Gustavo Petro indicó que el punto más crítico de la sequía no es La Guajira sino Bogotá

Presidente de Colombia, Gustavo Petro

En medio de la alerta por la que están atravesando varias zonas de Colombia por la intensa ola de calor, el presidente de la República, Gustavo Petro, admitió que su previsión sobre la sequía no fue del todo acertada. El mandatario indicó que todo apuntaba a que en La Guajira se iba a concentrar la emergencia de sequía; sin embargo, dijo que hoy por hoy es Bogotá.

“La ciudadanía de la sabana de Bogotá puede hoy analizar en la experiencia misma del vivir, si el criterio de urbanización sin trabas de la sabana de Bogotá y de la ciudad, es sostenible. Habrá sequía peores que la que estamos afrontando”, expresó Gustavo Petro en su cuenta oficial de X.

Cabe resaltar que este jueves 11 de abril, inició en la capital del país la medida de racionamiento de agua, decretada por el alcalde de la ciudad, Carlos Fernando Galán, en respuesta a los bajos niveles de los embalses, los cuales no se venían según el Distrito desde 1984.

“El agua potable de la sabana y Bogotá proviene de una cuenca diferente a la de su territorio: se trasvasa agua de la Orinoquía. Esa agua producida en la cara oriental del páramo de Chingaza tiene un origen: la llegada de los llamados ríos voladores, el agua evaporada que sale de la copa de los árboles de la selva amazónica. Un 35% del agua que llega a la sabana de Bogotá viene entonces por los vientos desde la selva amazónica”, expresó el jefe de Estado en su cuenta personal de X.

También señaló: “Si la selva desaparece en su conexión con la cordillera oriental, esta fuente desaparecerá. Cada ciudadano debe saber que la mitad de su agua depende entonces de que exista el páramo, de que exista la selva llegando a la cordillera y de que exista el bosque alto andino, que ya se depredó en un 80 % por sembrar pastos o hacer minería para la construcción”.

El mandatario también dijo que el intento de hacerlo en el POT de Bogotá Humana fue hundido por concejales como Miguel Uribe Turbay o como la magistrada García, amiga de Ordóñez. Además, señaló que el afán de priorizar urbanización y negocios viales por concesión ha impedido financiar seriamente la adaptación al cambio climático en Colombia, que tiene como eje el agua.

“Ayer, en reunión de los funcionarios a nivel nacional encargados del agua potable, encontramos que, si se mantiene el ritmo de los últimos años de inversión en agua potable y saneamiento ambiental, demoraremos un siglo en lograr que la población toda tenga estos servicios. Se necesitan 100 billones de pesos para que 17 millones de personas que hoy no tienen agua potable y la mitad de la población que hoy no tiene saneamiento ambiental integral, lo puedan tener”, agregó Petro.

Sin embargo, el mandatario agregó que dicha afirmación es absurdamente irracional, en medio de una crisis climática, que arreciará por el consumo creciente de carbón y petróleo en las sociedades ricas del norte. “Ordené hacer un cambio sustancial para lograr que, en los próximos 30, años toda la población de Colombia tenga agua y saneamiento ambiental como la principal política de adaptación a la crisis climática”.

“Partiendo desde ya, la matriz de vigencias futuras de la inversión pública nacional debe cambiar, priorizando la inversión en agua potable y tratamiento del agua en todo el país. El agua es la vida y no se puede ser potencia de la vida sin ser potencia del agua”, concluyó Petro.

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