Ácidos en verano: cuál usar y cuál no en función de tu tipo de piel
Ácidos en verano: cuál usar y cuál no en función de tu tipo de piel
Probablemente en más de una ocasión hayas oído hablar de la cosmética estacional. Como su nombre indica, la cosmética estacional defiende que, en cada estación, debemos adaptar nuestras rutinas de cuidado de la piel para atender las necesidades de cada momento, asegurándonos así de que la piel recibe el tratamiento adecuado. Ante esta realidad, nos surgen dudas de si los cosméticos que hemos estado utilizando en invierno y primavera pueden seguir utilizándose en verano o si, en su defecto, debemos cambiarlos. Y quizás, si hay un activo al que merece la pena prestar especial atención en verano es a los ácidos.
En verano, la piel se altera como consecuencia de la exposición prolongada al sol, a las temperaturas elevadas pero también por la exposición al agua de las piscinas y al agua del mar, agentes que pueden llegar a alterar sus niveles de hidratación o producir radicales libres. Por ello, es esencial adaptar la rutina de cuidado facial para asegurarnos de que la piel recibe lo que necesita. "En el caso de las pieles más secas, suelen necesitar productos ultra humectantes, muy ricos en ingredientes como el ácido hialurónico. Aparte, tanto en el interior como en la costa, se debe hacer más uso de cosméticos ricos en antioxidantes como la vitamina C, la vitamina E o la niacinamida, entre muchos otros. Además, estos ingredientes harán de booster del protector solar y evitarán la aparición de manchas", explica Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD.
¿Qué papel juegan los ácidos en la rutina de cuidado de la piel?
A pesar de que los ácidos hayan demostrado su eficacia en múltiples ocasiones, hay ciertos ácidos que siguen siendo cuestionados, sobre todo cuando se acerca la época estival. Sin embargo, si se usan correctamente, los ácidos son uno de los activos más interesantes para emplear durante los meses de verano –siempre y cuando se apliquen por la noche–. "Exfoliarán la piel, promoverán la renovación del tejido y seborregularán, eliminando puntos negros o brillos. Además, evitarán los parches del bronceado si es que se nos pela la piel y ayudarán a que no nos salgan tantas manchitas gracias a su efecto iluminador y renovador", cuenta Mireia Fernández, directora dermocosmética de Omorovicza. Es por ello que la especialista recomienda combinar los ácidos con la exfoliación física, pues esta técnica ayudará a arrastrar más células muertas y por tanto, la piel quedará más limpia.
¿Cómo se debe adaptar la rutina de cuidado de la piel en verano?
Esta es quizás otra de las preguntas más frecuentes que escuchan los especialistas cuando se acerca el verano. Lo cierto es que no es necesario adaptar la rutina en su totalidad, si no que hay determinadas pautas y productos que podemos seguir manteniendo. En el caso de la vitamina C y el retinol, si los meses previos al verano han formado parte de nuestra rutina facial, lo mejor será mantenerlos ya que la piel se habrá acostumbrado y por tanto, seguirá beneficiándose de todas sus bondades. "Entre los cambios más llamativos que yo haría, es potenciar la limpieza, la hidratación y la regeneración de la piel, aspectos que se ven perjudicados por la sequedad, la exposición al sol o el mayor uso de productos solares", sugiere Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8.
De hecho, una buena limpieza facial ayudará a evitar la aparición de las imperfecciones que surgen como consecuencia de los residuos pesados de la crema solar. Si hacemos uso de retinoides en nuestra exfoliación, promoveremos la regeneración de la piel, mientras que si usamos ingredientes humectantes como el ácido hialurónico, estaremos contribuyendo a mantener los niveles óptimos de hidratación.
¿Qué ácidos se deben evitar y cuáles se deben utilizar en función de cada tipo de piel?
"En el caso de las pieles equilibradas, los ácidos como el glicólico, el láctico o el salicílico serán ideales para evitar los brotes de granitos, los brillos, unificar el tono y renovar la piel de forma eficaz. Pero, si estamos muy expuestas al sol, será mejor evitarlos, ya que puede que la piel esté sensibilizada", sentencia Sonia Ferreiro, biotecnóloga y cosmetóloga en Byoode. En estos casos, la experta sugiere hacer uso de los polihidroxiácidos –como el ácido lactobiónico o la gluconolactona– gracias a su menor impacto en la piel y porque exfolian de forma más respetuosa, consiguiendo una piel suave, bonita y saludable.