El reino de Satanás aporta glamour oscuro a una cultura incomprendida

Una mujer con una máscara de cabra roja se encuentra en una puerta

Al Festival de Cine de Sundance le gusta programar documentales con temática de Satán, incluidos los de 2019. ¿Salve Satanás?, sobre el Templo satánico, y 2023 Satanás te quiere, sobre El fenómeno de pánico satánico de la década de 1980. Este año, Reino de Satanás continúa la tradición, aunque no es difícilmente un doc tradicional.

Dirigida por Scott Cummings (un editor profesional que también realizó el cortometraje de 2014 Juggalos de Búfalo), Reino de Satanás fue creado en colaboración con la Iglesia de Satanás—que es una organización diferente al Templo Satánico; es la religión fundada por Anton LaVey durante el apogeo de la contracultura de los años 60 en San Francisco. En lugar de una exploración directa de la organización religiosa y sus filosofías, Reino de Satanás adopta un enfoque más visual y experimental, pasando por viñetas que destacan a varios miembros de la iglesia mientras realizan rituales, disfrutan de la compañía de los demás, sobre sus asuntos diarios, etc. Ver la película es casi como hojear un álbum de recortes en movimiento; en una página, vemos un hombre con pintura de cadáver colgando su ropa para secar en su patio trasero, que de otro modo sería anodino, mientras que, en el siguiente, un hombre diferente hace contacto visual intenso con la cámara mientras realiza una serie de increíbles trucos de cartas.

Una advertencia de contenido colocada en la película y el hecho de que se trata de, ya sabes, satanistas—haz que parezca Reino de Satanás Será mucho más atrevido de lo que es; si bien hay algo de desnudez y algunas secuencias explícitas, en general es bastante elegante y artísticamente. película dinámica. Algunos participantes hacen apariciones repetidas, pero nunca emerge realmente una narrativa más allá de la sensación de que todos los retratados son parte de una trama coherente. movimiento que celebra la individualidad. Se hace referencia a la forma en que la cultura más amplia no siempre entiende de qué se trata la Iglesia de Satán, en el forma de clip de noticias que detalla un incendio provocado que destruyó la hermosa casa de un miembro, pero sobre todo hay una sensación de que los participantes están profundamente cómodos y comprometidos con sus estilos de vida.

Hay que decir, sin embargo, que el crimen aún sin resolver se agrava aún más por un tema que se repite a lo largo del documental, y es que estos La gente tiene muy, muy buen gusto estético. Madera oscura, cortinas de terciopelo rojo y colecciones inmaculadas de estatuas y libros acompañan a los impecablemente vestidos. Los miembros, que nunca hablan a la cámara pero que frecuentemente, como ese mago, hacen contacto visual con el espectador, reconociendo una sensación de artificio y la naturaleza performativa que impulsa este documental inusual. Jugando más con las convenciones de género: ocasionalmente, Cummings lleva las cosas a un nivel más surrealista y mágico , mostrándonos una mujer levitando, una bola de cristal hablando o un hombre caminando desde detrás de la encimera de la cocina para revelar que tiene una cabra. piernas—y un par enorme de pelotas de cabra. No pensaste que los satanistas llegaron tan lejos sin sentido del humor, ¿verdad?

Reino de Satanás recién estrenada en el Festival de Cine de Sundance ; a principios de enero, fue recogido por Visit Films, aunque aún no se ha anunciado una estrategia de lanzamiento.

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