¿Al Gobierno le alcanza con haberse quedado sin excusas?
їAl Gobierno le alcanza con haberse quedado sin excusas?
Es obvio que, formalmente, la gran noticia de la semana es que al Gobierno se le acabaron las excusas políticas.
Esto puede ser visto, a grandes rasgos, de dos maneras. Una, que el oficialismo consiguió la esperada victoria parlamentaria desde su escuálida representación. Dos, que lo alcanzado es apenas una herramienta que no despeja, en modo alguno, un escenario económico dramático en la macro y en lo micro.
De hecho, la conferencia brindada por Caputo Toto y Santiago Bausili, a horas de lo que quisieron presentar como el desembarco en Normandía, reveló un lenguaje de chino básico cuando su columna no es más que pasar el bardo del Banco Central al Tesoro, para dejar de emitir (¿no era que ya no emitían nada?).
El instrumental que obtuvo Javier Milei fue recortado en unos dos tercios respecto de sus delirantes pretensiones iniciales, que tenían cerca de mil artículos.
Como lo destacó la colega Melisa Molina en su artículo de este viernes, en Página/12, ya hay voces gubernamentales advirtiendo que esta ley Bases no es la primigenia. Que lo que finalmente salió es un quinto de lo que habían pedido, recién seis meses más tarde. Que no es que podrán hacer libre mercado. Y que, entre otros detalles, la reforma laboral aprobada “no flexibiliza tanto como es necesario”.
Un aspecto poco abordado, para los tiempos de vértigo imparable que en Argentina jamás se detienen, es que reglamentar la ley llevará alrededor de un mes y medio. No hará falta insistir en las características de un Gobierno que de ninguna manera estaba preparado para hacerse cargo del país y que, encima, debe hilar fino para darle bordado inobjetable a lo que quedó de sus pretensiones refundacionales.
Lo concreto es que podrá avanzar en su ruta de privatizaciones, despidos y desregulación.
їCuГЎnto de todo eso impactarГЎ de lleno y de inmediato en las clases medias y bajas que, aun confiadas o resignadas a Milei en porcentaje considerable, ya sienten las consecuencias de un modelo destinado exclusivamente a los ricos?
Las privatizaciones, que también resultaron recortadas, no son un proceso de la noche a la mañana y, como asimismo resalta la nota mencionada, no están listas ni las estructuras ni las competencias con las que se llevarán a cabo.
Aerolíneas Argentinas, sin ir más lejos, quedó afuera cuando había “tres compradores interesados: dos grupos inversores del exterior y uno local”. O bien, eso es lo que dicen voceros mileístas para continuar atajándose.
Los despidos en el Estado, sin ton ni son, siguen en la meta de los 70 mil que anunció el Presidente. El artículo 5 de la ley aprobada le habilita a Milei progresar en eliminación de fondos como los de Protección de Bosques Nativos, Manejo del Fuego, promoción de energías renovables, las becas Progresar, el Procrear, la ciencia del conocimiento o la ciencia y tecnología derecho viejo, la Cobertura Universal de Salud, la Asistencia Directa a Víctimas de Trata.
Más allá de la repugnancia que debiera generar el recorte de fondos en esas áreas, y del caldero social al que ¿arrimarían? otro fósforo, esta baja del gasto público ni siquiera le hace cosquillas a un estadio fiscal cercado por una improvisación absoluta. Y donde todo lo que importa es que el Gobierno no consigue dólares por ninguna parte.
En la macro, eso significa que ya en julio debe encarar vencimientos por cerca de 4 mil millones de dólares. En “los mercados” se preguntan de dónde podría sacarlos. O bien: de qué tipo de ajuste en los ingresos populares con cuál pericia política si es que, además, no piensan devaluar. Y si devalúan, con qué impacto en la inflación.
En el Fondo Monetario ocurre otro tanto, aunque exigiéndole a Caputo Toto que presente un plan monetario y fiscal consistente, de mediano y largo plazo, que no radique en sus maniobras ilusionistas de superávit o equilibrio en el erario público.
Para peor, y mientras decide los alcances del Ministerio o repartición que le dará a Federico Sturzenegger como enemigo íntimo de Toto, Milei acaba de decirle al FMI que no quiere saber más nada con Rodrigo Valdés: un economista chileno ultraortodoxo, director del Hemisferio Occidental del Fondo, a quien Milei califica de ”izquierdista”, “socialista” u otros arrebatos semejantes.
