Prueba Mercedes GLC 300 de Coupé: Híbrido, enchufable y diésel para rozar la eficiencia absoluta
En la búsqueda de la eficiencia, la reducción de emisiones y el acceso a unos núcleos urbanos cada vez con más restricciones a los coches más contaminantes, instituciones y fabricantes están apostando por la electrificación en sus distintas variantes: con eléctricos y también con híbridos e híbridos enchufables que sobre todo en este último caso se presentan como la opción más versátil. Eso si, si bien durante una época hubo intentos de un mayor equilibrio hoy en día la mayoría de coches híbridos o PHEV emplean en su parte térmica un motor de gasolina, pero no todos.
Mercedes GLC 300 de Coupe
En contra de la tendencia de la industria y la actual fama en declive de los motores diésel, Mercedes ofrece desde hace tiempo en su gama híbridos enchufables con motor gasoil, sumando a la eficiencia de una mecánica híbrida enchufable con autonomía eléctrica de más 100 km los bajos consumos de un diésel cuando el motor térmico tiene que entrar en acción. Una fórmula no excluyente, pues también tienen PHEV más convencionales, pero tan interesante que hace preguntarte por qué otras marcas no apuestan por ella.
¿Es en la práctica tan bueno como suena un PHEV diésel? Vamos a comprobarlo con uno de sus modelos estrella, el nuevo Mercedes GLC Coupé 300 de, que combina esta eficiente y exótica mecánica con la versatilidad y el atractivo de un SUV coupé de última generación.
Eficiente y sexy
Una silueta SUV coupé que, como uno de los alumnos mas experimentados en esta disciplina, Mercedes ha sabido refinar aún más en esta tercera generación de su todocamino compacto Mercedes GLC. El GLC Coupé es uno de los modelos con mas atractivo de su clase, esbelto y elegante en su vista lateral y poderoso en su frontal, ahora con ópticas más estilizadas y opcionalmente con tecnología LED Digital Light y una gran parrilla con el patrón de la estrella de tres puntas dando forma a su rejilla.
Mercedes GLC 300 de Coupe
Además lo hace con una buena altura libre al suelo -regulable con su suspensión neumática y modos de conducción off-road- que lo convierten en un verdadero SUV para aventurarse fuera del asfalto. También destaca y mucho su zaga, limpia y elegante con unos estilizados pilotos traseros unidos y una cola terminada en un suave spoiler, eso sí, aquí de nuevo con escapes falsos en la zona del paragolpes.
El interior del Mercedes GLC 300 de Coupé: Tecnología, confort y mucho espacio
Mercedes GLC 300 de Coupe
Dentro encontramos el ya conocido ambiente tecnológico y premium de todo Mercedes reciente, aquí con su combinación de instrumentación digital de 12,3 pulgadas y una gran pantalla vertical de 11,9 pulgadas para su moderno sistema de infoentretenimiento MBUX, ambas acompañadas aquí por un muy útil head-up display. Sin embargo como venimos viendo en otros modelos, este espectáculo tecnológico, juega en contra de la ergonomía, con muchos ajustes, incluidos los de la climatización solo accesibles mediante su pantalla central.
Mercedes GLC 300 de Coupe
Este despliegue en lo tecnológico se acompaña de inserciones en distintos acabados disponibles en el salpicadero, incluyendo madera, algunas superficies en negro piano en el volante que convencen menos por ser un nido de huellas, cuero de buena calidad en unos cómodos asientos y una muy buena sensación de espacio incluso en sus plazas traseras sin penalizar apenas su condición de coupé. De hecho esta segunda fila también son capaces de mimar a sus ocupantes con climatización independiente y otros extras de confort.
Donde la naturaleza de este SUV Coupé y PHEV penaliza más es a la hora de irse al maletero. Aunque sí tiene cierta profundidad, el piso, debido a la ubicación de las baterías, está notablemente alto. Así contamos en resumen con 390 litros -155 litros menos que en las versiones Coupé sin electrifica- y la posibilidad eso sí, de forma muy sencilla mediante botones en la misma zona del maletero, de bajar los asientos de la segunda fila y obtener unos 1.335 litros.
