Opinión: "Cuatro motivos por los cuales los autos eléctricos no logran conquistar a EEUU"

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Los norteamericanos aún prefieren comprar vehículos grandes y nafteros. Juan Felipe Munoz analiza las principales razones.

Aunque la campaña internacional sobre los problemas medioambientales es cada vez mayor, todavía hay sociedades más reacias a reaccionar ante los estudios sobre el “cambio climático”. Los vehículos eléctricos no son la solución a todos los problemas de contaminación creados por los vehículos de combustión, pero hay muchos países que decidieron impulsar su uso para reducir las emisiones contaminantes, sobre todo en las grandes ciudades.

Los vehículos 100% eléctricos tienen sus ventajas y sus inconvenientes, por lo que cualquier legislación no debe excluir otras soluciones. Al fin y al cabo, cualquier tecnología útil debe ser bienvenida.

Entre las grandes economías en las que la industria del automóvil es un motor clave de riqueza se encuentra Estados Unidos. Y la reticencia de la sociedad de ese país a la hora de adoptar los vehículos eléctricos es un tema que merece ser analizado. Aunque hubo algunos avances en los últimos años, los autos a batería siguen siendo un actor menor en la industria de América del Norte y simplemente no despegan en términos de ventas.

¿Por qué? A continuación, analizamos las cuatro razones principales.

1. La “Sociedad Gasolinera”

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Estados Unidos es el mercado que vio nacer a las grandes SUVs (Sport Utility Vehicles) y las pick-ups full-size. La necesidad de más espacio de carga y habitáculo, además de mayores prestaciones fuera de las ciudades las hizo muy populares entre los consumidores de ese país. A los estadounidenses les gusta todo “a lo grande”: los centros comerciales, los aeropuertos, las autopistas, los estacionamientos, los platos de comida, las tazas de café y, por supuesto, los vehículos.

En ningún otro país hay tantos vehículos de tamaño grande (Segmento E o más) como en Estados Unidos. Como consecuencia de eso, los vehículos están propulsados por grandes motores y éstos están fuertemente asociados a la nafta (más que a cualquier otro combustible). Se necesitan muchos litros de nafta para mover vehículos cuyo peso medio en 2023 fue de 2.254 kilos para las SUV y de 2.649 kilos para las pick-ups.

Los enormes recursos energéticos disponibles en EE.UU. y sus países aliados permitieron a los consumidores desplazarse sin preocuparse por el “MPG” (“Millas por Galón”). La economía estadounidense está fuertemente basada en la industria del petróleo y la nafta, al igual que su cultura de consumo en general.

Por eso los muscle-cars, los pony-cars, las enormes pick-ups, las grandes SUVs crecieron más que en ninguna otra parte. Lleva tiempo cambiar esta mentalidad de fácil acceso al petróleo barato. Y puede llevar mucho más tiempo pasar de esta forma tradicional de conducir autos a una realidad totalmente nueva, en la que la nafta ya no sería un gran protagonista.

2. El precio en el surtidor

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La buena posición de la economía estadounidense respecto a la disponibilidad de fuentes de energía repercute directamente en los precios de la nafta en todo ese país. El precio del combustible en EE.UU. sigue siendo mucho más bajo que en muchas otras naciones donde las políticas gubernamentales de protección del medio ambiente se traducen en elevados impuestos sobre los carburantes.

Según la información de Global Petrol Price, en Francia el precio medio de un Galón USA (3.78 litros) de nafta era de 7.50 dólares en febrero de 2024, frente a sólo 3.49 dólares en Estados Unidos. Debido al costo relativamente bajo de un vehículo con motor de combustión interna en EE.UU., en la actualidad no existe unincentivo económico fuerte que anime a los consumidores a pasarse a la electricidad.

3. Las leyes no incentivan

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Ante la creciente competencia de China y sus planes de expansión mundial, el Gobierno estadounidense ha empezado a tomar medidas para impedir su llegada o dificultarla.

La IRA (el plan de “Reducción de la Inflación”) pretende fomentar la producción local de autos eléctricos y sus componentes. A pesar de las buenas intenciones para la economía estadounidense, la legislación está poniendo en aprietos a los fabricantes locales de BEV (autos 100% eléctricos).

En un intento por sacar a China de la ecuación en lo que se refiere a la producción de baterías y proveedores de metal, la IRA simplemente está haciendo más difícil que empresas como Tesla, General Motors, Ford o Volkswagen produzcan localmente, teniendo en cuenta las limitaciones de la cadena de suministro.

La falta de materias primas competitivas podría convertir a la IRA en un obstáculo para que los fabricantes de automóviles estadounidenses produzcan BEV. Es otra razón para que los consumidores retrasen el cambio de los vehículos de combustión interna a los eléctricos.

Este es el plan de transformación que propone la IRA, impulsada por el Gobierno de Joe Biden.

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El 40% de las materias primas de las baterías deben proceder de EE.UU. o de países con los que EE.UU. tenga un acuerdo de libre comercio.

4. Una controversia política

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Los ciudadanos estadounidenses se preparan para la campaña electoral que decidirá el próximo presidente. Los candidatos con más posibilidades son Donald Trump y Joe Biden.Los vehículos eléctricos se convertirán en un tema clave en la batalla por la Casa Blanca.

Por un lado, la actual administración de Biden intenta hacer valer los intereses del país con la IRA. Por el otro, existe una fuerte retórica del lado de Trump que vincula automáticamente a los BEV con China. La incertidumbre política está obligando a algunos fabricantes de automóviles a retrasar sus planes de electrificación, enviando un mensaje negativo a los clientes potenciales de vehículos eléctricos.

J.F.M.

* El autor es especialista en la industria del automóvil en JATO Dynamics y Car Industry Analysis.

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