Juan Carlos Cueto, del pelotazo de las armas en Angola al de las mascarillas

Juan Carlos Cueto, del pelotazo de las armas en Angola al de las mascarillas

Los investigadores de la Guardia Civil que han desenredado la madeja del caso Koldo se toparon en sus pesquisas con un viejo conocido. Juan Carlos Cueto Martín, a quien la Fiscalía Anticorrupción considera el cerebro de la trama de las mascarillas, fue investigado hace diez años por la misma UCO (la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil), en lo que resultaría ser uno de los mayores casos de corrupción de España, el caso Defex, en el cual el empresario es uno de los principales imputados.

Cueto compareció el miércoles en la Audiencia Nacional para testificar sobre las mascarillas. Respondió solo a su abogado y la declaración duró veinte minutos. Sin embargo, no tendrá más remedio que volver, pues este año debe arrancar el esperado juicio de Defex en el que se cruzan el sector público y el complejo militar industrial y de seguridad español.

Cueto se ocultaba tras hombres de paja; así pudo hacer negocios con la administración pese a estar imputado

Cueto está imputado por un contrato de venta de armas y material policial a Angola que en el 2008 obtuvo la UTE entre una de sus compañías, Comercial Cueto 92, y la semi pública Defex (liquidada por el Gobierno español a resultas del escándalo). Según el auto del juez instructor, José de la Mata, la operación, por 152 millones de euros, tuvo un sobrecoste de cien millones, desviados en sobornos a los funcionarios del país africano y en comisiones ilegales que se embolsaron los directivos de las empresas implicadas y los intermediarios, mediante un complejo entramado de empresas pantalla. Un mecanismo que en menor escala se reproduce en el caso de las mascarillas.

De hecho, lo que destapó el caso Defex fueron 41 millones que afloraron en una cuenta en Luxemburgo de la que Juan Carlos Cueto era el titular y que llevaron a las autoridades de aquel país a avisar a las españolas. Para Cueto, a quien el juez sitúa en “la cúspide de la organización”, la Fiscalía pide 50 años de cárcel, solo superado por los 50 años y siete meses que solicita para el presidente de Defex y su director comercial.

Lee también

El juez señala a Ábalos como “intermediario” de la trama para las reclamaciones de Baleares

Joaquín Vera

En su auto de procesamiento, de julio del 2018, el juez habla de una “organización” que se dedicaba a conseguir contratos públicos en países extranjeros mediante sobornos y buscaba enriquecerse ilícitamente cargando “brutales sobreprecios sobre el coste real de adquisición de las mercancías, armando toda una estructura de sociedades ficticias y de facturación falsa y simulando la prestación de servicios por parte de estas sociedades pantalla, por decenas de millones de euros”.

Cueto construyó hospitales en Angola hace años con la empresa ahora investigada

Sorprende que un encausado en un caso de corrupción, además uno relacionado con contratos públicos amañados, esté haciendo negocios con la administración pública menos de dos años después de su imputación. Cueto estaba tapado. Al frente de Soluciones de Gestión, la empresa que facturó 50 millones de euros en varios contratos de suministro de mascarillas, figura como propietario un tal Iñigo Rotaeche Lachiondo. Los investigadores consideran que es un hombre de paja y apuntan a un posible vínculo familiar: la esposa de Cueto, también imputada en Defex, se llama Iciar de Yraola Lachiondo.

La UCO cree que Soluciones de Gestión está en realidad “controlada” por Grupo Cueto, el conglomerado empresarial familiar. Una de las empresas del grupo es Comercial Cueto 92, la de Defex. Juan Carlos fue retirado del organigrama de grupo cuando empezó a ser investigado, pero según los investigadores es él quien sigue llevando las riendas.

El informe de la policía judicial de la Guardia Civil desgrana los múltiples indicios que “corroboran” el vínculo entre Soluciones de Gestión y el Grupo Cueto. Existe, de entrada, una pista angoleña. Soluciones de Gestión fue fundada en el 2002 en Zaragoza por un matrimonio de españoles que tenía negocios en Angola y se especializó en conseguir adjudicaciones públicas en aquel país, casi siempre a través de asociaciones en UTE con otras empresas según el proyecto del que se tratase. Una de las empresas con la que se alió para construir varios hospitales y centros médicos en Angola, así como también centrales térmicas flotantes, fue Comercial Cueto 92.

Por otra parte, la sede madrileña de Soluciones, en la calle Príncipe de Asturias, está en un inmueble propiedad de otra empresa de Cueto. Los investigadores han identificado asimismo varios trabajadores de Cueto vinculados de distintas formas con Soluciones de Gestión, así como “ingresos y pagos dimanantes o dirigidos” al conglomerado.

A pesar de su prominente imputación en Defex, Cueto gozaba de una asombrosa invisibilidad pública. En internet no había ninguna foto suya hasta este miércoles.

Lee también