¿Precios altos del cacao podrían ser beneficiosos para la economía colombiana?

Cacao

El pasado 26 de marzo, el precio de la tonelada de cacao logró superar los 10.000 dólares en Nueva York por primera vez en la historia, antes de descender ligeramente, siempre galvanizado por los temores crecientes de escasez de suministro.

Esto surge como una buena noticia para los productores locales que buscan exportar su producto. Sin embargo, aumenta la presión para las empresas chocolateras, y, por ende, a los consumidores ante posibles aumentos en los precios de los productos derivados de este bien primario. Con un crecimiento de 135 %, esta es la materia prima cuyo valor más ha crecido en lo corrido del año. Esto obedece a que las principales fábricas de Costa de Marfil y Ghana, los principales productores a nivel mundial, han tenido que reducir e, incluso, irrumpir el procesamiento de chocolate. (Lea: Reforma agraria: los retrasos en la compra de tierras ofrecidas por los ganaderos). Según reportan agencias como Bloomberg, esta situación se debe a que las cosechas de África Occidental se han visto afectadas por condiciones meteorológicas extremas y por enfermedades, lo que ha provocado un déficit consecutivo de la oferta mundial. “Los altos precios del cacao siguen siendo una preocupación importante debido a la escasez de oferta de los principales productores, lo que dio como resultado una disminución de entre 28 y 35 % en las llegadas a los puertos de Costa de Marfil y Ghana, respectivamente, en comparación con la temporada anterior”, señala la Organización Internacional del Cacao (ICCO por sus siglas en inglés).

Cacao Archivo EL TIEMPO

Ante el crecimiento vertiginoso del precio del cacao, el presidente Gustavo Petro, mediante su cuenta en la red social X, aseguró que este sería el momento ideal de impulsar el cultivo de esta materia prima, utilizando la sustitución de cultivos ilícitos como el vehículo para lograrlo. “El cacao ha roto récords en precios. Es la oportunidad de sustitución de cultivos ilícitos con cacao en algunas zonas. El Gobierno busca organizar y estimular su producción”, dijo el jefe de Estado. (Le recomendamos: Los retos que aún persisten para impulsar al agro colombiano).

Sin embargo, según expertos, hay riesgo en los productores locales de incumplir los contratos en vigencia, suscritos meses atrás bajo la figura de contratos a futuro. “Es probable que pueda haber incumplimientos, puesto que algunos productores cerraron negocios a un precio de 2.600 dólares y hoy está a 10.000. El llamado es a cumplir y poder invertir estos mayores recursos”, manifestó Eduard Baquero, presidente de la Federación Nacional de Cacaoteros (Fedecao). Y es que, por lo general, en estas situaciones, los cacaoteros y las cooperativas definan el precio, la cantidad y el momento de entrega del cacao con anterioridad. Con ellos, se obliga a las partes a que se comprará bajo esas condiciones, pase lo que pase.

En total, la producción colombiana es de alrededor de 60.000 toneladas, principalmente, en departamentos como Santander, Antioquia, Arauca, Tolima y Huila. De estas, unas 18.000 se exportan, ya sea en grano o semielaboradas y en el 2022 se llegó a tener ventas de 131 millones de dólares. (Lea: El llamado de Piersanti a tener un agro más competitivo en Colombia).

Cacao iStock

El crecimiento del precio del cacao es un incentivo para que los productores se animen a exportar sus productos. No obstante, Baquero hizo un llamado a prepararse en caso de que lleguen épocas de ‘vacas flacas’: “Los productores están contentos porque están recibiendo más dinero. Sin embargo, hay que prepararse, hay que fertilizar las plantaciones y seguir renovando”. En esto coincidió la ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Jhenifer Mojica, quien afirmó que en toda bonanza de precios, lo más apropiado es ahorrar para mitigar la caída de estos. “Este es momento para invertir en renovación, en mejora de cacaotales, en mejoramiento de riego y de infraestructuras productivas. Hagamos de esta bonanza una oportunidad de mejorar el cacao”. JUAN MARTÍN MURILLO HERRERA Periodista de Portafolio *Con información de EL TIEMPO – ECONOMÍA y EFE