Antioqueños, sacudámonos

Jorge Enrique Vélez.

Es evidente para nosotros, los antioqueños, la estrategia del actual presidente de la República de buscar desintegrar, de cualquier manera, no solo nuestro territorio, sino también dividirnos como antioqueños y tratar de disminuir el significado que cada uno de nosotros tiene por lo que tenemos y sentimos por nuestro terruño. Este se transforma en un fuerte sentido de identidad regional y orgullo por lo nuestro, algo que claramente contrasta con lo que ha sido y piensa el primer mandatario de los colombianos.

En lo que respecta a nuestra Antioquia y los antioqueños, va en contra de lo que debería ser la razón fundamental de un presidente, que es unir la región en un solo país, promoviendo la cohesión social, la armonía y el bienestar de todos los ciudadanos, sin importar su origen geográfico. Esto ha quedado demostrado con creces a través de sus acciones. Es importante recordar una serie de situaciones ocurridas recientemente, que claramente demuestran con hechos lo que es su sentimiento. Ojalá logre apartarse de ello y pensar no como Gustavo Petro, sino como el presidente de todos los colombianos que es hoy.

Hace unos días, el hermano del presidente, Juan Fernando Petro, mostró una actitud poco amistosa hacia los líderes de la región, como el gobernador del departamento, los parlamentarios, diputados y concejales. Se propuso enviar un mensaje claro y contundente para reafirmar la intención del presidente Petro de separar el Urabá Antioqueño de nuestro departamento. Este mensaje incluyó una invitación a una reunión respaldada por los representantes y líderes que se autodenominan antioqueños del Pacto Histórico y del partido del cuestionado exalcalde de Medellín Daniel Quintero, dirigida a los alcaldes de Urabá.

El propósito era manifestarles que estaban dispuestos a ayudarles con el gobierno de su hermano, sin necesidad de recurrir a los líderes de la región. Así comenzaría a cumplirse un viejo anhelo de su hermano: la división de nuestra Antioquia, separando nuestro territorio en tres departamentos (municipios del Magdalena Medio), además de la propuesta de crear un nuevo departamento en Urabá.

Esta propuesta ha sido parte de la visión de descentralización y desarrollo territorial de Petro, con el objetivo de impulsar el progreso de esta región y fortalecer su autonomía política y económica. La intención detrás de esta iniciativa, en teoría, es mejorar las condiciones de vida de los habitantes de Urabá y promover un mayor equilibrio y equidad en el país. La reunión se llevó a cabo de manera casi clandestina, y solo lo supimos a través de un medio regional (IFM Noticias).

El periodista que estaba investigando la razón de la reunión fue amenazado por la seguridad del señor Petro, si no borraba las fotos del encuentro. Esto recuerda las reuniones en La Picota durante la campaña presidencial con los delincuentes del famoso Pacto de La Picota. En ese momento, el presidente deslegitimó esas reuniones al decir que se realizaron sin su autorización, aunque luego se demostró que sí era una estrategia de campaña, como parece ser el caso de esta reunión de su hermano con los alcaldes de la zona del Urabá antioqueño.

Sin embargo, la estrategia no se limita solo a los alcaldes de Urabá. En una reunión que sostuve esta semana con los ganaderos del Magdalena Medio antioqueño, denunciaron cómo la delincuencia se ha fortalecido en esa zona del departamento. Allí, existe una gran presencia de las disidencias de las Farc, el ELN y el Clan del Golfo. Los ganaderos se sienten totalmente desprotegidos, con amenazas de invasión de tierras y robos de ganado, sin que la fuerza pública ni la Policía puedan hacer nada al respecto.

Ya sea por órdenes presidenciales en las zonas donde están los grupos al margen de la ley, que están incluidos en la política de ‘paz total’ y están totalmente maniatados, o porque son zonas que forman parte del cese al fuego, donde las fuerzas militares no pueden actuar, simplemente, por órdenes superiores que se están dando.

Esto coincide con las denuncias que mencioné en una columna anterior sobre los municipios del Magdalena Medio santandereano y antioqueño, donde se anunció la presencia de las disidencias de las Farc. Curiosamente, son los mismos municipios que son prioridad de compra de tierras por parte del gobierno del cambio. A esto se suma que es el territorio del nuevo departamento del Río que quiere impulsar el presidente de la República. Como dijo Jonas Salk: “Nada sucede por casualidad. Es una cuestión de acumulación de información y experiencias”.

Pero continuemos con las coincidencias del Gobierno y sus líderes en contra de Antioquia, esta vez enfocadas en el conglomerado empresarial GEA. Durante una reunión, en la que el elocuente ministro de Salud estaba exponiendo la reforma a la salud, manifestó: “Mientras los bancos nos muestran sus utilidades y el grupo GEA aumenta sus ganancias día a día, la gente padece hambre en este territorio”. ¿Será otra coincidencia o parte de la estrategia contra Antioquia y sus dirigentes? Y estas son solo algunas de las muchas que se han establecido con un único propósito: dividir a Antioquia y a sus ciudadanos, sin excepción.

Es el momento, como expresé en el titular de esta columna: “¡ANTIOQUEÑOS, SACUDÁMONOS!”, para desarrollar una estrategia efectiva que haga entender al gobernante que sus intereses son distintos a los nuestros y a los de los demás colombianos. Nuestro objetivo es mantener la integridad y unidad de Colombia, que se ve amenazada por una división propuesta por el presidente.

Esto solo se logrará estableciendo un diálogo abierto y constructivo con el presidente y su equipo, para expresar las preocupaciones de Antioquia y explorar posibles soluciones y alternativas que sean mutuamente beneficiosas. Este esfuerzo debe ser liderado en equipo por nuestros líderes regionales del sector público, privado y de las diversas organizaciones académicas y sociales, sin excepción.

Además, se deben llevar a cabo campañas de sensibilización que involucren a todos los antioqueños, utilizando los medios de comunicación y las redes sociales para proporcionar información clara y precisa en defensa de nuestro departamento y la unidad con el resto del país. Todo esto, dentro de los marcos legales y constitucionales, defendiendo nuestros derechos, que se ven amenazados, como está ocurriendo con el actual gobierno, que claramente no es producto de una casualidad.

Nuestra clase política, encabezada por el señor gobernador, el alcalde de Medellín y los demás alcaldes del departamento, parlamentarios, diputados y concejales, debe ser coherente en comprender que primero está la defensa de Antioquia, antes que sus propios intereses y los de los partidos políticos que representan, los cuales han perdido toda credibilidad. Es crucial respaldar la posición y el liderazgo histórico de nuestro departamento, el cual se ve amenazado en el contexto nacional.

Al unir las estrategias anteriores, Antioquia comprenderá que la unión efectiva entre las autoridades locales, empresariales, sociales, y la sociedad civil en general, nos permitirá fortalecer nuestra posición. Trabajaremos de manera efectiva para proteger la integridad de nuestro territorio y mantener una postura única y sólida en contra de los intereses del líder del gobierno del cambio. ¡QUE VIVA ANTIOQUIA!