Las microagresiones pueden ser mucho más tóxicas, dañinas y destructivas de lo que crees, no te dejes engañar por el hecho de que su nombre empieza con “micro”.
Lo que pasa con las microagresiones es que pueden ir causando daño poro a poco, pueden causar mucha frustración, estrés y ansiedad, pueden hacer que los problemas pequeños se vuelvan grandes, caóticos y descontrolados, y pueden empujar a una persona a explotar cuando llega a su límite y reconoce que ya tuvo demasiado.
Y sí, es común que las microagresiones aparezcan en todo tipo de relaciones, pero es importante evitarlas, reducirlas y aprender a protegerse para poder construir relaciones más felices, sanas, estables y duraderas, donde no sientas que siempre debes andar de puntitas o que cualquier cosa puede ser usada en tu contra.
Hay muchas cosas que pueden hacer que una relación se vuelva tóxica, así es importante estar atentos, tomar medidas adecuadas y hacer lo posible por crear una dinámica más positiva.
¿Qué son las microagresiones?
Evita las microagresiones
De acuerdo con PsychCentral, las microagresiones, un término creado en los años 70 por el psicólogo Chester M. Pierce, son “palabras o acciones hostiles, despectivas o negativas que comunican los prejuicios de las personas contra grupos particulares de personas. Aunque a menudo no son intencionadas, las microagresiones suelen hacer que quienes las reciben se sientan menospreciados y estereotipados”.
Son acciones que pueden parecer pequeñas, pero que en realidad esconden mucha hostilidad y algo de violencia. La psicología dice que estas pueden aumentar el riesgo de sufrir depresión y ansiedad, además de que destruyen la calidad de las relaciones.
El término nació como referencia a las actitudes que se usaban en contra de personas que pertenecían a grupos marginalizados, como la comunidad afroamericana o la LGBT, pero fue evolucionando y ahora se entiende que se pueden cometer contra una pareja, un familiar, compañero de trabajo y, básicamente, cualquier persona con la intención de hacerla sentir inferior, insuficiente o de agredir.
Microagresiones comunes en las relaciones
Las microagresiones se pueden dar de muchas forma en una relación, y hay unas citas formas que son especialmente comunes:
- Gaslighting: el Gaslighting es una forma muy común de microagresiones que conducen a que una relación se vuelva tóxica, ya que lleva a la persona a cuestionarse a sí misma, su percepción y sus sentimientos y emociones.
- Cumplidos que no son cumplidos: esto es, por ejemplo, cuando tu pareja te dice cosas como “lo hiciste muy bien para ser una mujer” o “Eres más listo de lo que pareces”, que en realidad son pequeñas críticas y ataques disfrazados de algo bueno.
- Ignorar y hacer la ley del hielo: hacer la ley del hielo a una persona no solo es un comportamiento pasivo agresivo, también es una micro agresión, debido a que provoca frustración y hace que la persona se sienta ignorada, rechazada y poco importante.
- Criticar el cuerpo o la alimentación: esto puede suceder cuando alguien menciona tu forma de comer, constantemente habla sobre el peso o hace comentarios hirientes relacionados con la imagen o el cuerpo de una persona, e incluso se puede conectar con cosas como prejuicios raciales o con gordofobia.
- Querer controlar la imagen del otro: buscar que alguien cambie su apariencia, su peinado o la ropa que le gusta usar para ajustarse a una imagen en particular, una estética, o para dejar de verse de cierta forma que se considera “menos válida” por el otro, también es una forma de microagresión.
- Culpar al otro por los problemas: esto puede ser hacer que la otra persona se sienta culpable porque algo salió mal, por no tener lo que se quiere o por los problemas que se perciben.
- Esperar que el otro lo haga todo: esto se refiere a dejar la mayoría de las personalidades a la pareja, esperar que se encargue de todo y creer que, porque se gana más dinero o se trabaja más horas en una oficina, entonces ya no hay que cooperar.
¿Cómo protegerte de las microagresiones?
Psych Central tiene algunas recomendaciones para lidiar con las microagresiones en las relaciones:
- Di lo que realmente quieres, comunícate claramente y evita lenguajes pasivos agresivos, confusos e hirientes.
- Establece límites, para tener un buen balance, estar protegido y evitar problemas y situaciones abusivas.
- Hay que practicar la inteligencia emocional, para entender cómo afectamos a los demás y cómo los demás nos afectan a nosotros.
- Pregunta ¿a qué te refieres?, esto lleva a la otra persona analizar su comportamiento, lo que acaba de decir y lo que está pidiendo, y permite encontrar mejores formas.
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