“Siempre nos hemos odiado”: la cruda guerra entre los antiguos (y octogenarios) Monty Python

Hace ya 55 años que los Monty Python, muy posiblemente el grupo de humoristas más influyente de la historia (son para la comedia lo que los Beatles para la música), echaron a andar. En 1969, Graham Chapman, John Cleese, Terry Gilliam, Eric Idle, Terry Jones y Michael Palin unieron sus fuerzas y el resto es historia: desde su Flying Circus, la serie que crearon para la BBC, pasando por las adoradas películas que hicieron juntos (Los caballeros de la mesa cuadrada; La vida de Brian; El sentido de la vida) hasta sus proyectos en solitario o en colaboración con otros de los miembros (como Un pez llamado Wanda, que Cleese escribió y luego formó parte del reparto junto a Palin), su legado en la comedia del absurdo (mejor llamarla directamente “pitonesca”) no tiene parangón (por no hablar de sus grandes contribuciones artísticas en otras facetas, empezando por Gilliam, responsable de obras magnas del cine como Brazil, El rey pescador o Doce monos).

Los seis miembros de los Monty Python en 1969

Los integrantes que sobreviven (Chapman murió de cáncer en 1989, con solo 48 años, y Jones falleció en 2020 después de sufrir de demencia durante más de un lustro) ya han entrado todos en la octava década de su existencia y por desgracia la relación personal entre algunos de ellos parece pasar por el peor momento desde que se conocieron.

Sus desavenencias no son ni mucho menos nuevas y vienen de muy lejos (Cleese propició el primer cisma cuando decidió abandonar Flying Circus al finalizar la tercera temporada a principios de los 70), pero los ataques entre ellos –que siempre han existido de manera intermitente a lo largo de su dilatada trayectoria– nunca habían sido tan furibundos como están siendo ahora (realmente son solo Idle y Cleese los que han sacado los cuchillos en las redes, pero la sangre ha salpicado también a Gilliam, ya que han implicado a su hija).

El primero en abrir fuego fue Eric Idle hace unos días a través de su cuenta de X/Twitter: “No sé por qué la gente asume que estamos forrados, [la marca] Python es un desastre. Spamalot [el musical que produjo basado en Los caballeros de la mesa cuadrada y que fue un éxito en Broadway] hizo dinero hace 20 años. Tengo que seguir trabajando para poder vivir, lo que no es fácil a mi edad [en marzo cumplirá 81 años]… Todo lo que hemos hecho a través de Python nos pertenece a nosotros y nunca hubiese imaginado que llegados a este punto los ingresos que llegan sean tan desastrosos, aunque creo que colocando a un hija de Gilliam como mánager no debería sorprender a nadie. Un Gilliam ya es lo suficientemente malo, pero dos se pueden cargar cualquier compañía”.

La hija a la que alude es Holly Gilliam, quien efectivamente gestiona la marca Python desde 2013 a través de la agencia HDG Projects, y que en 2014 ayudó a organizar Monty Python Live (Mostly), la última reunión del grupo cómico (todavía con Jones, quien empezaba a evidenciar los primeros síntomas de demencia) que dio a pie a diez shows en directo en el 02 arena de Londres (iba a ser solo uno, pero todas las entradas se vendieron en poco más de 40 segundos, demostrando el grandísimo tirón que aún tenían).

Ni Holly ni su padre han respondido aún personalmente a las acusaciones de Idle, pero Cleese, el ex Monty Python de más edad con 84 años, sí ha salido en su defensa (también a través de X/Twitter): “He trabajado con Holly durante los diez últimos años y encuentro que es muy eficiente, tiene las ideas muy claras, trabaja mucho y es agradable en el trato. Michael Palin me ha pedido que deje claro que comparte mi opinión y Terry Gilliam también está de acuerdo con esto”.

