Intensidad

Articulista Luis Baraldi. Foto: EL UNIVERSAL

El triunfo de Stefanos Tsitsipas, la derrota de Novak Djokovic, las ausencias de Carlitos Alcaraz y Rafa Nadal por lesiones, el intenso ritmo que ha tenido Jannik Sinner (ocasionándole una lesión en su derrota frente a Tsitsipas en semis), así como el constante desacierto de los jueces en los torneos de ATP, están causando problemas e incertidumbre entre las grandes figuras.

Tsitsitpas gana su tercer torneo en Montecarlo, situación que lo coloca entre los inmortales, como Novak, Nadal y Andy Murray… Todos ellos, con tres títulos o más del célebre evento. Asimismo, es el regreso del griego a la estelaridad, ya que después de haber tenido que tomar la decisión de retirar a su padre de su staff de entrenadores, había caído en un terrible bache de confianza, pero este triunfo lo coloca nuevamente entre los mejores, luciendo en gran forma, y con su papá de regreso como entrenador.

Djokovic ha declarado que, de los últimos 15 años, este 2024 ha sido el peor inicio que ha tenido, esperando recuperarse para Roland Garros, Wimbledon y Juegos Olímpicos, situación que se ve comprometida, pues ya no es el mismo y el retiro podría llegar en cualquier momento, pero —por ahora— nada le quitará los récords que lo acreditan como el mejor tenista que ha existido hasta ahora.

Alcaraz, a su corta edad, está sufriendo lesiones que son de cuidado, causándole abandonar participaciones en torneos como Montecarlo y Barcelona. Nadal desea continuar, pero su físico ya no le da más. Quiere ganar otro Grand Slam en París y desea otra medalla olímpica para despedirse.

Es natural que pueda perder Sinner. Su actividad ha sido intensa y, cuando parecía invencible, Tsitsipas se inspiró y Jannik se desconcertó ante las pobres apreciaciones del árbitro, así como el hambre de triunfo del griego. El italiano acusó molestias musculares.

Los árbitros y jueces, evidentemente, no han crecido al parejo de la intensidad con la que se está jugando hoy, resultando en las reclamaciones de los jugadores, que no pueden dar crédito, a pesar de la ayuda de la tecnología que existe.

El buen arbitraje es clave y los árbitros tienen que estar mejor preparados cada vez. Los tres torneos ATP 1000 de este 2024 se han caracterizado por exhibir pésimas actuaciones arbitrales y los jugadores ya están hartos.

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