Nico y Lamine Yamal siembran el pánico en Alemania

Lamine y Nico bailan tras la exhibición ante Georgia.

Sus nombres están en boca de todo el mundo tras el partidazo ante Georgia y en vísperas de los cuartos ante la anfitriona.

Son la sensación de la Eurocopa. Sus nombres están en los medios de todo el mundo. Los alemanes, rivales de España el viernes en Stuttgart con las semifinales en juego, lo tienen claro: son el terror de Alemania. Son Nico Williams y Lamine Yamal.

Un chico de 21 años y un niño de 16 se han adueñado de la Euro. Partido a partido de España, sus extremos son aguijonea que atormentan a sus rivales. El partido ante Georgia elevó un grado más la sensación de que esta España de extremos de toda la vida tiene en ellos una hermandad capaz de cualquier cosa.

Porque lo que han montado Nico y Lamine Yamal va más allá del verde. En Colonia dejaron imágenes que dan la vuelta al mundo. El juego de piedra, papel y tijera o el baile después del 3-1 fueron la expresión de una conexión que es diaria.

Nico y Lamine Yamal se pasan el día juntos. Son inseparables, con Fermín como tercer elemento. Piques y piques en la play, paseos en bici, excursión en busca de un viejo campo de fútbol abandonado... Son las aventuras en Alemania de los dos chavales que provocan terror en sus rivales, incluida la poderosa Alemania que pone casa en la competición.

De lo que puede pasar en Stuttgart, los medios alemanes avisan desde ya a Kimmich y Raum de que la tarde puede ser peliaguda para ellos.

Croatas, italianos y georgianos pueden dar fe de que la España de hoy tiene poco que ver con la de no hace demasiado tiempo. Aunque sus datos de posesión de balón sean casi siempre superiores al del rival, lo que es evidente es que la verticalidad es muy distinta. El partido ante Georgia se movió en un esquema del rival muy parecido al de Marruecos en Doha. La posesión de España también, más allá del 70%. La diferencia fue que en el Education City los remates de España se contaron con los dedos de una mano y en Colonia fueron 35, récord del torneo. Y gran parte de la explicación reside en lo que esta idea de Luis de la Fuente tiene en los extremos.

La sociedad que nación en septiembre en Georgia, el día que debutó y marcó Lamine Yamal, explicó al mundo ante los georgianos que el presente y el futuro es suyo. "Ahora me va a tocar aguantarle toda la semana porque ha marcado", bromeaba Lamine Yamal tras el partido, un ejemplo de lo que han construido entre ellos desde aquel viaje a Tiflis. "El hijo debe respetar al padre", contaba Nico en MARCA, una de esas puyas que se tiran a diario para alegría también de los veteranos que entienden bien lo que la selección tiene en ellos.

Mientras, el mensaje que sale desde la selección española es de prudencia. La satisfacción es evidente y los mensajes de que se puede ganar a Alemania también. Pero para nada afronta ese partido desde una sensación de superioridad. La tarea es hercúlea, porque derrotar a Alemania en su casa es siempre algo para elegidos, más en una fase final. Pero eso son Nico Williams y Lamine Yamal, unos elegidos.

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