Surrealismo puro. Pero en eso estamos, justamente, desde antes de la asunción de Jamoncito. Así de inconmensurable es la bronca contra “la casta” que venía gobernando hasta la llegada de las Fuerzas del Cielo. Y la batalla cultural perdida, aunque fuere momentáneamente. Eso depositó a Milei en la Presidencia porque, como ya se señaló y fracasados los médicos conocidos, una mayoría de “la gente” optó por un curandero.
Los datos oficiales de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo descubren que, desde que está Milei, cerraron 3559 empresas, de las que el 99 por ciento son pymes. Y también es oficial el derrumbe de la economía hasta niveles que, inclusive entre los gurús del establishment, se paragonan con 2002.
Hay cifras récord de caída en el sector de electrodomésticos y artículos para el hogar: 40,1 por ciento en el primer trimestre, interanual. Son valores que, por facturación y unidades vendidas, están a la par de la pandemia.
Lo único que parece salir del letargo es el mercado inmobiliario, por el interés despertado entre quienes buscan comprar una vivienda a través de los préstamos bancarios. Pero se concentra muy mayormente en Capital y Gran Buenos Aires Norte. Tan es así que, en el ámbito de la Cámara Argentina de la Construcción, asomó por primera vez una sensible crítica de sus popes, previniendo que el parate de la obra pública es, literalmente, un desastre.
A todo esto, Milei relativizó que siga siendo necesario el bono de 70 mil pesos para los jubilados. Dijo que “sólo habrá más bonos en función de cómo vienen la situación y los números fiscales”. Y lo dice, alegremente, cuando la capacidad de compra enfrenta la triplicación de gastos por tarifazos y aumentos de alimentos, ropa y medicamentos.
Cabría suponer, o aguardar, que la oposición parlamentaria insistirá con su muy mayoritario acuerdo para reparar el saque que perpetró el Gobierno contra los haberes jubilatorios. Y, análogo, no se conjetura que estén chochos los 800 mil trabajadores que volverán a pagar el impuesto en alícuotas que van del 5 al 35 por ciento. Esto último, además, ya se denuncia como una reforma inconstitucional. Será judicializada, inclusive con presentaciones internacionales, por, de mínima, unos 70 sindicatos.
En unos dos meses deberá votarse el Presupuesto. ¿Qué harán con el universitario, sólo a fines de ejemplificar? ¿Largarán plata para pagar la luz y los servicios, pero no para aumentar el salario docente?
Sin embargo, y sin descartar la importancia que pudiese tener, no es en ese plano donde se libra la contienda principal.
Es una oposición que no se cansa de no acertar casi nunca, y que parece pervivir en un limbo desesperanzador para otro casi: el de la mitad de la población que no votó este experimento selvático.
No hablamos, desde ya, de la ausencia de representatividad que sufren los macristas todavía encarnados en el Pro. Los libertaristas ya se los fumaron. Algunos tránsfugas más o menos significativos, como la Comandante Pato, Diego Santilli y Pucho Ritondo, se mudaron sin problemas al manual mileísta.
Y para los radicales se acabaron los adjetivos. Rodrigo de Loredo se constituyó en su emblema máximo. Admite que “finge demencia” porque está en contra de cuanto propone el Gobierno, siendo que le votan todo a favor.
Lo del peronismo es más grave, porque su crisis de identidad afecta al corazón de la fuerza que, pese a todos sus deméritos y junto al progresismo culturalista, permanece como contendiente potencial y principal en el imaginario de una parte sustantiva del pueblo.
їCuГЎnto mГЎs misterio hay que liquidar su particiГіn en tribus; que Cristina acepte el liderazgo de Axel Kicillof como figura emergente; que se unifique una propuesta y programa de gobierno; que se defina el perfil de desarrollo; que se articule con sectores medios y populares mГЎs el empresariado local y los movimientos sociales que estГЎn a la deriva y que, en sГntesis, se ofrezca un horizonte de cuya pasada y actual carencia se vale Milei?
Reiterado el viejo y nunca bien ponderado apotegma, lo difícil no es explicar la realidad. Es modificarla.