Tensión del cordaje: un factor decisivo en la pista de tenis
En el tenis, cada detalle puede marcar la diferencia entre ganar y perder. De hecho, elementos que pueden pasar tan desapercibidos como la tensión del cordaje de una raqueta pueden ser elementales a la hora de jugar un partido decisivo. Más allá de ser un simple soporte para la bola, el cordaje actúa como un resorte que puede transformar la manera en la que se desarrollan los golpes.
La tensión adecuada en el cordaje puede maximizar el potencial de una raqueta, adaptándose a las necesidades individuales de cada deportista y permitiéndole obtener el máximo beneficio de cada golpe. ¡Incluso puede ayudar a prevenir lesiones indeseadas!
QUÉ ES LA TENSIÓN DE CORDAJE
Así, la tensión de cordaje en una raqueta de tenis se refiere a la fuerza con la que las cuerdas son estiradas y fijadas en el marco de la raqueta durante el proceso de encordado. Este parámetro, medido habitualmente en kilogramos (kg) o libras (lbs), influye directamente en la rigidez y la elasticidad del cordaje y, consecuentemente, en cómo se comporta la raqueta al golpear la pelota. De hecho, la tensión de cordaje afecta la respuesta de la raqueta, sobre todo, en términos de control y potencia.
Una tensión baja, considerada generalmente por debajo de 23 kilogramos, permite que las cuerdas se muevan más y absorban más energía, lo que resulta en golpes más potentes pero con menor precisión. Por el contrario, una tensión alta, superior a 25 kilogramos, restringe el movimiento de las cuerdas, proporcionando mucho más control y precisión, pero a costa de la potencia. La mayoría de las raquetas de tenis se encuerdan con tensiones que oscilan entre los 22 y 26 kilogramos, lo que permite un equilibrio adecuado entre potencia y control para la gran mayoría de los jugadores.
Ahora bien, el tipo de cordaje utilizado es también un factor crucial en esta decisión: hay diferentes tipos de cordaje y las propiedades de cada uno afectarán de forma diferentes a la elección de la tensión. Por ejemplo, el cordaje de tripa natural es altamente valorado por su elasticidad, lo que le permite generar una gran potencia y una sensación de confort excepcional al golpear la pelota. Sin embargo, es mucho más caro y menos duradero en comparación con los sintéticos, los cuales son mucho más populares entre los jugadores que buscan una buena respuesta sin comprometer la durabilidad.
Rafael Nadal suele utilizar un cordaje Babolat RPM Blast con una tensión de 25 kg, lo que le proporciona una combinación perfecta de potencia y control.
¿CÓMO INFLUYE EN EL JUEGO?
Además de afectar en aspectos cruciales como la potencia o el control de golpeo – un cordaje con menor tensión contribuye a un mayor “trampolín” o “efecto catapulta” que facilita la generación de golpes profundos y mayor descontrol, mientras que una tensión del cordaje mayor resulta en mejor control pero menor potencia de golpeo – la tensión del cordaje influye también en la salud del jugador.
Hay que tener en cuenta que un cordaje menos tenso, debido a su mayor elasticidad, es más eficaz en la absorción de las vibraciones generadas por el impacto de la bola, ayudando así a mitigar el riesgo de lesiones comunes, como la epicondilitis lateral – también conocido como codo de tenista- al reducir la cantidad de vibración transmitida al brazo del jugador. En cambio, un cordaje con alta tensión, al ser menos flexible, transfiere más vibraciones al brazo, lo que puede colaborar al desarrollo de lesiones relacionadas con el impacto repetitivo y la tensión excesiva en las articulaciones y los músculos.
Por ejemplo, Rafael Nadal suele utilizar un cordaje Babolat RPM Blast con una tensión de 25 kg, lo que le proporciona una combinación perfecta de potencia y control, crucial para su característico estilo de juego agresivo en tierra batida en el que la generación de topspin y la precisión son puntos clave.
En contraposición, Novak Djokivic prefiere una configuración de cordaje híbrida, utilizando 25 kg en las cuerdas verticales y 24 kg en las horizontales, lo que le permite lograr mayor control y adaptarse mejor a las superficies rápidas. Esta estrategia tan peculiar de tensión diferenciada es fundamental para que Djokovic pueda maximizar su precisión en los golpes y su capacidad de respuesta ante diferentes situaciones de juego.