Ejecutan a mexicano Iván Cantú en Texas con estas como sus últimas palabras

Iván Cantú.

Estaba acusado del asesinato de dos personas, incluido su primo.

Un hombre de Texas que había afirmado durante mucho tiempo que su condena hace más de 20 años se basó en un testimonio falso y pruebas cuestionables fue ejecutado el miércoles acusado de matar a tiros a dos personas, incluido su primo.

Iván Cantú recibió una inyección letal y fue declarado muerto a las 6:47 p.m. en la penitenciaría estatal de Huntsville por la muerte a tiros en noviembre de 2000 de su primo, James Mosqueda, de 27 años, y de la novia de su primo, Amy Kitchen, de 22.

¿Cuáles fueron las últimas palabras de Iván Cantú antes de ser ejecutado?

En sus últimas palabras desde la cámara de ejecución, el recluso de 50 años dijo varias veces que él era inocente.

“Quiero que sepan que nunca maté a James y Amy”, les dijo a sus familiares y a un amigo de Kitchen que estaba a unos metros de él mientras miraba por una ventana.

“Y si lo hiciera, si supiera quién lo hizo, habrías sido el primero en saber cualquier información”.

Dijo que quería que supieran que no creía que su muerte “les traería un cierre. Si es así, si esto es lo que se necesita o si tienes alguna reserva en mente, que así sea”.

Los fiscales habían dicho que Cantú mató a Mosqueda, que traficaba con drogas ilegales, y a Kitchen mientras intentaba robar cocaína, marihuana y dinero en efectivo de la casa de su primo en el norte de Dallas.

El recluso, que fue condenado en 2001, había afirmado durante mucho tiempo que un traficante de drogas rival mató a su primo en una disputa por dinero.

Los últimos momentos de vida de Iván Cantú

Antes de su declaración, su consejera espiritual, Helen Prejean, sostuvo en su mano la mano derecha que estaba atada a la camilla de la cámara de muerte y oró en silencio por él.

Agradeció a sus amigos y seguidores e instó a que se continúe investigando su caso para demostrar que “no pertenezco a esta camilla”.

Cuando empezó a fluir una dosis letal del sedante pentobarbital, empezó a roncar. Después del octavo ronquido, acompañado de un jadeo, detuvo todo movimiento. Veintiún minutos después de que comenzaron a consumir las drogas, fue declarado muerto.

La de Cantú fue la primera ejecución en Texas este año y una de las dos programadas para el miércoles en Estados Unidos.

Horas antes, las autoridades de Idaho detuvieron la ejecución del asesino en serie Thomas Eugene Creech después de que un equipo médico no lograra repetidamente encontrar una vena para insertar una vía intravenosa necesaria para administrar una inyección letal. Creech fue condenado por matar a un compañero de prisión con un calcetín lleno de pilas en 1981.

La ejecución en Texas se produjo horas después de que la abogada de Cantú, Gena Bunn, dijera que no presentaría una apelación final ante la Corte Suprema de Estados Unidos por falta de “un camino viable” para la consideración del caso por parte del tribunal superior.

El martes, dos tribunales inferiores denegaron la solicitud de Cantú de intervenir. Y el lunes, la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas votó 7-0 en contra de conmutar la sentencia de muerte de Cantú por una pena menor.

Los esfuerzos por retrasar la ejecución de Cantú habían recibido el apoyo de líderes religiosos, celebridades como Kim Kardashian y el actor Martin Sheen, y el representante estadounidense Joaquín Castro, y su hermano, el exsecretario de Vivienda de Estados Unidos, Julián Castro.

El fiscal de distrito del condado de Collin, Greg Willis, cuya oficina condenó a Cantú, dijo que las pruebas presentadas en el juicio demostraron que Cantú cometió los asesinatos. “Sigo plenamente convencido de que Iván Cantú asesinó brutalmente a dos víctimas inocentes en el año 2000”, dijo Willis en una declaración reciente.

Pero Bunn había escrito en la solicitud de indulto de Cantú que las nuevas pruebas “imponen la integridad del caso de culpabilidad del Estado y plantean el espectro de que el Estado de Texas podría ejecutar a un hombre inocente”.

En el departamento de Cantú, la policía encontró jeans ensangrentados con el ADN de las víctimas y una llave de la casa de las víctimas.

La policía encontró el arma de Cantú en la casa de su exnovia. La sangre de Mosqueda se encontró en el cañón del arma, mientras que las huellas dactilares de Cantú se encontraron en el cargador del arma.

En una declaración jurada de 2005, Matthew Goeller, uno de los abogados litigantes de Cantú, dijo que Cantú le admitió que “de hecho había matado a Mosqueda por ‘estafarlo’ en un negocio de drogas” y que Kitchen fue asesinada porque ella era testigo.

La entonces novia de Cantú, Amy Boettcher, fue la principal testigo de la fiscalía. Boettcher, quien murió en 2021, testificó que Cantú le dijo que iba a matar a Mosqueda y Kitchen y luego la llevó de regreso a la escena del crimen después de los asesinatos.

Pero Bunn alegó que el testimonio de Boettcher estuvo plagado de declaraciones falsas.

El abogado defensor también dijo que nuevas declaraciones de testigos también ayudaron a confirmar la afirmación de Cantú de que un hombre que había suministrado drogas a Mosqueda había amenazado al primo días antes de los asesinatos.

Bunn le dio crédito a una investigación independiente realizada por Matt Duff, un investigador privado, por haber descubierto gran parte de la nueva evidencia. Duff ha relatado sus hallazgos en un podcast llamado “Cousins By Blood”.

De las nuevas pruebas presentadas por Cantú, la oficina de Willis había dicho que “ninguna de ellas destruye las piedras angulares del caso del Estado”.

La próxima ejecución en Texas, que ha sido el estado con mayor aplicación de la pena capital en el país, no está programada hasta el 26 de junio.

La ejecución del recluso James Harris Jr. estaba programada para el 13 de marzo hasta que un tribunal de apelaciones emitió una suspensión en su caso la semana pasada.