"Es muy difícil de entender": Director de 'Antares de la Luz: La secta del fin del mundo' explica el proceso creativo del documental

“Es muy difícil de entender”: Director de ‘Antares de la Luz: La secta del fin del mundo’ explica el proceso creativo del documental

Netflix acaba de estrenar el documental titulado Antares de la Luz: La secta del fin del mundo. La cinta explora el emblemático caso criminal de la conocida Secta de Colliguay a diez años del impactante suceso.

En 2012, el líder de la secta, Ramón Castillo (conocido como Antares de la Luz) y miembros de la secta, sacrificaron a un recién nacido en medio de un ritual.

Para contar más detalles del desarrollo del documental, el director del filme, Santiago Correa, tomó contacto con Nada Es Tan Grave para conversar junto a Marco Silva y María Elena Dressel.

Desarrollo de ‘Antares de la Luz: La secta del fin del mundo’

En un principio, el proyecto no fue idea de Correa. “Esto se gesta desde el departamento creativo de Fábula, a mí me llega este proyecto con el nombre”, explicó el cineasta. Su punto de partida fue comenzar a investigar qué pasó con los miembros a diez años de la explosión mediática y el suicidio del líder en Perú. 

Para comenzar la investigación, Correa explica a Nada Es Tan Grave que leyó libros respecto al caso a modo de documentación. “Lo primero que hice fue leerme toda la literatura al respecto. Me leí el libro de Jaime Undurraga, padre de Pablo Undurraga que se llama ‘Mi hijo en una secta’ (…) también leí el libro de la Veronica Foxley, ‘Cinco gotas de sangre’. Es allí donde empecé a entender la historia y embarcarme en este mundo complejo”.

“En un principio me costó mucho entender por qué estos jóvenes estuvieron involucrados en un desenlace tan macabro como el que ocurrió. Es muy difícil de entender. Pero, cuando uno empieza a indagar en el tipo de hipnosis que es el control mental destructivo, empiezas a darte cuenta que este no es un caso aislado que solo pasó en Chile”, agregó el director.

Sobre el concepto de control mental destructivo, Correa lo explica ligándolo al concepto de “love bombing”. En este caso “es este bombardeo de amor que hace el maestro a su discípulo que es un personaje que nunca perteneció mucho a nada, y que por fin llega a un lugar donde pertenece. Desde allí, el maestro se transforma básicamente en el master que tiene al otro personaje como un esclavo, básicamente”. “Tiene que ver mucho con las carencias y con la expertise del maestro para manipular”, finalizó.

En cuanto a los antiguos miembros de la secta, el director relata que todos han tenido diferentes experiencias sobre el proceso de asimilar lo ocurrido. Por un lado, Pablo Undurraga quiso participar y contar su historia. Sin embargo, hay otros miembros como Natalia Guerra (madre del recién nacido sacrificado), quien quiso participar en un inicio pero cerró la puerta finalmente.