España sigue a lo suyo: disfrutar y divertirse
Fabián, Lamine Yamal, Pedri y Le Normand celebran el gol del primero.
'Eurodiarío', por Juan Ignacio Gallardo.
España sigue a lo suyo. Creo que más que pensar en ganar la Eurocopa, lo que más les apetece a los chicos de Luis de la Fuente es disfrutar, divertirse en cada partido. Como si estuvieran en la plaza del barrio o en la pantalla de la 'play'. Y ese, sin duda, es el camino más correcto para alcanzar los más grandes objetivos.
Pese a la inquietud inicial del 0-1 (en un torneo cuyo Pichichi se llama 'owngoal' sólo faltaba que nosotros no aportáramos alguna diana en propia puerta), España me volvió a gustar. Mantuvieron la compostura y su carácter pese a la inesperada situación de verse por detrás en el marcador. Es algo que se trabaja en los entrenamientos, porque ante este tipo de equipos implica un aparcamiento inmediato del autobús rival en el área. Aunque Mamardashvili tenía edificada una muralla frente a él, nada fácil de abrir, vimos una España reconocible, con ganas de mandar en el partido. La serenidad y la insistencia de 'La Roja' tuvieron premio: Rodri y Fabián lograron romper la muralla y le dieron la vuelta a un partido cuyas espinas estaban escondidas en los contragolpes georgianos. Pero llegó Nico Williams, el más listo de la clase, y selló la tranquilidad necesaria usando ese mismo recurso de la contra eléctrica y letal. Ya con la tarjeta de embarque a cuartos de final en la mano, España intensificó el bombardeo y Dani Olmo cerró la goleada.
La tarde había empezado con Bellingham erigido en salvador del imperio británico. Cuando Inglaterra estaba a punto de caer otra vez por el abismo de la mediocridad, el madridista se sacó de la chistera una chilena que vale un título de 'Sir' como mínimo. Los ingleses salvaron los muebles y ahora se verán (por la parte amable del cuadro) con la venenosa Suiza.
Hoy, turno para Francia y Portugal. Nosotros volvemos el viernes contra Alemania y contra Kroos. Sin miedo.
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