4 ciudades europeas mucho más baratas que España donde huir del calor en el verano de 2024
El verano en España puede ser increíblemente caluroso, nada nuevo bajo el sol, nunca mejor dicho. Para aquellos que buscamos escapar del calor sofocante sin gastar demasiado, Europa ofrece varias opciones más frescas y económicas. Aquí te presentamos cuatro ciudades europeas que en general son más baratas que España durante el verano en términos de alojamiento, comidas, etc, y que son perfectas para disfrutar de un verano más templado.
Cada una tiene su propio encanto y ofrece una experiencia única, haciendo que sean destinos ideales para unas vacaciones veraniegas sin gastar mucho dinero… y sin el calor pegajoso y desesperante de las noches veraniegas que sufre más de media España durante julio y agosto.
Sofía (Bulgaria)
Sofía (Bulgaria)
La capital de Bulgaria cuenta con muchas razones para seducirnos. En verano, Sofía nos ofrece un clima más suave y, si le sumamos su rica historia cultural y sus monumentos, es sin duda una opción muy atractiva a tener en cuenta. La capital búlgara ofrece a los turistas una gran cantidad de actividades y lugares para explorar, desde la impresionante Catedral de San Alejandro Nevski , pasando por la Basílica de Santa Sofía, que fue construida en el siglo VI sobre la necrópolis paleocristiana de la ciudad romana de Serdica, hasta las acogedoras cafeterías del Bulevar Vitosha. Sofía es un destino ideal para los que buscan un respiro del calor español sin tener que gastar infames cantidades de euros.
Si deseas comer bien Sofía, te podemos recomendar Manastirska Magernitsa Restaurant, donde podrás degustar algunos de los mejores platos tradicionales de la gastronomía búlgara. En Niko'las8 también podrás probar platos típicos pero con un toque innovador.
Riga (Letonia)
Riga (Letonia)
Riga, la capital de Letonia, es una ciudad báltica que puede presumir de un hermoso casco antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997. Considerada la capital del Art Nouveau, esta preciosa ciudad ofrece al visitante una gran vida cultural y un más que divertido ocio nocturno. Los veranos en Riga son suaves, con temperaturas ideales para explorar con calma sus parques y canales, así como la catedral o la iglesia de San Pedro, datadas ambas a principios del siglo XIII.
Además, la ciudad es bastante económica en comparación con las principales ciudades turísticas de Europa Occidental. Si quieres probar platos típicos de la zona, te recomendamos el restaurante Milda, donde podrás degustar las famosas sopas letonas, así como abundantes platos de salchichas, patatas rellenas o carnes.
Bratislava (Eslovaquia)
Bratislava (Eslovaquia)
A solo una hora de Viena, y a dos de Budapest, Bratislava ofrece un ambiente relajado y acogedor con precios mucho más bajos para los presupuestos más ajustados. La ciudad, situada a orillas del Danubio, cuenta con un centro histórico impresionante, numerosos cafés al aire libre y una vibrante vida cultural. El clima en verano es bastante moderado, lo que la convierte en un destino ideal para escapar del calor español.
No te puedes perder su castillo, que aunque data del siglo X, fue ampliamente reconstruido a finales de la década de los 60 del pasado siglo. También tienes que darte un paseo por la Iglesia azul, ideada por el arquitecto Ödön Lechner, considerado el el "Gaudí húngaro", la catedral o el Palacio Grassalkovich.
Si quieres comer bien y barato, tienes que ir a Divny Janko. Si tu presupuesto es menos ajustado, te recomendamos también Lemon Tree Sky Bar, con unas vistas impresionantes de la ciudad.
Tallin (Estonia)
Tallin (Estonia)
La capital de Estonia es un destino perfecto para huir del calor del verano español, además de ser francamente barata. Tallin goza de un clima más fresco durante el verano en comparación con la mayoría de las ciudades españolas, ya que las temperaturas suelen ser moderadas, con promedios que rondan los 20°C, lo que la hace ideal para pasear y disfrutar de sus atracciones sin el agobio del calor extremo.
El casco histórico de Tallin fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997, y es un verdadero laberinto de calles adoquinadas, torres medievales y edificios históricos. Su corazón es la Plaza del Ayuntamiento, donde el viajero se puede relajar tomando algo. Tampoco hay que perderse el Pasaje de Katarina, la muralla, con sus torres de vigilancia de planta circular y su tejado en forma de cono rojo, y la iglesia de San Olaf, construida en el siglo XII con una impresionante torre de 159 metros de altura.
Para los más gourmets, os recomendamos comer en III Draakon, un lugar muy curioso inspiarado en el medievo, o en Rataskaevu 16, donde es imprescindible pedir el alce asado.