¿Cuánto dura una lata abierta en la nevera?

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Guardar una conserva a medio consumir en el frigorífico conlleva riesgos para nuestra salud. Hacerlo no es una buena idea por varias razones..

Comer de lata es algo que nos ha salvado a todos el almuerzo, la merienda o la cena, cuando la nevera está vacía y el congelador desangelado. Los españoles somos grandes consumidores de conservas y no sólo de pescado. Podemos almacenarlas en la despensa durante largos meses, siempre que se mantengan fuera de algunas de las principales amenazas, como el calor y la luz solar. Las latas que se usan para almacenar alimentos y bebidas son envases metálicos hechos, sobre todo, de aluminio y acero laminado resistente a la oxidación. Aportan una buena protección al alimento y una larga conservación mientras la lata permanece cerrada. Son recipientes herméticos, sellados al vacío y, por tanto, sometidos a un proceso térmico que destruye posibles microorganismos. Pero todo esto se pierde en el preciso momento en el que abrimos la lata, razón por la que no es aconsejable dejar el alimento en su interior una vez abierto el envase. Una vez que se destapa el envase, los expertos recomiendan vaciar el producto que queda en un recipiente limpio de plástico o, mejor, de vidrio, taparlo bien e introducirlo en la nevera. Si actuamos de esta manera evitaremos que se produzcan cambios en el alimento, como el típico sabor a metálico, además de posibles contaminaciones por hongos y oxidaciones en la lata. No obstante, no tenemos que tirar una lata que hayamos consumido a medias. Si lo trasladamos a otro envase en la nevera se conservará durante tres o cuatro días. Se recomienda, además, mantener su caldo o líquido original en el nuevo recipiente. Cuando abrimos una lata es importante saber identificar si una conserva está en mal estado. Y para eso, hay una serie de señales:

1. La lata está hinchada: puede hincharse por una bacteria o por haber estado mucho tiempo a bajas temperaturas.
2. Mal olor, burbujas o espuma: si al abrirla notamos un olorcillo raro o vemos que aparecen burbujitas o una especie de espuma sospechosa, no hay dudar, es para tirar.
3. Abollada o hundida: si la conserva aparece como con un golpe o abollada significa que el producto no está bien protegido, por lo que se expone a posibles riesgos.