Los sacrificios de Pedri

Pedri, en el partido contra Croacia.

Todo fue tan rápido para Pedri en su primer año en la superélite, con los famosos 73 partidos en la temporada 2020-21, que en algunas cosas el canario ha tenido que ir de delante hacia atrás en su carrera. Algo así como deconstruirse para empezar a montar las piezas de un jugador nuevo, que estuvo sometido a una exigencia desmesurada cuando aún era casi un amateur y su cuerpo no estaba preparado para un pistoletazo de salida tan brutal.

Pincelada a pincelada, Pedri ha ido desvelando durante meses en distintas entrevistas qué matices y sacrificios ha ido introduciendo en su plan de entrenamiento hasta convertirlo en superprofesional, con el fin de olvidar las lesiones musculares que le han perseguido las dos últimas temporadas. El canario aún es capaz de tomárselo con humor por momentos. “No me dejan comer las croquetas de mi madre…”, dijo el año pasado en Los Ángeles durante la gira del Barça por Estados Unidos. Pedri, sin embargo, ha hecho cambios serios en su dieta, a la que introdujo, hace ya un tiempo, más pescado (especialmente salmón) e hidratos de carbono. Y ha ido incluyendo trabajos específicos. Por recomendación de Puyol, comenzó a hacer pilates. También usa la cámara hiperbárica con cierta frecuencia. Y el pasado lunes, en una entrevista concedida a El País, desveló que, aconsejado por Ferran Torres, su mejor amigo en el vestuario, con quien comparte representante, ha empezado a cuidar la salud mental. “Hago un minuto de agua helada (…). Llevo tres meses haciéndolo. Me va bien para los músculos, me despierta, me activa”. Antes de desayunar, Ferran se mete en la sauna con su preparador personal y, una vez concluida la sesión se mete en el cubo”.

Pilates, cámara hiperbárica, agua helada… Pedri también oxigena sus tejidos musculares y ha reforzado las horas de gimnasio. Hasta asegura tener un secreto que no está dispuesto a desvelar, y que le ha ayudado en su proceso de reconstrucción. “Un trabajo específico para mí que me ha venido muy bien”, asegura con suspense en la mencionada entrevista en El País.

Pedri también ha aceptado los cambios que le han exigido sus entrenadores en el terreno de juego esta temporada. Mientras que en el Barça se ha acercado a la base de la jugada, a medias porque aún le faltaba chispa para desempeñarse en el último tercio, a medias para hacerle sitio en el puesto de engancha a Gündogan, Luis de la Fuente le ha dado en la Selección la posición de enganche y se intuye a un jugador cómodo, al que aún le falta un punto físico pero que le da continuidad al juego y pierde muy pocos balones en una zona en la que los espacios empiezan a reducirse y es difícil girar y pasar. Pedri tiene, además, buena intuición para llegar al gol. Contra Italia falló dos ocasiones cantadas, pero estaba en el sitio. Se fue frustrado al banquillo por la que perdonó en la segunda parte, pero sabe que sus prestaciones han mejorado y, además, siempre tiene un apoyo. Su familia, inseparable, le acompaña en el viaje por la Eurocopa.

“Os voy a contar una intimidad: Pedri ha vuelto”, dijo el seleccionador, Luis de la Fuente, diez días antes de que empezase la competición en Berlín. Las sensaciones que le transmitió el canario le convencieron y él le tenía guardado un sitio para el once en el hueco en el que Gavi se había convertido en imprescindible la temporada pasada en la Final Four de la Nations. A base de sacrificios, Pedri, que no ha habido jugado un solo partido en la Absoluta a las órdenes de Luis de la Fuente, ha sabido llenar ese hueco. Poco a poco, vuelve la magia del que Pepe Mel, nada más verlo entrenar con Las Palmas siendo un crío, advirtió: “Un millonario que no lo sabe”.

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