La Super Pop del arte: Van Gogh y Naruto, Camille Claudel y Taylor Swift o Zahara y Caravaggio tienen puntos en común

Clara González (@claramore), autora de ‘Un Van Gogh en el salón’.

Clara González Freyre de Andrade es una historiadora del arte a la que muchos conocen mejor bajo el nombre que utiliza en redes, Claramore. Llevo unos años divulgando sobre su especialidad, pero alejada de densas disquisiciones acercando así el arte a los más jóvenes.

Su intención es democratizarlo y hacerlo atrayente a las nuevas generaciones y que no sientan que es algo solamente para una élite de entendidos. Todos podemos disfrutar del arte y conocer su historia y ahora de una manera más divertida convirtiendo los tradicionales libros sobre la materia en la Super Pop más especial en la que se mezclan artistas como Taylor Swift, Karol G o Bad Bunny con otros como Van Gogh, Frida Khalo o Van Gogh.

Ahora sí, la historia del arte se puede repasar de la manera más divertida con horóscopos y test incluidos.

Un Van Gogh en el salón o la Super Pop del arte ¿qué opinarían tus profesores universitarios?

Creo que habrá opiniones para todos los gustos. Va a haber profesores que van a entender que es una manera de acercar la historia del arte a audiencias a las que no llegan normalmente los manuales académicos porque les parecen densos o aburridos. Simplemente, lo que estoy diciendo, en general, es que cómo cuentas las cosas es tan importante como lo que estás contando. También soy consciente de que va a levantar ampollas y hay profesores un poco dinosaurios y de la vieja escuela que les parecerá una aberración.

¿Por quién comprabas tú la Super Pop?

He sido fan de muchas cosas. Yo era más lectora de Top Music, la verdad, pero elegí la Super Pop porque es más identificativa de nuestra generación. Me gustaba mucho Crepúsculo, Física o Química, La oreja de Van Gogh, El canto del loco, pero la compraba sobre todo por los posters.

Hay mucho salseo en la historia del arte y esta es la prueba, ¿por qué la historia del arte siendo tan divertida no lo parece?

Porque se ha vendido siempre como que para acceder a ella tienes que tener una cabeza que pese más que el cuerpo y que seas muy inteligente y no puede ser algo que consuman las masas, sino que tiene que ser para unos pocos. Eso es algo que sólo pasa con las artes visuales porque luego, la música, por ejemplo, se ha democratizado un montón, aunque es verdad que hay diferenciación entre la música pop y mucha gente que no considera que la música urbana, sobre todo, es arte. Se ha vendido que tienes que tener unos conocimientos previos y una sensibilidad especial para entrar en un museo y disfrutarlo y no tiene por qué ser así.

Tú comparas a Taylor Swift con Camille Claudel porque tenían algo en común: Un pésimo gusto con los hombres. Explícanos esto en pocas palabras.

Camille Claudel, más conocida históricamente como ‘la mujer de’, que es algo que pasa bastante y me da bastante coraje, en este caso mujer de Rodin, el autor de El pensador, un escultor que ha pasado a la historia como un hombre brillante, no lo vamos a poner en duda, pero el problema es que él empezó a salir con ella cuando ella tenía 17 años y el cuarenta y algo, muchos años de diferencia y por mucho menos Taylor Swift escribió All Too Well (que menos mal que lo escribió porque me parece un temazo) y tenían en común ese pésimo gusto por los hombres porque Taylor Swift también tiene un historial…aunque ella ha llegado a ser la que les empaca a ellos y eso me mola bastante.

Dices en el libro que “la primera vez que vi a Florence and The Machine en directo, creí estar viviendo una experiencia mística. Ver a Florence Welch era como ver cobrar vida a la protagonista de una pintura prerrafaelita”, ¿con qué otro artista te ha pasado algo parecido?

Adoro a Florence, realmente creo que ella ha cogido muy bien la estética de los prerrafaelitas y el literalmente es su tipo de mujer. Los prerrafaelitas las tenían un poco estigmatizadas y se las conoce en la faceta de musas y no en la de artistas, que también lo eran y, de hecho, Elizabeth Siddal, que es como la musa principal del prerrafaelismo era escritora, hacía unos poemas increíbles, también era pintora, y solo se la conoce por ser la que pintaban. Florecen ha cogido muy bien su estética.

Normalmente es casi imposible encontrar imágenes de calidad de obras de mujeres. Se centran mucho en su biografía.

¿Tú crees que de manera consciente?

