Europa se rearma ante el riesgo de una guerra con Rusia

“La amenaza rusa es real. Por ello, la defensa y la disuasión deben ser creíbles”. Son palabras del canciller alemán, Olaf Scholz, ante la Conferencia de Seguridad de Múnich celebrada en febrero. Las cifras respaldan su afirmación: por primera vez en tres décadas, Alemania destinará más del 1,5 % de su PIB a la Defensa.

Las declaraciones de Scholz no son un caso aislado; otros líderes europeos han levantado la voz los últimos meses. Quien ha ido más lejos ha sido Macron. El presidente francés afirmó que “nada puede excluirse”, tampoco enviar tropas occidentales a la guerra de Ucrania.

Los reservistas finlandeses del Regimiento de la Guardia Jaeger llenan sus cargadores de rifles de asalto mientras participan en un ejercicio militar en la base militar de Santahamina en Helsinki, Finlandia, el 7 de marzo de 2023. –

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Como se puede ver en el vídeorreportaje sobre estas líneas, la gran mayoría de Estados europeos —que a su vez pertenecen a la OTAN— están pisando levemente el acelerador de la militarización. En 2024, 18 de los 32 miembros de la Alianza Atlántica gastarán más del 2% de su PIB en Defensa. La gran incógnita que planea sobre Europa es si esta estrategia funcionará para frenar el expansionismo ruso.

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