Erika de la Rosa se sincera sobre la maternidad: “Una mamá y cero reclamos ni remordimiento”

Erika de la Rosa, quien es una de las actrices mexicanas más reconocidas del momento, habló en exclusiva para Glamour, sobre el papel más retador al que se ha enfrentado hasta el momento: el de mamá.

La estrella, de 41 años, se convirtió en mamá por primera vez el 20 de diciembre del 2011, al darle la bienvenida a su primogénita, Ana Lucía. Más tarde, la maternidad nuevamente tocó a su puerta, y un 16 agosto del 2020, nació su hijo Dante.

Aunque Erika de la Rosa siempre se ha referido a sus hijos como “lo mejor que le ha pasado”, no niega que ser mamá es, por mucho, una de las facetas más complejas que le ha tocado experimentar. Y es que, en ocasiones, la maternidad puede ser tan retadora, que, incluso, llega a vulnerar fibras sensibles como el amor propio y la autoconfianza.

Erika de la Rosa habla sobre su experiencia en la maternidad

La actriz, que actualmente se encuentra de gira con la obra de teatro ‘Siete Veces Adiós’, asegura haber experimenta la vulnerabilidad de una mamá primeriza tanto en el segundo como primer embarazo. “Voy a volver a sentirme yo misma. Paciencia. Disfruta a tu bebé”, comenta Erika que se decía en repetidas ocasiones.

A esas alturas, volver a ser la misma de antes, era imposible. Todo había cambiado dentro de ella y tenía que aprender a reconstruirse. “Hay que reponerse y repararse, juntar las piezas, volver a armar tu rompecabezas. Eso es lo que pasa cuando te conviertes en madre, sin importar cuántas veces des a luz”, señala.

La actriz asegura que la maternidad la transformó.

La maternidad y el amor propio SÍ son compatibles

En medio de las culpas, prisas, desvelos, juntas escolares y fiestas infantiles, Erika de la Rosa descubrió que para estar bien con sus hijos y ser su apoyo, primero tenía que estar bien con ella misma.

“Esta es la parte de la ecuación en dónde entra el amor propio, volver a reconstruirte, pero no por tus hijos, sino por ti y para ti. Es como esa analogía tan trillada que todos conocemos: cuando vas en un avión y la cabina sufre de despresurización, debes colocarte tú primero la mascarilla de oxígeno antes de ayudar a nadie más”, dice.

El amor propio para Erika de la Rosa, es clave para ser mamá.

Tras muchos años de aprendizajes, de caídas y levantadas, la actriz asegura sentirse plena y sobre todo, satisfecha con su papel como mamá y mujer.

“Hoy soy una, reconstruida y con muchos parches pero una al fin, y eso creo que es un gran regalo que ofrezco a mis hijos, UNA mamá, y CERO reclamos ni remordimientos”, concluye.