"Ya llegué por ti, ya nos vamos"; Nora y Fernanda finalmente encuentran la paz que tanto anhelaban

Luego de años de angustia y desesperación, finalmente la búsqueda de Nora terminó, logró encontrar los restos de su hija Fernanda, quien desapareció el 2 de octubre de 2018, día en que la desesperada madre emprendió una  desgarradora cruzada solitaria.

Pasaban los días, semanas y meses y su esperanza de encontrar a Fernanda con vida se volvía poco a poco un desaliento, pero en lugar de ceder ante la tristeza Nora decidió enfrentar esa búsqueda con coraje y valentía.

Así un día decidió formar un colectivo de búsqueda de desaparecidos en Cajeme, Sonora, transformando su dolor en acción y solidaridad, poco a poco reunió a personas que pasaban por el mismo dolor y construyó un refugio de amor y esperanza en medio del vacío que dejó la ausencia de su hija Fernanda.

Pasaba el tiempo y día a día Nora renovaba su compromiso de encontrar a su hija, sin importar las condiciones y obstáculos que se pudiera encontrar en el camino, recorriendo así caminos, calles y callejones, buscando entre escombros y campos, pidiendo cada día una luz que pudiera guiar de regreso a casa.

Pasó años sin saber nada de su querida Fernanda, cada día volvía a casa con el cuerpo cansado y alma destrozada, pero se aferraba a la promesa que se hizo a sí misma y a su hija, no descansar hasta encontrarla y abrazarla de nuevo.

Tras dos años de búsqueda, Nora tuvo que enfrentar la cruda realidad, aquel fatídico 2 de octubre de 2020, la madre rastreadora encontró los restos de su hija Fernanda en una tumba clandestina, un descubrimiento que le partió el corazón en mil pedazos.

Con manos temblorosas y sus ojos llenos de lágrimas, Nora tomó fuerzas y desenterró cada fragmento del cuerpo de su hija, el dolor amenazaba con consumirla, pero ella se aferró a la idea de que de alguna manera encontraría la paz.

La lucha no terminó ahí, Nora quería la verdad y justicia para su hija Fernanda, luchó contra obstáculos que las autoridades pusieron en el camino, pero finalmente cumplió la promesa de llevar a su hija de regreso a casa, cuerpo y espíritu.

“Ya llegué por ti, ya nos vamos”, fueron las palabras que Nora mencionó a su hija Fernanda, quienes finalmente encontraron la paz que tanto anhelaba, unidas para siempre en el eterno abrazo del amor.