La cosa no se ha quedado ahí, porque Idle ha aprovechado la gran repercusión que ha tenido su primera declaración para contestar a las preguntas de los fans, dejando claro que no ve a Cleese “desde hace siete años”. Ante la tristeza expresada por uno de sus seguidores por esa revelación, Eric replicó de manera tajante: “¿Por qué? Eso me hace feliz”, escribió, para luego acusar incluso de bullying a su antiguo colega, asegurando que “intimidó a Jonesy [Terry Jones], siempre me he avergonzado de que no hiciéramos nada al respecto”.

Ante la avalancha de preguntas generadas a raíz de ello, Idle suavizó algo su discurso, puntualizando que “todavía amo y estoy orgulloso de lo que hicimos como Python. Éramos un grupo único. Pienso en nosotros como un antiguo equipo del Liverpool: jugamos bien juntos en el pasado, pero no apoyábamos las emociones o los sentimientos. No éramos hermanos, sino colegas”.

Cleese, quien se ha caracterizado siempre por no morderse la lengua (aunque cuando entra al trapo casi siempre suele tirar de su fina ironía), también quiso abordar las muchas preguntas y alusiones que le llegaron de sus seguidores. “Es realmente triste ver a dos leyendas octogenarias aireando sus diferencias personales en Twitter. Sería mejor tratarlo en privado con una botella de Château de Chasselas”, escribió uno de ellos. “¿Quién es la segunda [leyenda]?”, contestó el cómico.

La respuesta de Cleese a una pregunta sobre si los Python habían perdido de verdad el contacto entre ellos fue aún más descorazonadora, aunque hay que tomarla cum grano salis conociendo la retranca de este: “Siempre nos hemos odiado y despreciado, pero la verdad ha empezado a emerger recientemente”.

La batalla ha llegado también a la siguiente generación, porque Lily Idle, hija de Eric, utilizó asimismo las redes sociales para defender la postura de su progenitor: “Estoy muy orgullosa de mi padre por compartir por fin la verdad, él siempre se ha levantado contra los abusones y los narcisistas y se merece el reconocimiento por hacerlo”.

La cuestión subyacente que ha propiciado toda esta guerra en redes, la de los problemas económicos, tampoco es nueva en el grupo, especialmente para los que han tenido más éxito, los propios Idle y Cleese (lo que es curioso ya que los dos fueron estudiantes brillantes en Cambridge).

Es algo de lo que son muy conscientes los otros miembros, como dejó claro Palin hace unos años en una entrevista en la BBC en la que afirmó que “John y Eric tenían estilos de vida, como lo podría decir, algo más complicados. Querían irse de vacaciones a Barbados y todo eso, mientras Terry y yo éramos felices con una pinta en un pub”.

El mismo Cleese reconoció en 2022 que “nunca he sabido cuánto dinero tengo… Nunca he entendido el dinero y no lo encuentro interesante, lo que es una desventaja en el mundo en el que vivimos”.

Lo demostró especialmente a través de su desastroso acuerdo de divorcio son su tercera mujer, Alyce Faye Eichelberger, lo que le costó más de 14,5 millones de euros en 2007 y le obligó a vender su casa de Londres, su colección de arte e incluso los recuerdos que guardaba de las producciones en las que ha participado (y hoy en día, pasados los 80 años, tiene que seguir actuando: en 2022 ofreció más de 40 shows por todo el mundo).

Idle, quien hace poco superó un cáncer de páncreas, puso por su parte a la venta su casa de Hollywood Hills y ha admitido estos días a sus fans que está en proceso de escritura de un nuevo show para poder seguir generando ingresos.

Michael Palin, Eric Idle, Terry Jones, Terry Gilliam y John Cleese tras la conferencia de prensa en la que anunciaron su reunión en 2013

La última vez que los miembros de los Monty Python recibieron un cheque considerable fue en 2013 por la mencionada reunión de Monty Python Live (Mostly), por la que ingresaron más de dos millones de euros cada uno. Aún así, lo que motivó que se reunieran fue precisamente otro revés económico: ese año perdieron una disputa legal con Mark Forstater, productor de la película Los caballeros de la mesa cuadrada, quien reclamaba royalties por el musical Spamalot y a quien tuvieron que pagar al final casi 940.000 euros.

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