Wembanyama no tiene límites

Con sus 20 años y sus 224 centímetros de altura y 244 de envergadura; con ese cuerpo de fideo alienígena que según algunos no iba a aguantar el ritmo de la NBA (spoiler: lo está aguantando) y siempre con la respuesta correcta (intuitiva, educada, ocurrente) para demostrar que no solo se preparó físicamente para el desembarco ultra mediático que le esperaba en Estados Unidos, Victor Wembanyama está haciendo algo que era verdaderamente difícil: estar a la altura. La expectativa era tan alta, las cuentas que se habían hecho habían sido tan exageradas, que solo parecer tan bueno como se creía que podía ser ya es muchísimo. Objetivo más que cumplido en un primer año en el que ganará el premio de Mejor Rookie y en el que ha sabido ir a más: aprendiendo cosas nuevas, añadiéndolas a un arsenal infinito, madurando más rápido de lo que parecería lógico y adaptando su resistencia física, problemas con los tobillos incluidos, para superar el temido rookie wall, el agotamiento que sacude a los novatos en el último tercio de temporada por pura falta de costumbre.

Contra los Nets, Wemby acabó con 33 puntos, 15 rebotes, 7 asistencias y 7 tapones. Anotó 13 puntos entre el último cuarto y la prórroga, demostró que su juego de 2×2 con Devin Vassell abre ya muchas puertas, sin más inventos, y coronó con sus highlights el triunfo 15 de los Spurs (15-53). Tiene que ganar otros cinco partidos en los catorce que le quedan a su equipo para evitar la peor marca en la historia de la franquicia. Visto como juega, en San Antonio pueden mandar todo eso al baúl de las anécdotas. Sus medias son de 20,8 puntos, 10,4 rebotes, 3,5 asistencias y 3,5 tapones. Esos números en una temporada completa solo los han alcanzado, y en sus tramos de esplendor (no en su estreno en la NBA), Kareem Abdul-Jabbar y Hakeem Olajuwon. Dos veces cada uno. Y nadie más.

Además, apila ya cinco partidos con al menos 20+10+5+5, y es el único rookie con uno de 30+15+5+5 al margen (desde que se miden tapones) de David Robinson, otra leyenda spur. Y lleva, sin acabar su primer curso, más tapones que casi el 82% de los jugadores que hay en la NBA, ahora mismo en activo. Es el primer jugador de la historia que alcanza en una temporada 200 asistencias, 200 tapones y 100 triples, la firma de un unicornio cuyo techo parece, especialmente en las últimas semanas, infinito. Y que maravilló al público de Austin, donde los Spurs han jugado dos partidos (perdieron el viernes contra los Nuggets) para ampliar su seguimiento regional. La ciudad texana es la mayor de Estados Unidos sin un equipo en el big 4, las cuatro grandes ligas profesionales (NFL, NBA, MLB, NHL).

El siguiente paso, según Gregg Popovich, será París. La NBA no ha dicho todavía nada oficial, pero el ilustre entrenador dejó caer que estarán en el próximo partido de temporada regular en París. Los rumores llevan tiempo apuntando a un Spurs-Pacers, y desde luego parece difícil que la NBA no aproveche la oportunidad de llevar a apenas unos kilómetros de su hogar, en el suburbio de Le Chesnay, a un Wembanyama que ya ha trascendido al nivel de fenómeno global, y que vislumbra feliz esa posibilidad: “Me apetece muchísimo. Va a ser un partido muy importante para mí porque será el regreso al lugar del que vengo. Será muy especial, podré ver a mi familia en mitad de la temporada, que no es algo que vaya a poder pasar mucho. Es genial”. No dice sería, dice será.

Los Nets han ganado un poco más que los Spurs (26-42) pero a diferencia de estos no tienen muchos motivos para mirar al futuro con alegría. No tienen jugadores diferenciales, grandes estrellas (no digamos una generacional), ni sus rondas de draft ni un plan que se vislumbre de forma efectiva. Han perdido hasta el tren del barato play in del Este, y en Austin dejaron que se les escapara un partido que tenían dominado, con un +10 en el ecuador del último cuarto. Durante muchos minutos, se pusieron en las manos del show anotador de Cam Thomas (31 puntos). Después, lo intentó Dennis Schröder (19 y 7 asistencias), que metió el triple que aseguró la prórroga. Pero, en ella, se llevó un tapón antológico de Wembanyama en lo que habría sido el 114-117. A continuación, y con el público del Moody Center maravillado (dos llenazos y más de 32.000 aficionados en total para hacer patria spur), culminó en alley oop una asistencia de Vassell para acercar una victoria (116-115) que no se escapó. Cam Johnson, un jugador que se está quedando en menos de lo que parecía que sería, falló el triple que podría haber llevado a otra prórroga.

Vassell (25 puntos, 8 asistencias) es el socio perfecto de Wembanyama, con Tre Jones haciendo labores de iniciador (11+7). Con un banquillo profesional (Keldon Johnson, Collins, Osman…) y menos experimentos de Popovich, los Spurs son más competitivos que en la primera mitad de la temporada. Y Wembanyama es mejor jugador, más imponente cuanto mejor se le rodea y a medida que avanzan las semanas y almacena información sobre una NBA que, inevitablemente, está llamado a dominar. A dominar de verdad, a lo grande: hasta los partidos de junio.

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