El peculiar matrimonio de Willem Dafoe y Giada Colagrande: vida vegetariana en una granja de alpacas en Italia tras casi 20 años casados
“Actuar hace que me sienta vivo”, declaró Willem Dafoe (Appleton, Wisconsin, EE UU; 1955) el año pasado en una entrevista para Grazia. Así justificaba que a sus casi 69 años y con casi 150 películas en su haber, mantenga la misma pasión por trabajar en el cine que un recién llegado.
El año pasado tomó parte en nada menos que siete películas, de acuerdo a IMDB, y no precisamente en roles alimenticios: al igual que ha hecho a lo largo de su dilatada carrera, que echó a andar a principios de los años 80, se suele decantar por ponerse a las órdenes de directores de prestigio y en papeles que le supongan un reto. En 2024 por ejemplo repitió con su adorado Wes Anderson en Asteroid City y sobre todo puso todo su cuerpo y alma (sometiéndose a interminables sesiones de maquillaje) para encarnar a Godwin Baxter en Pobres criaturas (Poor things), esa inolvidable revisión del doctor Frankenstein por la que fue nominado a un Globo de Oro (los Oscar tiene por cierto una asignatura pendiente con él: ha sido nominado cuatro veces pero todavía no ha ganado la estatuilla).
En ese filme fue dirigido por Yorgos Lanthimos, quien le ha vuelto a reclutar ahora para Kinds of Kindness, su nuevo trabajo que llega esta semana a los cines tras su paso por el Festival de Cannes, donde fue muy bien recibida (y Jesse Plemons se llevó el premio a mejor actor). Es una comedia negra bastante inclasificable, como toda la filmografía de Lanthimos, y que el realizador define como una “fábula tríptica”, ya que está dividida en tres historias a lo largo de sus 165 minutos de metraje (y que obliga a Dafoe, al igual que al resto de sus intérpretes, a encarnar a tres personajes distintos).
A Willem (su nombre real es William, pero luego decidió adoptar su mote del colegio para desmarcarse de su padre, que se llamaba igual) le ha acompañado siempre cierta aura de excentricidad, en gran parte por lo que transmite en pantalla, pero lo cierto es que, especialmente en esta última etapa de su vida, lleva una vida muy tranquila y alejada de los cánones de Hollywood.
Giada Colagrande y Willem Dafoe en los Oscar de 2019.
Vive muy lejos en cuanto distancia de la meca del cine de hecho, y en ello tuvo mucho que ver su mujer, la actriz, directora y productora italiana Giada Colagrande.
“Viví en Nueva York durante más de 40 años, me casé con una italiana, ella no quería renunciar a vivir en Roma y no tuve objeción”, dijo el actor en 2019 en el programa televisivo Live with Kelly and Ryan.
En Roma fue precisamente donde se conocieron, mientras él rodaba en 2004 The Life Aquatic with Steve Zissou (una vez más, a las órdenes de Wes Anderson). Fue un flechazo instantáneo y en menos de un año ya eran marido y mujer.
“Nuestra boda fue muy impulsiva y romántica”, relató Dafoe a The Guardian en 2009. “Estábamos comiendo juntos un día y le dije: ‘¿Quieres casarte conmigo mañana?’… Nos casamos al día siguiente en el ayuntamiento con solo dos testigos, nuestros mejores amigos: mi mánager y su editor".
El hecho de contraer matrimonio de esa manera tan expeditiva contrasta mucho con su anterior relación con la directora Elizabeth LeCompte, con quien estuvo desde 1977 hasta 2004, pero con la que nunca se llegó a casar.
“Ella es la madre de mi hijo, pero no nos casamos porque para ella el matrimonio representaba poseer a alguien, y yo respeté su decisión”, siguió contando en The Guardian. “Pero después con el paso del tiempo fui yo el que tuve interés por casarme”.
El hijo al que hace referencia es su único vástago, Jack Dafoe, que nació en 1982 y con quien está muy unido. Este siempre ha mantenido una vida alejada de los focos y ha seguido un camino muy distinto al de su padre: es un abogado especializado en política medioambiental, formado en las universidades de Yale y Michigan, y que actualmente trabaja para la división de Recursos Naturales de la Oficina del Fiscal General de Maine, de acuerdo a su perfil de Linkedin.
