“Le falta calle ambiental”: Sara Larraín afirma que “este no es un Gobierno ecologista”

“Le falta calle ambiental”: Sara Larraín afirma que “este no es un Gobierno ecologista”

Durante los últimos cincuenta años, Sara Larraín ha sido activista ambiental. Candidata a la presidencia en 1999, fundadora de la oficina de Greenpeace para Latinoamérica y firme opositora a proyectos como la minera Pascua Lama o el proyecto de energía HidroAysén.

Actualmente, es la directora de Chile Sustentable, donde continúa su labor como líder y activista por el medioambiente. En Palabras Sacan Palabras, estuvimos con Sara Larraín para conocer su perspectiva sobre la política ambiental del actual gobierno.

Calle ambiental

Dentro de los temas conversados, Larraín hizo un balance de la gestión medioambiental del gobierno. Al respecto, la activista es enfática: “Claramente, este no es un gobierno ecologista”.

Sobre la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, Larraín piensa que “Maisa es lo que ella es: una científica del clima, que tuvo un rol importante antes de ser ministra, y que durante su ministerio ha seguido siendo un muy buen rol en las negociaciones internacionales. Y se ha destacado. Ese es su fuerte. Ella nunca dijo ‘mire, yo tengo experiencia en el terreno’. No tiene calle ambiental”, señala Larraín.

“Ella es una científica, tiene una tremenda inquietud ambiental. Creo que lo hizo bastante bien en la convención de biodiversidad, en el tema de aumentar las metas obligatorias a 30% de los distintos ecosistemas protegidos en todo el mundo, como una forma de ayudar a la resiliencia. Porque bajando emisiones solamente, no da”, agrega la directora de Chile Sustentable.

“Yo creo que ella, en ese nivel, de las políticas basadas en la ciencia, ha hecho un buen trabajo”, complementa Larraín.

“El Ministerio de Medio Ambiente no tiene, y probablemente no tendrá, salvo que estemos super complicados, no tiene el peso político del Ministerio de Economía o del Ministerio de Hacienda, lamentablemente”, indica la activista.

“Todavía es un ministerio que está controlado, un poco, por los ministerios productivos, que hacen que las normas no avancen tan rápido, porque encarecen” la producción, concluye Larraín.