Jordi Fernández entrenará a Brooklyn Nets

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Parecía claro que el día iba a llegar, y ya ha llegado: según Adrian Wojnarowski, el infalible periodista de ESPN, el español Jordi Fernández será el nuevo entrenador de Brooklyn Nets a partir de la próxima temporada. El técnico de Badalona, de 41 años, se convierte así en el primer head coach, entrenador principal en la NBA. Hasta ahora, y así acabará la temporada, era asistente en Sacramento Kings, donde llegó como un fichaje de máxima confianza de Mike Brown.

Durante más de un mes, y con el objetivo de reiniciar una franquicia que se ha metido en una tremenda crisis de identidad, los Nets han buscado un perfil idóneo para ponerse al frente del equipo. Tras la disolución, un fracaso estrepitoso, del big three que formaron Kevin Durant, Kyrie Irving y James Harden (ahora en Suns, Mavericks y Clippers), la franquicia neoyorquina ha caído en la más profunda irrelevancia: 32-50, undécima en la Conferencia Este, fuera incluso de la repesca del play in y con una cruda situación en cuanto a rondas de draft por la agresividad con la que afrontó traspasos como el de Harden, que enviaron buena parte de su futuro a Houston Rockets. Jordi Fernández es el elegido para poner de nuevo en la buena dirección a un equipo en el que comenzó la temporada Jacque Vaughn y la ha acabado, tras la salida de este, Kevin Ollie, el quinto entrenador de los neoyorquinos desde 2020.

Una buena base: Bridges, Johnson, Thomas…

En los Nets, Fernández trabajará con una base muy interesante en la que hay jugadores como Mikal Bridges y Cam Johnson, que llegaron desde Phoenix en el traspaso de Durant, el anotador Cam Thomas, veteranos como Dennis Schröder y Dorian Finney-Smith… está por ver qué pasa con Ben Simmons y sus constantes problemas de espalda (tiene un suledo de 40,3 millones de dólares para la próxima temporada) y con el pívot Nic Claxton, uno de los jugadores más importantes del equipo pero que termina contrato. Con la idea de sacar el máximo partido a una plantilla que en todo caso necesita retoques y, sobre todo, buena dirección, Sean Marks, un general manager con mucha presión dado lo mal que han ido las cosas en los últimos tiempos, entrevistó según Wojnarowski a “docenas de candidatos”. Jordi Fernández convenció y pasó a hablar con el propietario, el empresario Joe Tsai.

Primero, ahora, el español tiene que acabar el curso con unos Kings que juegan esta noche en el play in contra Golden State Warriors. Una derrota y habrá finalizado la temporada de los californianos, que regresaron el año pasado a playoffs después de 16 años de ausencia, una racha históricamente negra, en el primer año con Mike Brown como entrenador y Fernández como su mano derecha. Antes, había trabajado durante seis años con Michael Malone en los Nuggets, a los que llegó desde Cleveland. En los Cavaliers aterrizó en 2009 para trabajar en el departamento de desarrollo de jugadores. También pasó por el afiliado de la G League de los de Ohio, Canton Charge, como asistente y, después, entrenador principal.

A nivel de selecciones, fue asistente en la Sub-19 de España (2013), trabajó con Mike Brown (el que después lo fichó para sus Kings) en el organigrama de Nigeria y ahora es seleccionador de Canadá. El pasado verano consiguió, con el equipo norteamericano, plaza olímpica en París 2024 y un histórico bronce, la primera medalla mundial para un equipo muy al alza y que quiere metal también en los Juegos, con Shai Gilgeous-Alexander al frente, la posible incorporación de Jamal Murray (que no estuvo en el Mundial) y un bloque lleno de talento NBA (RJ Barrett, Nickeil Alexander-Walker…).

Durante la fase de preparación para ese Mundial que lanzó todavía más su excelente reputación como entrenador, Jordi Fernández le contó a AS que sentía que estaba muy cerca de convertirse en head coach de la NBA después de pasar por varios procesos de selección: “He podido hacer entrevistas con varios equipos y ha sido muy positivo para mí, para aprender cómo van estos procesos de selección. Siento que estoy muy cerca pero no me obsesiona, porque lo importante en mi trabajo es centrarme en lo que tengo, que es Sacramento y ahora también Canadá. No me obsesiona, no es algo que quiera conseguir ya mismo. Llegará, confío en que en algún momento será así, pero no necesito que sea ya. Cuando aparezca la oportunidad estaré preparado”.

No ha pasado ni un año, y ya lo ha conseguido: a falta de la confirmación oficial, ya tiene su banquillo NBA. Algo que tenía que llegar si consideramos que en la encuesta anónima de inicio de temporada que la Liga hace entre todos los general managers, Jordi Fernández fue el que más votos recibió como mejor entrenador asistente. Ahora va a dar el siguiente paso, uno histórico para el baloncesto español y una zancada gigantesca para un técnico brillante y con un futuro espléndido.

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