"Jugando como nunca, pero perdiendo como siempre", la frase de vida para la afición mexicana
Selección Mexicana.
La opinión de una aficionada de sillón..
No cabe duda que el juego de la Selección Mexicana este miércoles ante Venezuela nos tuvo a la fila de la butaca, del sofá, de la silla... total, somos aficionados de sillón, como muchos dicen.
Y claro que lo somos, pero desde un sillón o una butaca, nuestra atracción hacia el Tri genera dinero y quizás eso sea lo que nos otorgue el derecho de exigir, critica y creernos hasta técnicos.
Sin tanto preámbulo, comencemos... y es que tampoco hace falta tener un título de DT para darte cuenta que hoy fallaron todos; jugadores y Jaime Lozano, sí, claro que fue un buen juego, pero por más dominio, posesión de la pelota y oportunidades frente al marco que se tengan, si no hay gol... de poco sirve todo ese análisis positivo.
Ahora, el eterno debate de los cambios. Un Roberto Alvarado sin ser tomado en cuenta y que bien pudo haber tenido juego para darle mayor profundidad al equipo. Quizás esa es, por este juego, la única queja.
Pero... ¿Y los jugadores? Nada que decir de César Montes y la lamentable lesión que vuelve a arruinar el esquema defensivo mexicano.
Charly Rodríguez no anda bien y no es de ahora, desde la temporada con Cruz Azul ha mostrado un nivel bajo. Julián Quiñones junto con Uriel Antuna y esos flashes que nos dejan con la sensación de que pueden dar más.
Santi Giménez y los demás delanteros, Alexis Vega, Memo Martínez o Chino Huerta con la enorme loza del gol. Luis Chávez y Luis Romo, sin palabras, hoy en la cancha estuvo al nivel. Y evidentemente, el más notorio: Orbelín Pineda y un cobro del penal que refleja la actitud de una Selección Mexicana consentida con shows de bandas, comediantes, premios económicos... displicente.
"Llorarás y llorarás, sin nadie que te consuele..."
Festeja Vinotinto, celebra que en tu selección los experimentados como Salomón Rondón con 34 años de edad sí rinden y responden como el jugador de Pachuca lo hizo con su quinto gol en Copa América.
O un Yeferson Soteldo, quien entre sus problemáticas y su paso gris por el futbol mexicano con Tigres y Santos, se convirtió en un dolor de cabeza para la defensa mexicana.
Rafael Romo convertido en un héroe con un penal atajado y otras intervenciones que ahogaron el grito de gol para México. Eduard Bello que comienza a conocer las entrañas del balompié azteca de la mano de Mazatlán.
Y esa defensa con Aramburu, Ferraresi, Osorio y Navarro que pudieron hacer su labor ante la insistencia azteca y que también tienen que agradecer a la poca puntería con la que los delanteros mexicanos llegaron a esta edición de la Copa América.
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