Carlos Sainz recuerda la vez que fue a un restaurante con un Ferrari y volvió con otro por una confusión
Carlos Sainz recuerda la vez que fue a un restaurante con un Ferrari y volvió con otro por una confusión
Carlos Sainz es uno de los pilotos por excelencia en la parrilla actual de la Fórmula 1. El madrileño escaló por distintos equipos siguiendo una trayectoria relativamente paralela a la de su ídolo Fernando Alonso. Primero fue Toro Rosso, originalmente Minardi, antes de recalar en Renault, McLaren y finalmente fichar por Ferrari. El futuro, sin embargo, es todavía desconocido puesto que el año que viene no ocupará un asiento en Il Cavalino Rampante.
La llegada del siete veces campeón mundial Lewis Hamilton, sumada a la continuidad de ‘Il Predestinato’ Charles Leclerc, dejan a Sainz sin un lugar claro de cara a 2025, así como sin varios de los privilegios que acompañan a los pilotos del equipo italiano. Uno de ellos lo compartió este lunes en El Hormiguero, el programa nocturno de Antena 3 que presenta Pablo Motos, y como ello le llevó a una sonada confusión.
Como el propio corredor contaba en su entrevista, uno de los detalles estipulados por contrato es el acceso a un coche Ferrari de calle en cada fecha del campeonato. Al llegar al aeropuerto del evento en cuestión, un empleado de la marca le entregara las llaves de un deportivo, que cambia de modelo y color cada fin de semana. Esta situación le jugó una mala pasada durante el Gran Premio de Miami, cuando salió a cenar a un restaurante.
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Tras la comida, el responsable del estacionamiento le entregó las llaves, Sainz condujo su Ferrari hasta el hotel y se fue a dormir. Sin embargo, al día siguiente se llevó una sorpresa mayúscula: el hotel le estaba dando un Ferrari azul oscuro, cuando él recordaba que era negro. Fue entonces que descubrió que se había llevado el coche de otro comensal del restaurante, después de que los responsables del local confundieran las llaves.
Un incidente “surrealista”
Afortunadamente, todo quedó en casa, ya que el deportivo en cuestión era otro Ferrari de alquiler de la Scuderia, en este caso correspondiente a un alto cargo del equipo. Tras esta anécdota, Pablo Motos recordó un momento más serio de la temporada anterior: el incidente de la tapa de alcantarilla. Ocurrió durante el primer Gran Premio de Las Vegas, cuando este elemento que debía estar sellado destruyó el fondo plano de su coche, a la altura del asiento.
Sainz relató que aquella tapa la levantó otro piloto, succionándola con el efecto suelo de su monoplaza. Al pasar el siguiente a 310 kilómetros por hora, la gran pieza metálica dañó tanto el motor como el chasis, además de hacerle notar una compresión en la espalda que le dejó en shock. A pesar de que los mecánicos pudieron reparar el coche para la clasificación, se quejó con vehemencia de los diez puestos de sanción impuestos por cambiar el motor.
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