Mercedes GLC 300 de Coupe
Ficha técnica del Mercedes GLC 300 de Coupé
- Longitud: 4,76 metros
- Anchura: 1,92 metros
- Altura: 1,60 metros
- Distancia entre ejes: 2,88 metros
- Peso: 2.420 kg
- Maletero: 390/1.335 litros
- Motorizaciones: Híbrido diésel 2.0 litros Turbo + eléctrico 333 CV y 750 Nm
- Transmisión: Integral/Automática 9 velocidades
- Aceleración: 6,4 seg 0 a 100 km/h
- Velocidad máxima: 219 km/h
- Consumo: 22 kWh/100 KM
- Emisiones: 10 g/km
- Autonomía en modo eléctrico: 126 km WLTP
- Precios: desde 68.950 euros
Mercedes GLC 300 de Coupe
Test de conducción del Mercedes GLE 300 de Coupé
Desde muy pronto este GLE 300 de deja claro que es un coche no sólo versátil sino incluso muy refinado, con una excelente calidad de rodadura que lo hace, no sólo buen para viajar, si no también para moverse por la ciudad, con una suspensión capaz de filtrar con alta solvencia baches y hasta badenes permitiendo que este SUV incluso se sienta ágil junto a una dirección que acompaña con una buena respuesta. Y por supuesto cuando llega la hora de los viajes mima con sumo gusto a los ocupantes, también con un altísimo nivel de insonorización y un motor muy refinado incluso siendo un diésel, que hace que incluso cuando el bloque de combustión está funcionando su interior sea un remanso de paz, al menos en lo que al coche se refiere, no nos hacemos responsables del ruido ocasionado por tu familia dentro.
Incluso gracias a buena altura libre al suelo y sus modos off-road con múltiples funciones es un coche que, aún sin ser un todoterreno, se desenvuelve muy dignamente por caminos de tierra. En nuestro caso no lo pudimos comprobar de primera mano durante nuestros días de prueba, pero aún recuerdo tratar de seguir el ritmo de un GLC Coupé como este por un tramo off-road bastante complicado en Alentejo con un Clase E All-Terrain, incluso vadeando un río. Quizás el campo en el que menos cómodo se sienta sea en el de la conducción más dinámica, porque si bien tiene un modo Sport que ayuda a hacerlo todo un poco más directo cuando llegan las curvas, su peso y su tamaño -de eso hablaremos luego- lo hacen todo un poco más delicado, aunque menos de lo que cabría esperar por una suspensión que consigue mantener notablemente bien los balanceos y por el rebajado centro de gravedad que le otorgan sus baterías.
Mercedes GLC 300 de Coupe
Claro que no todo el mundo va a usar este coche para hacer off-road o irse de tramos, pero lo que sí experimentarán todos y cada uno de los propietarios de un GLC 300 de, sea Coupé o no, es esa versatilidad y eficiencia que ofrece su sistema de propulsión híbrido enchufable diésel, gracias a la combinación de motor gasoil de 2.0 litros y cuatro cilindros turbo con 197 CV de potencia y un motor eléctrico que aporta unos nada despreciables 136 CV. Como resultado contamos con 333 CV y unos impresionantes 750 Nm de par máximos que empujan con ganas a este SUV, hasta hacerlo más ligero y manejable de lo que es en realidad, y lo mejor de todo, una etiqueta CERO y la posibilidad de circular hasta 128 km en modo 100% eléctrico según el ciclo WLTP.
En la práctica con la batería totalmente cargada durante nuestra semana de prueba nos encontramos con 106 km de autonomía en el cuadro de instrumentos, lo cual sigue siendo más que interesante para realizar los trayectos del día a día por ciudad sin usar una gota de combustible. De hecho una de las grandes claves del sistema híbrido de Mercedes es que por defecto siempre inicia la marcha en modo eléctrico lo que hace que en ciudad podamos hacer incluso sin pretenderlo trayectos prácticamente al completo sin usar el motor de combustión, con el extra de refinamiento y silencio que esto supone.
