Kroos eleva su protesta

Arabia sabrá perdonar, pero no quiso hacerlo con Kroos. Cuatro días después, mismo escenario: cada vez que el alemán recibía el balón, una ola de abucheos inundaba el Al Awwal Park. El público árabe estuvo constantemente pendiente del alemán, avizor para emprenderla contra él cuando intervino. No falló ni una vez. Pase a Kroos, abucheos y pase de Kroos. Ese fue el serial. Es la confirmación de que las semis no fueron un caso aislado: esta será la tónica cada vez que juegue en tierras saudíes, si es que vuelve a jugar en ellas. No hay indulto.

El origen está en las durísimas declaraciones que Toni profirió en agosto, durante una entrevista con Sports Illustrated: “Jamás jugaría allí, la falta de Derechos Humanos me lo impediría”. Una declaración con una gran acogida en Occidente, pero que ha escocido en Oriente. “Se ha llegado a comentar que allí se juega un fútbol ambicioso, pero todo gira en torno al dinero. Irse a Arabia es una decisión por el dinero y contra el fútbol”, apuntó. “Los futbolistas tienen que tomar esa decisión por sí mismos, como Cristiano, que lo hizo en la recta final de su carrera. Pero se hace muy difícil cuando algunos que están en la mitad de sus carreras, con la calidad suficiente para estar en los mejores de Europa y deciden aceptar esos traspasos. Es ahí cuando esto empieza a ser difícil para el deporte que todos amamos”, zanjó.

Hasta cuando calentaba

La imagen en las semifinales frente al Atleti dio la vuelta al mundo: cada vez que Kroos tocaba el balón, el estadio respondía en forma de abucheos. Y muy, muy mayoritarios. “No los entiendo, de verdad que no los entiendo”, dijo Ancelotti en rueda de prensa. El italiano, de hecho, publicó después del partido una fotografía con el alemán, un pequeño guiño en forma de apoyo. Pero no ha servido para hacer que el público árabe cambie de opinión: esta noche, más de lo mismo. Abucheos, reprimendas. El asunto empezó en el mismo calentamiento: cuando a Kroos le tocaba disparar a puerta, abucheos y si fallaba, regocijo. Lo siguiente fue cantar su nombre por megafonía en las alineaciones, algo que recibió la misma acogida.

Sin camiseta conmemorativa

Pero a Kroos no le afectó ni lo más mínimo. Primero, futbolísticamente hablando, pues firmó un partido común en él, pero extraordinario en el panorama fútbol: firmando un 96% de acierto y en pases y un 100% en envíos largos. “Tiene tal conocimiento de este mundo, que nada le puede afectar”, dijo Ancelotti. Pero es que tampoco alteraron su ideología, hasta el punto que Kroos, además de reírse durante los abucheos del partido, cuando llegó la hora de alzar el título… no se puso la camiseta conmemorativa. Fue el único. Él lo tiene claro y Arabia, también: no hay perdón.

Kroos, el único que no se puso la camiseta conmemorativa de la Supercopa.

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