El puñetazo que marcó para siempre la carrera de David Bowie
David Bowie fue uno de los artistas más icónicos que dejó el siglo XX. El británico, además de destacar por sus excelentes canciones, tenía una identidad visual que hasta el día de hoy es inconfundible.
Desde sus colores hasta su forma de vestir siempre fueron aspectos alrededor de los cuales Bowie construyó su marca y legado. Sin embargo, hubo otro detalle en su estilo que a pesar de ser uno de sus sellos principales, tenerlo fue totalmente involuntario.
El secreto detrás de la particular mirada de Bowie
Uno de los puntos más característicos detrás del aspecto del mítico David Bowie siempre fue su mirada, específicamente sus ojos. Estos tenían la particularidad de aparentar ser de distinto color (aunque nunca lo fueron). Sin embargo, estos ocultaban una particular historia en donde la violencia fue protagonista.
La mirada de David Bowie
Esta toma lugar en la adolescencia del músico. En aquel entonces, él junto a su mejor amigo George Underwood se encontraban enfrentados debido a que ambos se sentían atraídos por la misma niña.
Luego de que ambos jóvenes jugaran sus cartas para quedarse con el amor de la joven, fue Bowie quien salió perjudicado. Esto gracias a que una de sus tácticas enojó tanto a Underwood, que este le terminó propinando un puñetazo que cambiaría su vida para siempre.
El golpe impactó de lleno en el ojo del futuro artista, rasguñándole parte de este. Esto le provocó que nunca más pudiera ver con claridad, así como también desarrolló un desorden que afectaba su percepción de la profundidad.
Junto con estos diagnósticos que le hicieron sus médicos. La agresión también hizo que la pupila del ojo izquierdo de Bowie se mantuviera dilatada en todo momento, lo que hacía parecer que su ojo fuera de un color distinto. Sin embargo el músico no tenía heterocromía como muchos suponen, sino que todo el fenómeno se atribuía a su pupila.
La divertida historia detrás del puñetazo
La anécdota data del año 1962, cuando Bowie apenas contaba con 15 años. En aquel entonces quien posteriormente se convertiría en una estrella de la música estaba invitado al cumpleaños número 15 de su amigo George Underwood.
Underwood era el mejor amigo de David Bowie. Sin embargo en ese momento se encontraban en una disputa ya que a ambos les gustaba la misma niña.
"Celebraba mi cumpleaños número 15. Una de las razones por las cuales hice la fiesta fue porque a ambos nos gustaba una chica. Era un truco para hablar con ella... Antes que se fuera, le pregunté si podíamos vernos en un su club de jóvenes el miércoles a las 19:00" contó el amigo del cantante en una entrevista con el medio The Tab.
"Justo antes de salir a encontrarme con ella, David me llamó por teléfono y me dijo que ella no quería verme, que en cambio quería salir con él - lo que era mentira" Agregó. Luego Underwood señaló: "Después llegue al club de jóvenes y sus amigos me dijeron que ella había estado esperándome por toda una hora".
Esto fue lo que desató el enojo de su amigo hacia Bowie, resultando en el famoso golpe. "Solo quería dejarle un ojo morado por la chica - No creí que iba a ser una marca duradera" concluyó.
A pesar de este violento episodio en la relación de ambos, Underwood y Bowie continuaron siendo muy buenos amigos. Ya que George incluso diseñó las portadas de dos míticos álbumes del músico. Estos fueron sus trabajos "Hunky Dory" del 1971, y el icónico Ziggy Stardust del 72.
Hunky Dory
Ziggy Stardust