Yo quiero pensar que sí. Hay discos en los que coge totalmente su estética, yo los cogía y me recordaban a un cuadro prerrafaelita.

¿Eso te ha pasado con otros artistas?

Uno de mis hilos más virales es sobre Rosalía, con El mal querer, los diseños de Filip Ćustić, tiene muchas referencias artísticas tanto a Frida como a Julio Romero de Tormes, yo veo, ahí, mucho trabajo de fondo para coger referencias, hasta veía algunas de Ofelia de Millais. Mi hilo más famoso es analizando la estética tanto de El mal querer como de Motomami. Amaia también ha sacado videoclips que tenían referencias, al barroco en este caso. A mí me gusta mucho analizar videoclips, es una de las cosas que más hago en redes.

Mencionabas a Frida Khalo como referente de Rosalía, también lo fue para Coldplay y Viva la Vida o para Madonna que tiene cuadros suyos en su casa. La artista que todo conoce, aunque luego no sepan decir ninguno de sus cuadros.

En el libro hay un capítulo solo de Frida Khalo, también hablo de ella cuando meto a María Izquierdo que es una artista mexicana increíble y muy desconocida que fue la primera artista mexicana en exponer en Estados Unidos, antes que Frida, aunque Frida se ha convertido en un icono. Si pides el nombre de una mujer artista, la mayoría piensan en seguida en ella, aunque luego no pienses en ninguna obra en concreto. Es lo que pasa con las mujeres artistas. Normalmente es casi imposible encontrar imágenes de calidad de obras de mujeres. Se centran mucho en su biografía. Siempre quieren separar las fotografías de ellos, pero las de ellas nunca, siempre se entiende su obra con la biografía como centro.

Vamos a tu imperio romano que es tu viaje con el instituto con 16 años a Roma, la cuna del arte, ¿sin ese viaje hubieras sido historiadora del arte?

Yo creo que sí porque realmente la cúspide de mi amor fue al año siguiente cuando conocí a mi profesora de historia del arte. No sé si hubiera sido historiadora sin esta profesora, probablemente, no. No me atrevía a dar el paso para estudiar esa carrera que todo el mundo me decía que no tenía salidas. Da un poco de vértigo. Fue una especie de serendipia, entré como segunda opción.

Afortunadamente en los últimos años hay una corriente de reivindicación de las mujeres en la historia del arte y aquí recoges a unas cuantas, ¿nos quedan muchas por descubrir?

Nos quedan muchas, sin duda. Están ahí, siempre han estado ahí y la historia, como se ha escrito como se ha escrito, las han dejado ocultas y han estado condenadas durante mucho tiempo al olvido y los almacenes. Ahora mejor, pero siguen estándolo. El Prado, si comparamos en los últimos años, ha hecho una labor por sacar mujeres artistas, pero tampoco vamos a aplaudir cosas que tendrían que ser ya. Aunque en el libro he creado un apartado llamado silenciadas, para mí lo más importante y quiero destacar es que siempre las intento integrar en el discurso porque no le veo sentido a que exista una historia paralela que sea la historia del arte de las mujeres. Tiene que ser historia del arte y que dentro estén las mujeres. También hago un esfuerzo grande por no llamarlas mujeres artistas, son mujeres.

Haces observaciones tan curiosas como que las venus paleolíticas eran en realidad selfies de embarazadas o que a los impresionistas no les sorprenderían los filtros de Instagram porque ellos ya lo hicieron antes, ¿las redes sociales es la mejor manera de conectar con las nuevas generaciones?

Sin duda, yo lo digo todo el rato, yo no estaría donde estoy ahora mismo si no fuera por las redes sociales. A mí me encantan, pero creo que son una importantísima herramienta de trabajo, sobre todo, para llegar a audiencias a las que no llegas desde otros lugares. Es una herramienta muy potente, no hay que tenerlas miedo, ni demonizarlas, que es algo que se hace mucho.

La pintura rococó tiene muchos misterios y secretillos y ‘El columpio’, al final es un triángulo amoroso, que es lo que pasa en Élite, que todos se lían con todos.

La portada de Put*, de Zahara, ya la habíamos visto antes con Caravaggio y no sé si fue tan, tan criticado.

A Caravaggio también le dieron caña. Lo de la portada de Zahara me parecía un buen guiño porque, entre otras cosas, que también remite a las miss y los concursos de belleza, remite a las vírgenes. Puta y Virgen en una misma frase es como… wow. Caravaggio en La muerte de la Virgen era muy dado a este tipo de polémicas, le gustaba coger a personajes socialmente repudiados y convertirlos en protagonistas de sus obras, cosa que la Iglesia no veía con buenos ojos. En el caso de La muerte de la Virgen cogió a una prostituta de referencia y la pintó como si fuera la Virgen y la Iglesia se escandalizó.

