CdMx es la ciudad de mis amores y sé cómo gobernarla: Chertorivski: "después tal vez me jubile"

Salomón Chertorivski en Milenio Drive con Alejandro Domínguez. | Diseño: Mauricio Ledesma

A bordo de un auto y junto a Alejandro Domínguez, el candidato de Movimiento Ciudadano a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Salomón Chertorivski, declaró su amor por la capital mexicana.

Para MILENIO Drive, el emecista explicó que la familia Chertorivski nació, creció y se desarrolló en la Ciudad de México, desde sus bisabuelos hasta las próximas generaciones de futuros nietos que pueda llegar a tener él.

“Es la ciudad de mis amores, donde nací, la crecí, me desarrollé, trabajé y es el espacio que más amo. Es donde quiero que vivan mis hijas, donde quiero que nazcan mis nietos cuando los tengan y añoro por que tengamos una mejor ciudad.

“Siempre quise vivir aquí, sí tuve momentos donde busqué tener aprendizajes y etapas fuera del país, la más significativa fue hacer una maestría en Estados Unidos, viví una época en Boston, pero fue lo más lejos”.

Salomón detalló que la ciudad y el país le ha dado todo a su familia desde que sus bisabuelos aterrizaron en Veracruz desde Polonia y Ucrania, y que después eso se mantuvo con la historia de sus padres.

“Mis bisabuelos llegan de Ucrania y Polonia sin nada, aterrizan en Veracruz y se vienen a establecer en la Merced y la Lagunilla, y esta ciudad les dio las oportunidades.

“Mi papá fue el primer Chertorivski en ir a la universidad, el primer licenciado y gracias a la UNAM, entonces yo siempre sentí una gran deuda por hacer por otros, por devolver. Mi padre era empresario, siempre orgulloso de la empresa que dirigía, era muy social y eso le interesaba mucho. 

“Mi mamá fue servidora pública durante 25 años, fue jefa de Psicología del Reclusorio Norte, gerenta de capacitación de Ruta 100, y 15 años fue gerenta de recursos humanos de Luz y Fuerza del Centro”.

Por ello, el candidato a jefe de Gobierno elogió a la capital del país, la cual, dijo, que si fuera una nación por sí misma,

sería la séptima economía dentro de América Latina.

“Es una ciudad magnífica, con historia milenaria, donde conviven los mejores restaurantes, con la comida callejera más fantástica, es una capital increíble. Pero, al mismo tiempo, es una ciudad a la que le duelen muchas cosas, como temas que no dan la posibilidad de vivir al máximo potencial.

“Necesitamos en su esplendor y dentro de sus mayores capacidades, no puede ser una ciudad sin libertad para salir a la calle sin miedo, que el aire que respiramos tiene una calidad que nunca, que moverse es siempre un problema y que tiene profundas desigualdades y diferencias. Merece más y puede ser mucho mejor que esto”.

EHR