10 cambios que debes aplicar en tu dieta para bajar la presión arterial
La hipertensión, o presión arterial alta, es una condición médica prevalente que aumenta significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y problemas renales. Una de las formas más efectivas de controlar y reducir la presión arterial es a través de modificaciones en la dieta, hoy te contaremos sobre 10 cambios que debes aplicar en tu dieta para bajar la presión arterial.
La reducción en el consumo de sal, no es el único hábito imprescindible y favorecedor para quienes son susceptibles a la presión alta, existen otras estrategias que contribuyen a llevar una dieta ideal para bajar la presión.
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1. Reducir el consumo de sodio
El sodio es uno de los principales contribuyentes a la hipertensión. La mayoría de las personas consumen sodio en exceso, principalmente a través de alimentos procesados y comidas rápidas. Para reducir el consumo de sodio, es importante limitar el uso de sal de mesa y usar hierbas y especias para sazonar los alimentos en lugar de sal.
Además, es fundamental leer las etiquetas de los productos y buscar aquellos con bajo contenido de sodio, es decir, menos de 140 mg por porción. Evitar alimentos procesados como carnes frías, sopas enlatadas, snacks salados y comidas congeladas también es crucial. Preparar comidas frescas y caseras permite controlar la cantidad de sodio añadido, lo que ayuda a mantener una dieta baja en sodio.
2. Aumentar el consumo de potasio
El potasio ayuda a contrarrestar los efectos del sodio y relaja las paredes de los vasos sanguíneos, lo cual ayuda a reducir la presión arterial. Para aumentar el consumo de potasio, se recomienda consumir frutas y verduras ricas en este mineral, como bananas, naranjas, espinacas, brócoli y batatas.
También es beneficioso incluir legumbres y frutos secos, como frijoles, lentejas, almendras y nueces. Incorporar productos lácteos bajos en grasa, como yogur y leche descremada, puede ayudar a alcanzar la ingesta recomendada de potasio.
3. Adoptar la dieta DASH
La dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) es un enfoque alimentario específico para reducir la presión arterial. Esta dieta se caracteriza por ser alta en frutas y verduras, con una recomendación de 4-5 porciones al día, y en productos lácteos bajos en grasa, con 2-3 porciones diarias.
Además, se recomienda consumir 6-8 porciones de granos enteros al día y proteínas magras, como aves, pescado y legumbres. Las grasas saludables también son una parte importante de la dieta DASH, incluyendo aceites vegetales, aguacate y nueces. Adoptar esta dieta puede ayudar a reducir la presión arterial y mejorar la salud general.
4. Reducir el consumo de alcohol
El consumo excesivo de alcohol puede elevar la presión arterial y reducir la efectividad de los medicamentos antihipertensivos. Para mantener una presión arterial saludable, es importante consumir alcohol con moderación.
Esto implica limitar el consumo a no más de una bebida al día para mujeres y dos para hombres. Elegir bebidas con menos alcohol, como vino en lugar de licores fuertes, puede ser una estrategia efectiva para reducir el impacto del alcohol en la presión arterial.
5. Controlar el peso corporal
El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo significativos para la hipertensión. La pérdida de peso puede tener un impacto positivo considerable en la reducción de la presión arterial. Para controlar el peso corporal, es importante crear un déficit calórico, consumiendo menos calorías de las que se gastan.
Elegir alimentos de baja densidad calórica, como frutas, verduras, sopas claras y proteínas magras, puede ayudar a mantener una ingesta calórica adecuada. Además, incrementar la actividad física y complementar una dieta saludable con ejercicio regular es fundamental para mantener un peso saludable.
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sal
6. Reduce el consumo de azúcares y carbohidratos refinados
El consumo excesivo de azúcares y carbohidratos refinados puede llevar a un aumento de peso y, consecuentemente, a un aumento de la presión arterial. Para reducir el consumo de azúcares, es recomendable eliminar bebidas azucaradas como refrescos, jugos de frutas comerciales y bebidas energéticas.
Optar por carbohidratos complejos, como granos enteros, frutas y vegetales, puede ayudar a mantener niveles saludables de azúcar en la sangre y controlar el peso. Limitar el consumo de dulces y postres, y optar por opciones más saludables como frutas frescas, también es esencial para reducir el consumo de azúcares añadidos.
7. Aumenta el consumo de fibra
La fibra ayuda a mejorar la salud cardiovascular y puede contribuir a la reducción de la presión arterial. Para aumentar el consumo de fibra, es recomendable incorporar más frutas y verduras en la dieta y no pelar frutas y vegetales cuando sea posible, ya que la fibra suele encontrarse en la piel.
Elegir granos enteros, como avena, arroz integral, quinoa y pan integral, también puede aumentar la ingesta de fibra. Consumir legumbres regularmente, como frijoles, lentejas y garbanzos, es otra forma efectiva de aumentar el consumo de fibra.
8. Incluir grasas saludables
Las grasas saludables, especialmente los ácidos grasos omega-3, tienen efectos beneficiosos sobre la salud cardiovascular y la presión arterial. Para incluir más grasas saludables en la dieta, se recomienda consumir pescado graso, como salmón, caballa y sardinas, al menos dos veces por semana.
Usar aceites vegetales saludables, como aceite de oliva, aceite de canola y aceite de aguacate, también puede contribuir a una dieta equilibrada. Añadir frutos secos y semillas, como almendras, nueces, linaza y chía, es otra manera de incorporar grasas saludables en la dieta.
9. Mantenerse hidratado
La deshidratación puede contribuir a la hipertensión, por lo que es importante mantener una ingesta adecuada de líquidos. Para mantenerse hidratado, se recomienda beber suficiente agua, aproximadamente 2 litros al día, y aumentar la ingesta si se realiza ejercicio o en climas calurosos. Limitar el consumo de bebidas con cafeína, como el café y el té, es importante, ya que no deben reemplazar el agua.
10. Evitar el exceso de cafeína
El consumo excesivo de cafeína puede aumentar temporalmente la presión arterial. Para evitar este efecto, es recomendable moderar el consumo de café y té, limitándose a 1-2 tazas al día. Optar por opciones descafeinadas puede ser una alternativa para quienes tienen sensibilidad a la cafeína.