Willem Dafoe y Jack Dafoe en 2018 en Nueva York
De su progenitor sí que parece haber heredado sin embargo su pasión por proteger el medioambiente: Willem Dafoe ha aprovechado su condición de figura pública para hacer activismo, como cuando en 2018 firmó una carta escrita por la actriz Juliette Binoche, publicada por Le Monde –y rubricada por un total de dos centenares de artistas (Bradley Cooper, Ethan Hawke, Ralph Fiennes, Marion Cotillard o Jude Law también se sumaron)– y en la que se hacía un llamamiento a los gobernantes mundiales para que actuaran con firmeza para frenar el cambio climático y evitar el colapso de la biodiversidad.
En el ámbito privado, Dafoe es vegetariano y “no como carne porque las granjas de animales son una de las causas principales de la destrucción del planeta”, según aseguró a Foodiamo. Curiosamente, él mismo tiene una granja con animales (y huerto) en las afuera de Roma, donde vive (ha adquirido también la doble nacionalidad italiana-estadounidense a través de su matrimonio con Colagrande), pero los cría no con la ambición de que luego se consuma su carne, sino por el “placer de disfrutar de su compañía y darles una buena vida, lo que puede parecer ingenuo”, según explicó el año pasado a The Guardian.
Así, en su granja tiene, entre otros animales, pavos, gallinas, ovejas, cabras y alpacas, algo que trascendió porque durante una visita de Mark Ruffalo, su compañero de reparto en Pobres criaturas, quien publicó en sus redes una foto de ellos dos junto a una pequeña alpaca que se hizo instantáneamente viral. “Son preciosas, con cada alpaca desarrollas una relación única y llegas a conocer su forma de ser”, dijo Dafoe sobre esta afición.
Giada Colagrande y Willem Dafoe en la Fiesta de los Oscar de Vanity Fair de este año.
Volviendo a Giada Colagrande, el vínculo que le une a ella también se extiende al ámbito profesional: en 2005, el mismo año en el que se casaron, se estrenó en el Festival de Venecia la película Before It Had a Name, dirigida por ella y coescrita y coprotagonizada por ambos. Y luego volvió a dirigir a su marido en A Woman (2010) y en Padre (2016), en la que él compartía cartel con Franco Battiato y Marina Abramović. Parece que congenian bien en el entorno laboral, porque tienen pendiente de estreno una nueva colaboración, Trópico, que cuenta como protagonista con el actor de moda del momento, Pedro Pascal.
Las 20 mejores series de Netflix que se pueden ver ahora mismo (y que quizá no conozcas)
La novela de David Nicholls ya fue llevada al cine en 2011 con Anne Hathaway y Jim Sturgess, pero la adaptación en formato serie es muy superior. Cuenta la historia de Emma Morley (Ambika Mod) y Dexter Mayhew (Leo Woodall, a quien vimos en la segunda temporada de *The White Lotus*), que se conocen en el día de su graduación en 1988 y luego se encuentran una vez al año durante dos décadas. Es como la trilogía de *Antes del amanecer* en bucle: muy emotiva y actúa como reflejo de nuestras propias vidas. [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/81256740)
La historia de un *hacker* y un artista alemanes que desarrollaron el software de mapeado 3D Terravision en los 90 y luego demandaron al gigante Google por infringir la patente con su célebre Google Maps, merecía ser contada y unirse a las varias producciones ya existentes sobre pioneros de la era 2.0 (y hay que decir que casi todas merecen la pena, la reciente *Blackberry* lo demuestra). Netflix puso el dinero para rodarla en formato miniserie en la propia Alemania y sus cuatro episodios invitan a ser devorados de una sentada. [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/81074012)
Esta serie británica ambientada en el submundo de la droga en Londres es una más que buena opción para los fans de *The Wire* (salvando las distancias, no nos volvamos locos). Se aleja en tono de la de David Simon (y nunca alcanza su altura, porque esta es inalcanzable), pero también es novelesca y shakesperiana, con personajes muy bien dibujados y ofreciendo un retrato completo y devastador sobre una realidad social. [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/80217669)
