China supera a la NASA y a SpaceX: tienen un cohete de motor nuclear que viaja a Marte a velocidades nunca vistas

AP

Mucha atención con China en la carrera espacial. La organización gubernamental del gigante asiático pareciera superar los logros de la NASA, SpaceX y el resto de sus afiliados en la maravillosa aventura de la exploración del cosmos. El mundo ha sido testigo de la creación de un cohete con motores nucleares, que viajaría a Marte a una velocidad nunca antes vista en la historia de la humanidad.

Aunque sabemos que la NASA, ESA, Roscosmos, JAXA y empresas privadas como SpaceX lideran los viajes espaciales, en el oriente del mundo también hay iniciativas interesantes de proyectos para explorar la Luna y para colonizar Marte, el sueño de Elon Musk.

En ocasiones nos quedamos con lo que ocurre en occidente y brindamos atención a Rusia, por su intensa competencia con los Estados Unidos. Sin embargo, el programa espacial de China tiene un rover recorriendo los terrenos de la Luna y otro transitando por Marte. Además, hay infinidad de satélites en la órbita de la Tierra y tiene un proyecto de fabricar su propia estación espacial internacional, más moderna que la ISS de la NASA.

Ahora aparecen de nuevo en el radar de la ingeniería y la ciencia aeroespacial con un maravilloso cohete que funciona con motores nucleares. Desde China dicen que lograrían llegar a Marte en apenas tres meses, superando con creces los siete que tarda la NASA y SpaceX en la actualidad.

El portal Computer Hoy se hace eco de un informe de la Academia de las Ciencias de China, que detalla las características de un motor nuclear de 1.5 MW refrigerado con litio, para ir a Marte y regresar.

Si logran confirmar este motor, China podría viajar a Marte y regresar, y la NASA todavía estaría en camino al planeta rojo.

El reactor desarrollado por China es plegable. Puede salir de la Tierra comprimido y soltarse cuando haya salido de las fronteras de nuestro planeta. Los científicos explican que el cohete usa uranio para ejecutar la fisión y así elevar la temperatura a niveles de energías nucleares más elevadas que las de las centrales que trabajan con este elemento.