Los hutíes atacan cinco barcos entre el mar Rojo y el océano Índico en las últimas 72 horas

Los rebeldes hutíes del Yemen han reivindicado este domingo varios ataques con misiles y drones que lanzaron en las últimas 72 horas contra cinco embarcaciones que navegaban entre los mares Rojo y Arábigo y el océano Índico. Los objetivos fueron un buque británico, dos israelíes y dos fragatas estadounidenses.

El anuncio llega pocas horas después de que la marina británica alertara de que dos barcos habían sido atacados con tres misiles en las últimas 24 horas en el mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandeb, después de un periodo de relativa calma en la vía marítima. Afortunadamente, no se han lamentado ni víctimas ni daños, según esta fuente.

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El portavoz militar hutí, Yahya Sarea, afirmó en un discurso televisado que atacaron en el mar Rojo el barco ‘Hope Island’, que identificaron como “británico” si bien navega con bandera de las Islas Marshall, “con una serie de misiles navales adecuados, y el impacto fue directo”. Según él, también fue atacado el MSC Grace F, en el océano Índico y, en el mar Arábigo, el ‘MSC Gina’, ambos con bandera panameña y que los hutíes señalaron como “israelíes”.

Según Sarea, estos dos buques se dirigían a “puertos de la Palestina ocupada” e incluyeron este ataque como parte de sus operaciones contra barcos supuestamente vinculados a Israel y en el marco de sus acciones contra la guerra en la Franja de Gaza.

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De acuerdo con el portavoz militar hutí, el ataque “logró sus objetivos con éxito”, aunque no especificó posibles daños ni ha transcendido información relativa a estos ataques por parte de los buques afectados hasta el momento. Asimismo, el portavoz hutí dijo que sus fuerzas también atacaron varias fragatas estadounidenses con drones en el mar Rojo.

Los hutíes comenzaron su ofensiva en solidaridad con Palestina contra barcos vinculados a Israel, y posteriormente contra Estados Unidos y el Reino Unido, que atacan territorio yemení en “defensa propia”. Estos ataques han obligado a las grandes navieras a desviar sus rutas del mar Rojo al Cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica), lo que ha afectado al comercio internacional.