El género de comedia de *sketches* no es desde luego para todo el mundo, y menos cuando en ellos se lleva la vergüenza ajena y lo absurdo hasta el extremo, como hace aquí Tim Robinson (curtido en *Saturday Night Live*). Pero si cree que en la comedia está todo inventado, póngase una de sus píldoras de poco más de 15 minutos (repartidas en tres temporadas). No perderá mucho tiempo de todas formas y puede que encuentre uno de sus referentes vitales. [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/80986854)
La oferta de series escandinavas sobre crímenes y asesinatos –ya son en sí su propio género, el *nordic noir*– es tan grande que cuesta elegir entre las más recomendables, pero a casi nadie le decepciona esta adaptación en forma de miniserie de la novela del danés Søren Sveistrup (responsable también de la popular *The Killing*). Seis episodios que se ven de un tirón, con giros que le mantendrán pegado a la pantalla y una gran factura técnica. [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/81039388)
Con 11 nominaciones a los Emmy y un 86 en Metacritic, esta miniserie es uno de los grandes éxitos de Netflix a nivel de crítica. Detrás de ella está Ava DuVernay (*Selma*) y está basada en la historia real de los Central Park Five, los cinco adolescentes de Harlem que fueron acusados y condenados injustamente por la agresión sexual a una mujer que hacía *jogging* en el famoso parque neoyorquino a finales de los 80. Hay también un gran documental sobre el caso (que llegó a obsesionar a Donald Trump) que se estrenó en 2012, pero esta recreación dramática es de altísimo nivel (los actores están monumentales) y es tan fundamental como relevante para entender la realidad social de Estados Unidos. [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/80200549)
Esta coproducción entre la BBC y Netflix narra la historia de un detective de Tokio que viaja a Londres para buscar a su hermano, al que se creía muerto y que está implicado en el asesinato de un familiar de un miembro de la Yakuza. Un soplo de aire fresco en el género del *thriller* policial, con un tratamiento muy inteligente del choque de culturas y una cuidadísima realización. [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/80190519)
Esta *sitcom* adolescente norirlandesa que transcurre en los 90 se convirtió en un fenómeno sociológico en su lugar de origen cuando la emitió Channel 4. Su tono y honestidad, mezclados con un humor negro muy británico y la última época de los *Troubles* y el IRA como trasfondo, cautivó a la población. Cuando Netflix adquirió sus derechos mundiales de emisión demostró que su alcance es universal. [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/80238565)
Para muchos, la mejor serie que jamás ha producido Netflix y sin embargo hay gente que se resiste a verla a sabiendas que sus dos excelentes temporadas nunca tendrán una conclusión por el alto coste de los capítulos, porque nunca tuvo mucha audiencia y porque el director David Fincher, uno de sus responsables, se negó a continuar con ella si no le dejaban trabajar con el mismo nivel de detalle. A pesar de su final abierto, cada episodio de esta producción que se adentra en la mente de los asesinos en serie (si disfrutó de *Zodiac,* dele una oportunidad) es una verdadera obra de orfebrería narrativa. [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/80114855)
Otra serie que no tuvo la conclusión que merecía: su cuarta temporada se empezó a rodar a principios de 2020 pero hubo que pararlo todo con el estallido del Covid y luego fue imposible reanudar la producción por los altos costes que ello conllevaba. Aun así, es una de las más originales y sorprendentes de Netflix, tanto por la temática (el circuito femenino de lucha libre de los 80) como por su equilibrio perfecto entre humor y emotividad. [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/80114988)
A Natasha Lyonne, actriz única donde las haya (en todos los sentidos), la hemos podido ver recientemente en *Poker Face* (también recomendable), pero antes hizo esta serie para Netflix que daba un inteligentísimo giro al existencialismo de la fórmula del Día de la Marmota. Un puzle fascinante. [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/80211627)
Un *western* de manual en formato miniserie pero con un reparto fundamentalmente femenino (Michelle Dockery, de *Downton Abbey*, es una de sus integrantes) y con algunos grandes actores masculinos, como Scoot McNairy o Jeff Daniels (interpretando al mejor villano de su vida). Electrizante, emocionante y adictiva. Detrás de ella está Scott Frank (y Steven Soderbergh de productor ejecutivo), responsable luego de la muy exitosa *Gambito de dama*. [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/80097141)
