Güler, intocable para Ancelotti
Güler, durante un entrenamiento con Turquía.
El presente de Güler pasa por la Eurocopa y el futuro, por el Madrid. Técnico y club tienen claro que no van a perderlo de vista y que no saldrá.
El presente de Arda Güler pasa por la Eurocopa y el futuro, por el Real Madrid. No hay otra opción. Cierto es que la temporada próxima no será nada sencillo eso de figurar en el once madridista, pero tanto Ancelotti como los dirigentes de la entidad madridista tienen claro que no se puede perder de vista a un talento como el que tiene el futbolista turco.
Liverpool, Real Sociedad y otros muchos han preguntado por el emergente talento, llamado hacer grandes cosas. La respuesta obtenida ha sido siempre la misma: "Arda Güler se queda". No hay duda en ese aspecto, otra cosa es que en los primeros partidos de la competición puedan surgir escenarios diferentes, pero ni el club ni el jugador buscan otra salida que no sea la de continuar juntos y la de seguir creciendo en un proyecto tan ilusionante como el que tiene por delante el equipo blanco.
La duda sobre el tiempo y el espacio que tendrá sobre el césped en la próxima temporada no preocupa, ya que el primero que sabe lo que tiene entre manos es el entrenador del Real Madrid. Saben que en las próximas semanas se van a repetir los ofrecimientos de diversos clubes, y más si sigue al nivel mostrado en el primer partido de la Eurocopa.
Darle las oportunidades que se merece corren por cuenta de Ancelotti. Su idea es posicionarlo cerca del área contraria, en contacto con el gol, cualidad que tienen solo los elegidos. Y todos coinciden a la hora de decir que Arda Güler es uno de ellos, una estrella que va a recibir la mejor formación posible en Valdebebas día tras día y no en un destino por descubrir.
El Madrid se movió con sigilo y con rapidez para lograr su fichaje el pasado verano. Nadie del club filtró ni anunció viaje alguno a Estambul para convencer al jugador y a la familia. Semanas atrás ya habían estado allí y colocado en su sitio la semilla con la que Güler sucumbió al embrujo madridista, dando la espalda al Barça y a otras ofertas, como la del Dortmund.
Miedo a una cesión
Quizás lo lógico sería pensar que un futbolista de 19 años necesita formarse a base de titularidad y muchos minutos, algo que difícilmente va a tener en el Real Madrid de la próxima temporada, pero el convencimiento que existe en Valdebebas es que esas posibles cesiones no siempre terminan bien, que dependen de mil detalles alrededor que las pueden colocar en el umbral del error. Los ejemplos más claros que tienen en los últimos años sobre ese asunto los tienen en Lunin y Reinier.
Creen que no es cuestión de arriesgar y que el golpe que dieron en el mercado con un fichaje del que todos, incluido Bellingham, mantienen que va a ser un futbolista diferencial no se puede perder por una mala decisión en un préstamo a un tercer equipo. Y es que en pocas ocasiones un vestuario reacciona de la manera que lo hizo el del Real Madrid a raíz del golazo de Güler a Georgia. Son ellos los que lo ven entrenar día a día y los que saben lo que tienen en el vestuario y lo que puede hacer sobre el campo. Puro talento.
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