Cajera de un restaurante fue víctima de un millonario robo armado, pero la escena escondía un engaño

Fue inicialmente catalogada como la víctima del violento robo armado.

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Cajera de un restaurante fue víctima de un millonario robo armado, pero la escena escondía un engaño

La Justicia llegó a la conclusión de que la escena del robo fue meticulosamente montada.

La nación

Estefanía L., una joven de 30 años que trabajaba como cajera en un restaurante en el barrio de Núñez, fue inicialmente catalogada como la víctima de un violento robo armado, pero las investigaciones posteriores revelaron un giro inesperado en los eventos.

El incidente ocurrió la noche del 17 de octubre en Beto’s Lomitos, ubicado en la avenida del Libertador al 6800. Según los informes de las autoridades judiciales, las cámaras de seguridad captaron el momento en que un individuo ingresó al local, apoyó una cartera en el mostrador y amenazó a Estefanía con un arma de fuego, exigiendo la recaudación del establecimiento, que ascendía a la considerable suma de 1.138.000 pesos.

Sin embargo, lo que parecía ser un acto delictivo común escondía un intrincado engaño. Las indagaciones lideradas por el fiscal José María Campagnoli y su equipo, en colaboración con la División Investigaciones Comunales 13 y la Secretaría de Investigaciones de Penales (SIPE), descubrieron una trama más compleja de lo que se percibía a simple vista. La Justicia, tras un minucioso análisis de las pruebas, llegó a la conclusión de que la escena del robo fue meticulosamente montada por Estefanía L. y sus cómplices con el único propósito de apropiarse del dinero de la recaudación del restaurante. (Seguir leyendo: Video | Millonario robo a cantantes de música popular que llegaron a Bogotá para promocionar su disco). En palabras de los jueces Julio Marcelo Lucini y Magdalena Laíño de la Sala VI de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional porteña, lo sucedido fue “una escena montada con el único objetivo de sustraer el dinero de la recaudación”.

“La intervención de Estefanía L. excluye la figura de robo asignada, ya que aquello que inicialmente se pensó como la intimidación que integra su aspecto objetivo, agravada por el supuesto uso de un arma de fuego”, sostuvieron los jueces. El tribunal de apelación confirmó parcialmente la decisión de procesamiento emitida inicialmente por el juez Edmundo Rabbione. Sin embargo, se realizó una modificación en la calificación legal del incidente. (Le puede interesar: Adulto mayor habría sido drogado y robado con escopolamina en su apartamento en Usaquén). El magistrado había optado por procesar a la sospechosa con prisión preventiva por el delito de robo doblemente agravado, argumentando que se había cometido con un arma cuya capacidad de disparo no estaba confirmada. No obstante, los jueces de apelación descartaron la calificación de robo agravado con arma, considerando que se trató de una situación simulada para las cámaras de seguridad del establecimiento. (Seguir leyendo: Video| Delincuentes armados atracaron restaurante en el norte de Bogotá: los sujetos huyeron en una motocicleta). El proceso judicial también involucró a Gabriel V., un exempleado del restaurante que había sido recomendado por Estefanía y que, según las investigaciones, desempeñó un papel crucial en la planificación y ejecución del robo simulado.

El análisis de las filmaciones de las cámaras de seguridad, obtenidas por el Centro de Monitoreo Urbano (CMU), fue esencial para desentrañar la elaborada trama detrás del robo simulado. Las imágenes revelaron que el delincuente que ingresó armado al restaurante se desplazaba en un Renault Clio blanco. La SIPE solicitó la colaboración de la División Anillo Digital de la Policía de la Ciudad para identificar la patente del vehículo, que estaba registrado a nombre de un residente del barrio de Chacarita. Durante el allanamiento en la dirección vinculada al propietario del automóvil, se reveló que el día del incidente, este individuo había sido solicitado por Gabriel V., quien afirmó que necesitaba transportar a su primo a distintos lugares de la ciudad. (Puede ver: Le robaron camioneta de $ 200 millones a familia en Bogotá, pero comunidad reaccionó: video). Sin embargo, durante el trayecto, una tercera persona, desconocida para el propietario del vehículo, descendió del auto en el restaurante y llevó a cabo el supuesto robo armado. La investigación también se apoyó en el análisis de las comunicaciones telefónicas. Se determinó que Gabriel V. mantuvo contacto frecuente con Estefanía L. después del robo y que existían comunicaciones previas al incidente. La propietaria del restaurante, quien no pudo realizar el cierre de caja esa noche, observó discrepancias en la cantidad de dinero reportada por Estefanía L. en comparación con el arqueo realizado por la encargada matutina al día siguiente. Esto generó sospechas sobre una posible colaboración de la empleada en el robo, ya que tenía acceso a la caja fuerte y a la caja registradora. Basándose en todas estas pruebas, el juez Rabbione procesó a Gabriel V. y Estefanía L., junto con el individuo no identificado, por la organización y planificación del robo simulado, en colaboración con el propietario del vehículo. En su defensa, Estefanía L. sostuvo que fue víctima de la situación y negó haber utilizado parte del dinero robado para su casamiento, así como cualquier implicación en las llamadas con Gabriel V. antes y después del incidente.

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*Este artículo fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial con información de La Nación Argentina (GDA) y contó con la revisión de un periodista y un editor.

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