El megascooter futurista definitivo creado para desbancar a todos sus rivales, el increíble Suzuki G-Strider, la lástima es que nunca pasó de ser un prototipo
El Suzuki G-Strider fue un futurista scooter-moto que nunca llegaría a la serie.
Ya han pasado veintiún años desde que en el salón de Tokio de 2003 Suzuki decidió dar la sorpresa y mostrar lo que para ellos era el megascooter definitivo.
Todos recordamos la increíble Suzuki Nuda, la FalcoRustyco o la Stratosphere, diseños increíbles que, por desgracia, nunca llegaron a ser modelos comerciales.
Pues lo mismo ocurrió con este Suzuki G-Strider, un diseño fantástico que bebía de la estética de las motos deportivas y futuristas Nuda y FalcoRustyco, pero que era un híbrico a caballo de moto y scooter.
Tenía un aspecto fantástico; las llantas de 17" la acercaban al concepto moto. Suzuki
El Suzuki G-Strider era un nuevo tipo de scooter inspirado en el cómic manga, una especie de moto de Akira, pero real, un scooter-moto muy bajo, con motor bicilíndrico twin derivado del utilizado en el megascooter Burgman 650, aunque totalmente remozado.
Entre sus cualidades, no demostradas dinámicamente, podemos destacar una posición de conducción cómoda, una manejabilidad en parado muy buena por su escasísima altura de asiento y una dinámica de marcha óptima gracias a su suspensión delantera alternativa.
El piloto iba sentado muy bajo. Suzuki
El G-Strider era un scooter bajo y alargado en el que el piloto se sentaba muy estirado y con los pies por delante, una categoría de vehículo que en anglosajón denominan FF, Feet Forward, con los pies por delante.
La G-Strider tenía una longitud total de 2.445 mm, era muy larga, una anchura de 710 mm y una altura de 1.170 mm. El motor bicilíndrico de ciclo 4T tenía refrigeración líquida, 8 válvulas, culata con doble árbol de levas y un cambio automático-sequencial (SECVT) del mismo tipo que el montado en la Burgman 650, y su cilindrada había subido desde los 650 c.c. originales hasta los 916 c.c.
Lo que más le acercaba a una moto era que disponía de llantas de 17", en lugar de las más habituales de 15”, por lo que la dinámica de marcha hubiese sido más de moto que de scooter, a pesar del aspecto de sus fibras.
La suspensión delantera era alternativa. Suzuki
En su afilada estética y picudo frontal destacaba una suspensión delantera alternativa con un basculante de doble brazo y dirección en el cubo de la rueda delantera, como en una Bimota Tesi.
Para frenar equipaba un doble freno de disco delantero lobulado y con pinzas Tokico de anclaje radial –que se acababan de estrenar en las Suzuki GSX-R 1000 y Kawasaki ZX-6R-.
La instrumentación era totalmente digital y estaba integrada en el mismo manillar, carenado como si fuese un scooter, aunque en aquel momento no se difundieron detalles sobre ello.
Es una pena que el Suzuki G-Strider no llegara finalmente a la serie, una moto muy adelantada a su tiempo que tenía muchas papeletas de ser un best seller, y es que las moto-scooter actualmente tienen mucha aceptación en nuestro mercado. Llegó demasiado temprano...