Parece increíble que vaya ya hacer casi una década desde que se estrenara la primera temporada de la magistral serie de Aziz Ansari (esta y la segunda todavía pueden presumir de recabar algunas de las críticas más redondas de cualquier producción de Netflix), pero por eso merece la pena reivindicarla, porque por muy alabada que fuera en su momento álgido seguro que hay nuevas generaciones que no la han descubierto. Existencialismo y amor en tiempos modernos, canalizando a Woody Allen, la Nouvelle Vague y el Neorrealismo sin perder el sentido de autor. Un absoluto triunfo. [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/80049714)
Ahora que Christina Applegate pasa por un momento delicado en su vida por la esclerosis múltiple que sufre, es una buena oportunidad para celebrar su increíble talento (y el de Linda Cardellini, otra actriz siempre reivindicable) en la última serie que trabajó antes de retirarse de la actuación, una comedia negra muy adictiva (y muy bien escrita) y con un dúo en estado de gracia. [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/80219707)
Esta historia de búsqueda de libertad y autodescubrimiento de una mujer que huye de la jaula en la que vive en el seno de la comunidad judía ultraortodoxa de Brooklyn ofrece más y más según va avanzando la trama. A veces tiene la tensión de un *thriller* y otras es tan íntima que incluso cuesta mirar. Su protagonista, Shira Haas, se merece todas las alabanzas. [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/81019069)
Parecía que *Vikings* había exprimido y agotado la narrativa vikinga en televisión, pero lo cierto es que *The Last Kingdom* es una serie incluso superior. Los fans de *Juego de Tronos* encontrarán muchos argumentos para disfrutar de ella (con el bonus de que probablemente no quedarán decepcionados con su final). [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/80074249)
Que una serie de animación sobre un caballo antropomorfo (al que da voz el gran Will Arnett) que triunfó en una *sitcom* en los 90 y que lucha contra su decadencia se convierta en uno de los mejores tratados televisivos sobre la salud mental y la condición humana es algo que nadie esperaba. Su primera temporada es la única irregular, pero las cinco siguientes son sobresalientes. [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/70300800)
La curiosidad de ver a Margaret Qualley y Andie MacDowell haciendo de hija y madre también en la ficción (ambas están magníficas, especialmente Qualley) puede servir de excusa para adentrarse en esta dura miniserie –la violencia doméstica, la pobreza y las enfermedades mentales son algunos de sus principales ejes argumentales–, pero luego te atrapa sin remedio por su capacidad para conmover e inspirar. [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/81166770)
Esta serie original de HBO Max pero que se puede ver en Netflix ha tenido una tercera temporada –la mejor de todas, por otra parte– gracias la movilización de sus fervientes fans. Aunque caiga en lo *pulp*, sus valores de producción para recrear la Chinatown de San Francisco en el siglo XIX son muy altos y sus coreografías de artes marciales son de primer nivel. Muy entretenida y recomendable para los que se sintieron huérfanos tras el final de *Peaky Blinders.* [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/80177331)
Estamos en un momento en el que, después de intentos fallidos durante décadas, podemos encontrar adaptaciones de videojuegos de mucha calidad, como atestiguan *The Last of Us* o *Fallout*, que además se han hecho inmensamente populares. Esta adaptación de *League of Legends* (no exige conocer nada sobre su universo de antemano, por cierto) no ha tenido tanto eco como estas anteriores, pero también es excelente y su animación es una obra de arte (solo por eso merece darle una oportunidad). [**Ver en Netflix**](https://www.netflix.com/es/title/81435684)
Se está hablando de…
- Alejandro Roemmers, filántropo y multimillonario argentino: “Conocí verdaderamente España cuando tuve que exiliarme por la guerrilla y mi padre decidió que terminara los estudios aquí”