El Columpio de Fragonard no tendría nada que envidiar a Élite… le dices esto a unos adolescentes y seguro que se van corriendo a buscar el cuadro.

Yo creo que salseo y Fragonard van de la mano. La pintura rococó tiene muchos misterios y secretillos y El columpio, al final es un triángulo amoroso, que es lo que pasa en Élite, que todos se lían con todos. No es algo nuevo. No tan explícito como Élite, pero se entiende.

Van Gogh, si hubiera vivido hoy en día sería fan de Naruto.

Me paso veinte pueblos a veces. Quería reflejar que Van Gogh era una persona absolutamente fanática de Japón, de una forma increíble. De hecho, su obra bebe mucho de las estampas japonesas, él mismo las coleccionaba. En ese momento, cuando Japón se abre a Europa, todos estaban absolutamente fascinados con lo que se había desarrollado ahí que no tenía nada que ver con lo que teníamos en Europa. Él empezó a inspirarse mucho en eso y cuando se fue a Arlés, lo que estaba buscando era su pequeño Japón, un lugar donde poder sentirse conectado con esos valores japoneses. Si hubiera existido hoy, probablemente hubiera sido otaku.

Las poesías de Tiziano son como el porno de la época, ¿entendemos entonces que se estudien en las aulas?

Al final el rey utilizaba este tipo de cuadros para alegrarse la vista y todo lo que fuesen desnudos femeninos tenían ese carácter sexualizado. En el caso de Tiziano es evidente porque él mismo, en las cartas cuando habla al rey, le dice, ‘te he pintado dos cuadros distintos, uno por delante y otro por detrás para que tengas variedad’. La diferencia entre porno y pintura erótica es un poco polémico. Quería acercarlo para dejar claro que ellos tenían sus métodos, el rey tenía las pinturas de Tiziano en un camerín privado al que se retiraba después de comer… sospechoso.

Luego llegan afirmaciones que algunos podrán considerar sacrílegas como que la Mona Lisa está sobrevalorada, solo cogió fama después de ser robada (esto por cierto también lo he escuchado en la película turca de Netflix, El ladrón romántico)

Hay que saber distinguir entre el valor artístico de la Mona Lisa y lo que es ahora. Ahora mismo va más allá de su valor artístico, es un icono. La gente va solo a ver el cuadro para hacer un check en su lista, como yo fui en su momento, que lo hizo para poder criticar con conocimiento de causa. Una de las cosas que más rabia me da es que justo enfrente tiene Las bodas de Caná, de Veronés, que es un cuadro enorme que no puede pasar desapercibido y nadie se gira a mirarlo. Y ahí entra el dilema de si te gusta la Mona Lisa porque te gusta o porque te han dicho que te tiene que gustar. Antes del robo tenía su público, pero no era una obra maestra como está hoy en día considerada. Luego llegó El código Da Vinci y eso, pero el robo fue un antes y un después.

Comparas Pop, de La oreja de Van Gogh con El cortesano, el bestseller del Renacimiento, no sé si les deja en muy buen lugar.

Me encanta La oreja de Van Gogh es uno de mis grupos favoritos. La oreja de Van Gogh de Amaia, tengo que decir. Lo siento por Leire. Es uno de los grupos más escuchados a día de hoy. Soy una nostálgica de los 2000. En una parte del libro la vuelvo a mencionar y digo que es el mejor grupo del mundo y no admito discusión al respecto.

Las vidas de los excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos, un libro que casi podríamos considerar el Sálvame de la Historia del Arte… ¿fue el que te inspiró para tu Super Pop?

No voy a compararme con Vasari porque eso sí que sería un sacrilegio. Lo suyo es el Sálvame de la época, el mío es la Super Pop de mi época y no tiene nada que ver. Vasari lo que hacía era coger los chismes de los artistas del momento para realzar a los que le gustaban. Se inventó la mitad, seguro, no es que sea una fuente muy fiable.

Una Super Pop en el que no falta ni el horóscopo ni los test tan típicos de la revista, ¿imprescindibles?

Para mí, sí. Si tiene que ser una Super Pop tiene que tener horóscopo. Tuve que renegar del poster, pero también lo quería. Me dijeron que, si hay una edición especial, metemos poster. Y me encantaría que tuviera, incluso, regalo, como la revista.