiende de estos olvidos pequeños y comparte la explicación neurológica:

• Situación: si vas a la cocina por un tenedor y alguien te pide que le pases el celular, este nuevo pedido puede hacer que olvides tu objetivo inicial.

“La pérdida del orden sería consecuencia de que la irrupción de una orden nueva la habría situado por encima de la que habíamos elaborado primero, y que se habría esfumado de la memoria de trabajo”, explica el experto.

Alimentación y memoria: ¿qué comer para potenciar tu cerebro?

Lizzie Bertrand, nutricionista dietista diplomada del Sistema de Salud de Mayo Clinic en St. James, Minnesota, enfatiza la importancia de una dieta rica en determinados alimentos para mejorar la función cerebral y la memoria.

A través de su experiencia y conocimientos, Bertrand proporciona recomendaciones específicas sobre qué incluir en nuestra dieta diaria para mantener y potenciar nuestras capacidades cognitivas.

Frutas y verduras: incluir una variedad de frutas ricas en antioxidantes, como bayas y uvas, que protegen el cerebro del daño oxidativo y previenen la demencia. Además, recomienda verduras como las remolachas, que aumentan el flujo sanguíneo al cerebro, y hortalizas de hoja verde oscura, que son fuentes importantes de antioxidantes y folato.

Cereales integrales y legumbres: son esenciales por su aporte de carbohidratos complejos, que proporcionan un suministro constante de glucosa al cerebro, vital para su funcionamiento. La avena y los garbanzos son destacados por su contenido en folato y vitaminas B, que ayudan a mejorar la memoria.

Pescados y mariscos: el salmón y otros pescados grasos son ricos en ácidos grasos omega-3, conocidos por mejorar la memoria y la salud cerebral en general. Los mariscos, por su parte, son excelentes fuentes de vitamina B12, crucial para prevenir la pérdida de memoria.

Grasas saludables y especias: el aceite de oliva extra virgen y los frutos secos como las nueces aportan grasas saludables que benefician el cerebro. Además, especias y semillas como el cacao, el romero y la menta no solo mejoran el flujo sanguíneo y la concentración, sino que también proporcionan antioxidantes esenciales para la salud cerebral.

Se recomienda consultar a un especialista antes de hacer cambios en tu dieta.