Mercedes GLC 300 de Coupe
Este protagonismo se debe en parte a su generosa batería de ion-litio de 23,4 kWh de capacidad útil, lo cual ya marca, junto a la naturaleza de una mecánica diésel y de un SUV como este de 4,8 metros que no estamos precisamente ante un coche ligero. Hablamos concretamente de 2.420 kg que no son pocos. Con esto uno podría pensar que los consumos ya sean del motor de combustión y del motor eléctrico se verían mermados por el peso y volumen del coche, pero de forma sorprendente, casi como desafiando las leyes de la física, esto no ocurre aquí. En conducción urbana y extraurbana fue posible realizar una cifra de 1,4 litros a los 100 km y un consumo eléctrico de 16 kWh en un trayecto que perfectamente podría ser el que se haga de lunes a viernes para ir al trabajo y llevar a los niños al cole, mientras que cuando llega el fin de semana y nos aventuramos en carreteras y autopistas podemos hace cifras de 3,9 litros a los 100 km, con más de la mitad de un viaje de 100 km realizado en modo 100% eléctrico con un consumo medio de 4,4 kWh, aunque en autopista he llegado a ver habitualmente consumo eléctricos en torno a 12-13 kWh, lo cual no está para nada mal si pensamos en el coche que tenemos entre manos.
Mercedes GLC 300 de Coupe
¿Pero y qué pasa cuando se acaba la baterÃÂa? Más de 100 km de baterÃÂa son muchos y como solemos decir siempre, si quieres comprar un PHEV piensa siempre en tener habitualmente un cargador de confianza a mano para aprovechar su baterÃÂa, pero si como en nuestro caso en medio de un viaje te quedas sin baterÃÂa te alegrará saber que, gracias a contar con un diésel, incluso en ese caso de contar con cero baterÃa este GLC 300 de ha logrado circular por autopista con un consumo medio de 5,2 litros a los 100 km. ¿Y en ciudad? No hay problema. Incluso algunos km más en uso urbano esa ascendió a poco más de 6 litros a los 100. Incluso en estos casos siguen siendo cifras con las que muchos coches de combustión pura e incluso algunos hÃbridos no son capaces de soñar, y menos aún si pensamos en SUV de más de 2 toneladas. Cifras en las que tiene mucho que decir la capacidad de recuperación de energÃa de este tren motriz, y es que incluso en estos casos con la baterÃa a cero el sistema hÃbrido se las apaña para ofrecer en torno a un 30% de un trayecto de 50 km en modo de cero emisiones.
Valoración del Mercedes GLE 300 de Coupé
En resumidas cuentas, aún a pesar de la demonización actual del diésel y a pesar de que en esta batalla Mercedes lucha completamente sola en la industria actual, un híbrido enchufable diésel como este GLC 300 de tiene muchas ventajas y no tantos inconvenientes. Puede que uno de ellos sea como decimos el peso -fruto de la propia complejidad de un motor diésel, a los que hay que sumar turbos, filtros de partículas, adBlue y demás- pero este sistema de propulsión consigue enmascararlo con mucha solvencia en conducción normal con sus reducidísimos consumos. Quizás el más complicado de pasar sea su precio. Un GLC 300 de Coupé arranca en unos respetables 68.950 euros que fácilmente pueden ascender más allá de los 70.000 euros a poco que vayas añadiendo opcionales -que en Mercedes son muchos-.
No obstante con una gama que arranca con el GLC 200 de gasolina mild-hybrid en 65.204 euros, una diferencia de poco más de 3000 euros, y con sus principales alternativas en la gama actualmente a un precio idéntico, el GLC 220 d diésel Mild-Hybrid de 68.301 euros, y su propio hermano de gasolina el GLC 300 e a esos mismos 68.950 euros, no es de extrañar que esta alternativa PHEV diésel del GLC 300 de sea actualmente la versión más vendida del GLC Coupé. Una alternativa doblemente eficiente e inexistente fuera de Mercedes que seguimos sin comprender aún cómo sólo Mercedes apuesta por ella.
A favor: Diseño, consumos, confort de marcha, espacio y tecnología interior, precio idéntico a un 300 e
En contra: Maletero notablemente reducido por la batería, escapes falsos, peso, acceso a funciones esenciales mediante pantalla o controles táctiles
Mercedes GLC 300 de Coupe