David Lynch reconoce que cometió un gran error con Dune, pero aprendió una valiosa lección
Dune (1984)
Parece haber un consenso en que la versión de Dune (1984) de David Lynch no es la mejor adaptación que se ha hecho de la obra de Frank Herbert, con cineastas como Denis Villeneuve, quien ha vuelto a revivir la saga en la gran pantalla, criticando su versión de la historia.
Denis Villeneuve explicó que ciertos aspectos de la cinta elegidos por el director lo “desestabilizaron” cuando vio la película por primera vez. Y, aunque reconoció la fuerte identidad de David Lynch en ella, sintió que “se tomaron algunas decisiones que estaban muy alejadas” de su sensibilidad.
Tal vez, parte de la decepción que se llevó Denis Villeneuve al ver Dune no tuviera nada que ver con David Lynch, sino con las condiciones en las que se publicó el producto final.
El problema al que se enfrentó David Lynch durante la realización de Dune es que nunca llegó a firmar la versión definitiva de la película que él habría querido, es decir, que no contó con un montaje del director. Con ello aprendió una valiosa lección que pudo aplicar en sus futuros proyectos.
David Lynch se arrepiente de su versión de Dune
"Ya sabía que uno debía tener el montaje final antes de firmar para hacer una película”, explicó David Lynch en una reciente entrevista con Deadline. "Pero, por alguna razón, pensé que todo iría bien, y no puse el corte final en mi contrato. Y resultó que Dune no era la película que yo quería hacer, porque no tenía la última palabra”.
"Esa es una lección que ya sabía antes, pero ahora no hay manera. ¿Por qué iba alguien a trabajar durante tres años en algo que no era suyo? ¿Por qué? ¿Por qué hacerlo? ¿Por qué? Me morí. Y todo fue culpa mía por no saber poner eso en el contrato", añadió David Lynch, frustrado ante el resultado de Dune y su ignorancia de aquel momento.