¿Por qué soplamos velas en los pasteles de cumpleaños?

En la Antigua Grecia, la diosa Artemisa recibía pasteles con velas encendidas, como ofrenda.

CIUDAD DE MÉXICO.- Seguramente todos hemos participado en la encantadora tradición de soplar las velas en nuestro pastel de cumpleaños, pero ¿alguna vez te has preguntado de dónde viene esta práctica arraigada? Detrás de este gesto tan común se encuentra una historia fascinante que se remonta a tiempos antiguos y se entrelaza con diversas culturas y creencias.

El origen más remoto de esta costumbre se encuentra en la Antigua Grecia, donde la diosa Artemisa, venerada como la protectora de la naturaleza y la caza, recibía ofrendas en forma de pasteles redondos adornados con velas encendidas. Estas velas, representando la luz de la luna llena, tenían un propósito dual: apartar a los espíritus malignos y atraer la buena fortuna.

Con el transcurso de los siglos, esta práctica viajó a través del tiempo y el espacio, llegando a la Edad Media, donde los germanos la adoptaron y adaptaron a sus propias celebraciones. En sus festividades infantiles, conocidas como kinderfest, los niños recibían pasteles con una vela por cada año de vida, más una adicional simbolizando la esperanza de otro año por vivir. El acto de soplar todas las velas de una vez y hacer un deseo en silencio se convirtió en una parte esencial de esta celebración.

Con el devenir de los años, esta antigua costumbre se extendió por todo el mundo, integrándose en distintas festividades como la Navidad o el Año Nuevo. En la actualidad, la colocación de velas en el pastel de cumpleaños se ha convertido en una expresión de celebración de la vida y una oportunidad para compartir momentos memorables con nuestros seres queridos.

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Entonces, la próxima vez que te encuentres frente a tu pastel de cumpleaños, con las velas parpadeando ante ti, recuerda que estás participando en una tradición milenaria, cargada de magia, y significado.