El Betis se deshace

Guido, durante un partido.

“No vamos a bajar los brazos”. La frase de Manuel Pellegrini sobre la carrera del Betis hacia Europa es un fiel reflejo del actual proyecto verdiblanco. Anclado en la séptima plaza de la clasificación liguera, el Betis se deshace desde hace varias semanas sin encontrar un plan que pueda hacerle creer en más. No está a distancias de su objetivo ni en una caída libre que lo convierta en imposible, pero el equipo bético está muy lejos de lo que quiso ser y comienza a evidenciar que quizás no pueda serlo. La caída en Vallecas propicia la tercera derrota seguida en la Liga, una realidad que no vivía el Betis de Pellegrini desde que el inicio del proyecto del técnico hace ya cuatro años. Fue en 2020 cuando encadenó también tres tropiezos seguidos que encendieron las alarmas. Las supo apagar Pellegrini. Y quizás en sus manos esté la posibilidad de silenciar las presentes.

El 2-0 de Vallecas duele en Heliópolis. También hizo daño la remontada del Villarreal en el Villamarín siete días antes cuando al descanso parecía que el Betis gobernaba esa sexta plaza que ahora parece alejarse hasta la eternidad. Cambiaron muchas cosas desde ese instante y ante el Rayo el Betis volvió a ser previsible y plano en sus ideas de juego. Al menos hasta que Isco ingresó al terreno de juego y trató de dibujar más golpes sin acierto final. El técnico suma bajas en las últimas semanas y también se topa con algunos rendimientos individuales muy alejados de lo esperado. Las apariciones de Assane Diao o William Carvalho como revulsivos resultaron apuestas casi nulas en el segundo tiempo.

La lucha por Europa es muy real para el Betis pese a que las sensaciones sean tan negativas. El equipo bajó varios grados en rendimiento durante esta campaña respecto a las pasadas, en las que firmó su pasaporte a Europa con cierta solvencia. Ahora, se abre una nueva cuenta atrás en la que gobierna Pellegrini como baza principal de liderazgo capaz de cambiar una senda y, también, su destino. Hay nueve jornadas por delante y la posibilidad de que la actual séptima plaza pueda dar derecho a la disputa de la Conference League la próxima campaña. Por ello, la cautela es máxima. Por detrás, equipos como Valencia, Getafe, Las Palmas o un Villarreal lanzado amenazan incluso ese boleto de esperanza.

Pellegrini espera agarrarse a las pinceladas de calidad de Isco mientras cruza los dedos para que el regreso de Bakambu se haga posible tras el parón internacional. Hay una vuelta de tuerca más en su plan. Siempre la hubo. Y el vestuario confía plenamente en el chileno pese al momento de dudas que atraviesa el equipo desde esas semanas dubitativas que ya propiciaron las eliminaciones en Copa del Rey y en Europa. La Liga todavía tiene una papeleta de salvación para el conjunto verdiblanco de cara a agarrarse al crecimiento que siempre ansió durante los últimos años.

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