¿Cómo funciona la Regla del 50/30/20? El método más eficaz para ahorrar dinero que usan Bill Gates y Mark Zuckerberg

FayerWayer

La gran mayoría de los trabajadores en el mundo tienen algo en común: no les alcanza el sueldo para ahorrar. No importa si el salario es bajo, mediano o si las ganancias son altas, el gasto siempre termina superando los dividendos. Sólo un puñado tiene una capacidad de organización que les permite guardar un poco. Esa es la gente que termina con una solidez económica envidiable.

Muchos de los multimillonarios que conocemos en la actualidad iniciaron con esta capacidad, que les permitió hacer inversiones correctas que terminaron en dividendos exorbitantes. Y en la actualidad, a pesar de devengar cifras de una cantidad de ceros que no imaginamos, siguen aplicando un método catalogado como el más eficaz para ahorrar dinero.

Se trata del conocido y popular 50/30/20, aplicado, según muchos dicen, por multimillonarios y magnates como Bill Gates, cofundador de Microsoft, y Mark Zuckerberg, CEO de Meta y creador de Facebook.

Este método es conocido por dividir las cuentas del sueldo en tres partes para dar prioridad a ciertos gastos, siempre dejando una parte de nuestras ganancias al ahorro. Es fundamental que guardar dinero sea tan importante como el arriendo o la comida, para poder crear un fondo de emergencias y siempre tener algo de plata guardada, y no precisamente bajo el colchón.

Es fundamental comprender que esta es una regla, por lo tanto, para que sea efectiva se debe ejecutar a rajatabla cada mes para poder ver los resultados en el mediano plazo.

La Regla del 50/30/20

1) El 50%: según reseña ADN Radio, la mitad del sueldo tiene que ir destinado a cubrir necesidades básicas. Llamamos de esta manera al pago de la vivienda, alimentos, transporte y atención médica.

2) El 30%: Esta segunda parte debería estar reservada para gastos eventuales y relacionados al entretenimiento, viajes, comidas en restaurantes o compras extravagantes.

3) El 20%: El restante tiene que estar dirigido al ahorro y la gestión de deudas; aquí es donde entra un fondo de emergencias (en caso de quedar sin trabajo) y la reducción de deudas exigentes (tarjetas de crédito o créditos bancarios).